Alberto Moreno Gómez nació en Valdeverdeja, Toledo, el 8 de abril de 1876, bajo la denominada Restauración Borbónica, etapa que ponía fin a la I República Española, y moría con el levantamiento militar contra la II República, en 1936. Hijo de Juan Moreno, cantero de oficio y Leoncia Gómez, que se dedicaba a lo que se denominaba “sus labores”, era el segundo de cinco hermanos. Se casó con María Núñez y tuvo dos hijos. Fue zapatero y agricultor. Autodidacta, era un ávido lector, que supo compaginar su trabajo con la gestión pública y la actividad política en Valdeverdeja.

En 1916, en El Heraldo Obrero de Toledo, se recoge por primera vez su participación en un acto de propaganda en la comarca de Oropesa. El acto fue organizado por La Antorcha, Sociedad de Obreros Agrícolas de Valdeverdeja. Fue miembro de la Federación Provincial de Obreros Campesinos de Toledo promovida por la UGT y afiliado a la Agrupación Socialista. Como representante local participó en el V Congreso Provincial de Campesinos donde coincidió con distintos miembros de la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista como Largo Caballero y Domingo Lucio Alonso, entre otros.

En torno a 1918 conoce a don Manuel Azaña, que se presentaba como candidato del Partido Reformista al Congreso, por Puente del Arzobispo contra el cacique local. No lo consiguió y tampoco en el segundo intento de 1923. A cambio, como le decía a su cuñado Cipriano Rivas Cherif, “…hizo muy buenas amistades en la comarca de Oropesa”. En sus Memorias políticas y de guerra, cuando ya estaba en el Gobierno de la República, recordaba Azaña a esos lugareños anónimos de la historia, como Alberto Moreno Gómez, del que dejó este “retrato”:

“Visita del rústico estadista de Valdeverdeja, Alberto Moreno. Es un personaje de novela de Cervantes. Me gusta hablar con él, o más bien oírle hablar; desde hace quince años le conozco. Ya va para viejo. Su parla es fluida, concreta, llena de experiencia y de buen sentido. Socialista. Muy influyente no sólo en la ‘sociedad’, sino en todo el pueblo. Hoy me explicaba las cosas que se le han ‘pasado por la imaginación’ mucho antes de que viniera la República. ‘¿Por qué ha de ser individual la propiedad de la tierra, si es un cuerpo que no ha creado el hombre?’.

Describe la diferencia entre el egoísmo con que se nace y el que se adquiere por el afán de las pesetas. Para Alberto Moreno el hombre es lo más hermoso de la naturaleza. Después me da una conferencia sobre la distribución de tierras en proyecto y, naturalmente, sabe más del asunto que Fernando de los Ríos”.

Manuel Azaña, Memorias políticas y de guerra, 31 de julio de 1931

Su etapa como concejal del Ayuntamiento.

No sabemos si por influencia del gran político de La Sagra, o por su afición “quijotesca” a defender a los menos afortunados, Alberto Moreno Gómez, entró en la Corporación Municipal de Valdeverdeja, siendo elegido concejal el 4 de noviembre de 1917. Su participación en el Ayuntamiento duró casi veinte años, a lo largo de varios períodos:

• 1918-1922, fue vocal de la Comisión de la Policía Urbana y de Instrucción Pública. Donde se propone un Plan de Enseñanza e Higiene de la población, que servirá posteriormente frente a la terrible epidemia de “grippe”que se produjo en 1918-1919, un verdadero reto para la Corporación, que podemos comprender, comparándolo con la emergencia que generó el Coronavirus, cien años después, en 2019-2020. Fruto de su afán por mejorar la vida social de Valdeverdeja, fue su propuesta de transformar terrenos municipales sin uso, en viviendas para solucionar el caso triste de ocupar dos o más familias una sola y reducida habitación. Se materializó en 24 solares para construir viviendas con un coste medio entre 100 y 200 pesetas.
• 1922-1923, nombrado primer teniente de alcalde. Un período de reformas sociales, en el que se desarrolla el proyecto de construcción de las nuevas “Escuelas”, para el municipio que se inaugurarán en 1931.
• 1924-1928, participa como vocal en las Comisiones de Instrucción Pública y Hacienda. Etapa convulsa bajo la presidencia del Directorio Militar de Miguel Primo de Rivera, dominada por la crisis social y económica. Nuevamente, Alberto Moreno Gómez, propone la iniciativa de construir más vivienda social en otro terreno municipal: se crean 31 parcelas al precio de una peseta por metro cuadrado. Para confirmar el carácter social de la iniciativa, se da el nombre de “D. Santiago Ramón y Cajal” a una de las calles, como homenaje a tan preclara inteligencia, gloria de España y de la humanidad.
• 1928-1930, compagina las Comisiones de Hacienda y Montes. La crisis de trabajo y la finalización de las “Escuelas”, marca el periodo. El edificio sigue actualmente en uso, está adornado con la leyenda: “Un niño que lee, será un adulto que piensa”.
• 1930-1933. En las elecciones del 12 de abril de 1931 sale nuevamente elegido y ocupa el cargo de segundo teniente de alcalde. 1931 será un año crucial en su vida, ya que es elegido por el primer gobernador civil republicano de Toledo, como vocal de la Comisión Gestora de la Diputación, por el Distrito Talavera-Puente, cargo que compatibiliza con su labor en el Ayuntamiento de Valdeverdeja.

La II República marcará una época de ilusión y cambios, con la “crisis obrera” como protagonista. La preocupación por el paro en la villa determinará que una gran comisión del Ayuntamiento, en la que participa Alberto Moreno Gómez, acuda al Gobierno Civil de Toledo y posteriormente a Madrid, donde son recibidos en el Ministerio de Trabajo, dirigido por Largo Caballero; en el ministerio de la Gobernación presidido por Santiago Casares Quiroga; y en la Presidencia del Consejo de Ministros, por don Manuel Azaña, para solicitar ayudas y subsidios para la Corporación, con el objetivo de realizar obras públicas para dar trabajo a los parados del pueblo.

• 1933-34, terminada su etapa en Toledo, vuelve a ocuparse de la Comisión de Salubridad e Higiene. Fue propuesto en dos ocasiones para ser alcalde, cargo que rechazó, continuando como segundo teniente de alcalde. Para solucionar la necesidad de trabajo, se solicitan ayudas para enlazar la carretera de Talavera de la Reina con Valdeverdeja y su continuación a Berrocalejo, ya en la provincia de Cáceres.
• 1934-1936, sigue trabajando por su pueblo, aunque la Corporación Municipal es cesada por el nuevo gobernador civil, derivado del triunfo de la coalición de derechas, y se nombra una Comisión Municipal Gestora. La victoria, nuevamente, del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936 supone la vuelta de la Corporación anterior, hasta el levantamiento militar y la entrada de la Columna Madrid en la villa, a finales de agosto de 1936. Se repite la historia. Se impone por la fuerza la Autoridad Municipal, derrocando al Ayuntamiento elegido democráticamente.

La elección como vocal de la Diputación de Toledo.

En la visita de la Comisión Municipal que realizó, a finales de abril de 1931, al nuevo gobernador civil de Toledo, don José María Semprún (padre de Jorge Semprún), Alberto Moreno, hizo gala de su compromiso social, reclamando soluciones contra la situación de “crisis obrera” en su pueblo, con más de 500 familias viviendo en la pobreza. Este debió ser el motivo por el que fue elegido para la Comisión Gestora de la Diputación Provincial -que debía sustituir a los monárquicos que la ocupaban- y cuyo candidato debía haber sido elegido en unas elecciones democráticas. Alberto Moreno Gómez lo cumplía. Fue, durante el primer bienio republicano, diputado de la Diputación de Toledo y “Visitador” del Hospital del Nuncio o “Dementes”, donde intentó mejorar la asistencia en este establecimiento de Beneficencia.

 La Comisión Gestora estaba formada por seis miembros elegidos entre los Distritos Toledanos, repartiéndose entre tres republicanos y tres socialistas: presidida por el republicano, José Fiscer Barbeyto (Torrijos-Escalona); Felipe Aldaraví (Toledo-Illescas) republicano, como vicepresidente y los vocales: Juan de Gracia (Orgaz-Navahermoso), socialista; Juan Fuentes Parla (Quintanar-Ocaña), republicano, Ángel Moreno Cid (Madridejos-Lillo), socialista y Alberto Moreno Gómez, como ya hemos indicado, por Talavera-Puente, también socialista.

Se preocupaban de la gestión de las instituciones de beneficencia: Establecimientos Reunidos, Hospital de la Misericordia, Instituto Provincial de Higiene, y el citado Hospital del Nuncio. También se ocupaban de los fondos para infraestructuras y la gestión provincial de más de 200 pueblos. El mayor hito de la Diputación fue la finalización e inauguración del nuevo Hospital Provincial en enero de 1933, un referente de modernidad en su momento, a la que asistieron el presidente de la República, D. Niceto Alcalá-Zamora y el jefe de Gobierno, D. Manuel Azaña.

Su muerte.

Su trabajo, desinteresado en el Ayuntamiento y la Diputación, en constante búsqueda de soluciones a las necesidades de sus vecinos, no fue bien valorado por las tropas rebeldes de la Columna Madrid (también conocida como columna de la muerte), que invadió el pueblo el 30 de agosto de 1936. Una semana más tarde, el ocho de septiembre, fue fusilado sin acusación ni juicio. No mataron a la persona. Liquidaron sus ideas cuando con sesenta años, no eran una amenaza física -no tenía delitos de sangre- sino un bastión ideológico, que solo pudieron eliminar de forma salvaje. Alberto Moreno fue encerrado en la cárcel del Ayuntamiento y sacado a la plaza para fusilarle en presencia de su mujer que sufrió una parálisis por paresia, quedando inválida hasta su muerte. La venganza no terminaba con su muerte o la enfermedad de su mujer, también se instaron procesos posteriores en los Tribunales Militares Territoriales (1943-1946), en la Causa General (1939-1949) o en el Tribunal de Responsabilidades Políticas (1939-1947), cuando -desgraciadamente- ya había sido asesinado en septiembre de 1936. Se desconoce la ubicación de sus restos.

Bibliografía:

Jesús Arroyo Bueno: Alberto Moreno Gómez. El rústico estadista amigo de don Manuel Azaña y “los olvidados” de la Memoria de Valdeverdeja. Actualmente en proceso de edición.