Fernando Lozano Montes, “Demófilo”, nació en Almadenejos, provincia de Ciudad Real, el 1 de agosto de 1844, y murió en Madrid el 27 de noviembre de 1935, en plena segunda república. Estudió en la Escuela de Administración Militar y en la Universidad de Madrid, donde se licenció en Filosofía y Letras; en esta universidad fue profesor auxiliar de Emilio Castelar en la Cátedra de Historia de España y de Francisco de Paula Canalejas en la de Literatura. Fue capitán del Cuerpo de la Administración Militar y profesor en su Academia, por lo que pudo conocer a Antonio García-Vao por lo primero y a su tío por lo segundo.
Estaba a punto de ascender a comisario de guerra cuando fue separado del servicio militar por haberse negado a prestar juramento al rey Amadeo I. A partir de entonces viajó frecuentemente por Europa y América y abandonó la carrera militar por el periodismo. También se dedicó a actividades políticas como librepensador, republicano y masón, fundando y dirigiendo junto con Ramón Chíes el semanario Las Dominicales del Libre Pensamiento, cuyo primer número salió el 4 de febrero de 1883.
Es conveniente recordar que Ramón Chíes Gómez (Medina de Pomar, Burgos, 1846 – Madrid, 1893), estudió ciencias exactas, filosofía y derecho en Santander y Madrid. Se consagró luego al periodismo y, a través de su participación en el Círculo de la Revolución constituido tras los hechos de 1868, contribuyó a la creación del Partido Republicano Federal. Fue redactor del diario democrático La Discusión. En 1873 ocupó el gobierno civil de Valencia, y lo dejó al acaecer la revolución cantonalista. En 1881 presidió en Madrid el célebre mitin republicano del Teatro de la Zarzuela, el primero celebrado desde la Restauración. Dirigió el periódico El Voto Nacional hasta que fundó en 1883 en colaboración con Fernando Lozano el semanario madrileño Las Dominicales del Libre Pensamiento, que codirigió hasta su muerte y llegó a alcanzar gran popularidad en los sectores demócratas. Poco antes de su muerte fue elegido concejal del Ayuntamiento de Madrid, y allí abogó por conceder la jornada de ocho horas a los obreros. Al año siguiente de su muerte, se le erigió en el cementerio civil del Este un mausoleo por suscripción popular (1894). Más información se puede ver en Javier de Diego Romero, “Ramón Chíes (1845-1893), librepensamiento y cultura republicana en la España de la Restauración”, en Historia y biografía en la España del siglo XX. II Congreso sobre el Republicanismo coord. por José Luis Casas Sánchez, Francisco Durán Alcalá, 2003, p. 441-460.
Tras la muerte de Chíes en 1893 lo dirigió él solo. En 1902 este semanario se convirtió en el órgano de expresión de la Federación Internacional de Librepensamiento de España, Portugal e Iberoamérica, sección de la Fédération Internationale de la Librepensée creada en Bruselas en 1880. Organizó en Madrid el Congreso Internacional del Librepensamiento de 1892; a él asistieron Bernardino Machado y el senador portugués Magalhâes Lima. En 1902 figura como miembro de la Asociación de Prensa de Madrid junto con su hermano Juan. Destacado miembro del Partido Republicano Federal, este le encomendó en 1907 contactar con el escritor Benito Pérez Galdós a fin de persuadirle para que entrara en política. Él mismo trabajó en la creación de la Alianza Republicana. En 1915 presidió el Directorio del partido Unión Republicana. La dirección del periódico le deparó frecuentes encarcelamientos por parte de la Guardia Civil, que venía a arrestarlo por faltarle al respeto al rey, según contaron sus hijas y testimonia en sus memorias el naturalista y oceanógrafo Odón de Buen, casado con una de sus hijas, Rafaela. Existe un busto suyo hecho por Mariano Benlliure para la escuela de su pueblo natal, donde aún sigue.
Con motivo de la encuesta con cuyos resultados Joaquín Costa elaboró su Oligarquía y Caciquismo, Lozano propuso las soluciones que Costa denominó Orgánicas:
Así también el señor Lozano: la ciencia, la extensión universitaria, las universidades populares, la escuela de niños, laica como en Francia, imitando lo hecho en aquella república y en Bélgica; y además, Tribunales de tipo inglés, levantando por encima de todos los tronos y de todas las potestades la soberanía de la justicia, como hizo Aragón en los buenos tiempos de su Justiciazgo (t. II, pág. 497). -Son los mismos dos remedios a que el señor Navarro Ramírez atribuye eficacia decisiva: con relación al segundo, aboga, como el señor González, por «la supresión de los turnos sarcásticamente llamados de mérito», el ascenso exclusivamente por antigüedad; arbitrio, como se ve, de carácter más bien mecánico (como señala Joaquín Costa en su Oligarquía y caciquismo, t. II, págs. 370-371).
Otro vínculo interesante con nuestra Región fue su participación en la creación de la Escuela Laica de Guadalajara.
Junto con Chíes y Pí Margall, Lozano Montes compondría el trío de albaceas testamentarios que Felipe Nieto Benito, había dispuesto para que fuera creada -una vez fallecida su hermana- la Escuela Laica de Guadalajara, que finalmente se abrió en 1902, “bajo la tutela de Fernando Lozano; una escuela pionera en su género en España y que mantuvo vínculos con la Escuela Moderna que Francisco Ferrer Guardia impulsaba desde Barcelona” (filosofía.org).
Pocos periodistas habrán acumulado tan largo historial de excomuniones como Fernando Lozano; tal vez solo podríamos exceptuar a José Nakens. Defendió el laicismo, el pacifismo y un gobierno mundial.
Recogió sus escritos en Artículos religiosos y morales publicados en las Dominicales del Libre Pensamiento y otros periódicos (1883), en Batallas del libre-pensamiento: segunda colección de artículos publicados en Las Dominicales (1885). Poseídos del demonio (1887), Federalismo y radicalismo (1890), Nuevos Evangelios: ¿Qué es el socialismo? (1894), Nuevos evangelios: ¿Qué es el libre pensamiento (1895), Carta a la Republicana de Badajoz (1903), Cartilla pacifista (1905), La raíz de la guerra y el fundamento de la paz definitiva (1916), Por los Aliados: No se puede ser liberal y ser germanófilo. Artículos publicados en «El País» (1916), Por el matrimonio civil (1918) y Habrá Estados Unidos de la Humanidad. Habrá paz eternal (1918).
Referencias:
- Gonzalo Díaz Díaz, Hombres y documentos de la filosofía española. Madrid: CSIC, 1991
- Diccionario filosófico, de filosofía.org: Fernando Lozano Montes 1844-1935 Demófilo (filosofia.org)
- Eduardo Montagut: Un ejercicio literario sobre la sucesión en Monarquías y Repúblicas (eduardomontagut.es)
- El obrero: Una concepción republicana sobre el ejército en 1889 (elobrero.es)