Ángel Rodríguez Losa nació en Tomelloso (Ciudad Real) el 7 de abril de 1934. Siendo aún un niño, en el mismo día que cumplía siete años, comenzó a trabajar con su padre y muy pronto se convertiría en un artesano que unía la fuerza, el ingenio y la destreza para dar, a golpe de martillo, la forma deseada y el temple adecuado a las piezas que se forjaban en la fragua. En aquellos años, fabricaba rejas para los arados, confeccionaba los elementos metálicos de los carros, volquetes, verjas de hierro para las ventanas, aperos de labranza, herraduras para el ganado, etcétera.
Posteriormente, tras este inicio como herrero, es en 1959 cuando a título individual funda la empresa Anro, cuya denominación social es Industrias Metálicas Anro S.L. y cuya marca deriva de su propio nombre, Ángel Rodríguez. Situada en la localidad de Tomelloso, se encuentra en la actualidad, en un punto geográfico privilegiado por sus comunicaciones con el resto de España, lo que ha contribuido a que sus estructuras se encuentren repartidas por todo el territorio nacional. La sociedad, con un capital social de 1.140.400 euros, 100% desembolsado, tiene por objeto la fabricación de todo tipo de estructuras metálicas, cerrajería y calderería, así como montajes industriales. Este objeto podría ser ampliado o modificado, siempre con el acuerdo previo de la Junta General de Accionistas, formada por los miembros de la familia Rodríguez, su mujer y sus dos hijos, Rafael y Carmen Belén. De esta forma comienza su destacable trayectoria empresarial como fundador de ANRO, cuya vida profesional se puede dividir en cuatro etapas claramente diferenciadas:
La primera etapa, comprendida entre los años 1959 y 1970, coincide con la creación y orígenes de la sociedad. Inicialmente, la empresa comenzó en un pequeño taller, de no más de 300 metros cuadrados en una de las calles del centro urbano de la localidad de Tomelloso. En él, los cinco trabajadores en plantilla en 1960, disponían de las herramientas necesarias para la fabricación de aperos de labranza y pequeños trabajos de cerrajería. Hasta que, a finales de los años 60, comienzan a realizar las primeras estructuras metálicas ligeras, demostrando así su pasión emprendedora por su trabajo. Durante estos años, pasó de cinco trabajadores a diez a finales de los 60 que realizaron obras como, las barandillas del Paseo de la Castellana, en Madrid y las instalaciones de Finanzauto, en Arganda del Rey.
En 1971 la plantilla vuelve a ampliarse y la empresa se traslada al kilómetro 1 de la carretera de Argamasilla de Alba, a unas instalaciones de 1.400 metros cuadrados que posteriormente fueron ampliadas en una segunda fase, multiplicando su dimensión hasta los 2.800 metros cuadrados. De forma que, con esta ampliación las instalaciones disponibles quedaban divididas entre las oficinas y la planta de fabricación, albergando en ella una plantilla de hasta 70 empleados. Esta etapa se caracteriza por el traslado a las nuevas instalaciones, debido al crecimiento de la empresa, donde se realizaron estructuras metálicas medias para obras como el Centro Comercial de la Vaguada (Madrid), la estación de tren de Santa Justa (Sevilla) y las cúpulas del aparcamiento de la estación ferroviaria de Atocha (Madrid).
La tercera etapa de expansión, que resultará un hito importante en la empresa, se inicia en 2001 con un nuevo traslado de la empresa a otras instalaciones para ampliar la planta de fabricación, debido al aumento de trabajo, ya que la anterior infraestructura no tendrá capacidad para alojar a la numerosa plantilla con la que entonces cuenta la empresa, que pasará en 2005 a 205 empleados, ni a la nueva maquinaria necesaria para continuar con el desarrollo empresarial. Estas infraestructuras permiten trabajar, además de la estructura media que se trabajaba hasta entonces, la estructura pesada, y actualmente ubicadas en la Carretera de Villarrobledo, kilómetro 4, contando ya con más de 22.000 metros cuadrados, destinados a talleres, con una capacidad de producción de 1.500 toneladas al mes, y con 850 metros cuadrados destinados a oficinas. En esta etapa se realizaron trabajos en el Centro Comercial Berceo (Logroño), en el Centro Comercial Nueva Condomina (Murcia), en el Parque de las Ciencias (Granada) y en el Museo del Prado (Madrid).
A partir de 2003 se inicia otra etapa, en la que su hijo, Rafael Rodríguez, asume la gerencia de la empresa. En la actualidad la empresa está dirigida por sus hijos Rafael y Carmen Belén, siendo Ángel Rodríguez presidente de la misma.
Desde hace más de 50 años Anro se ha dedicado, mayoritariamente, a prestar servicios en el sector de la construcción, que a pesar de la actual crisis sigue consolidando, cada vez más su posición en el mercado, tanto a nivel nacional como internacional realizando importantes proyectos de construcción en Georgia. En ella se realiza la ingeniería, desarrollo y fabricación de todo tipo de estructuras metálicas, ofreciendo un amplio abanico de servicios de la más alta calidad: estructuras metálicas pesadas, trasvases de agua, calderería media y pesada, torres eólicas, acompañados del asesoramiento al cliente durante todo el proceso del proyecto.
La corporación dispone de tecnología de última generación, importada y adaptada a las necesidades propias de la empresa y de sus clientes, implementando el diseño [Computer-aided Design, CAD], la ingeniería [Computer-aided Engineering, CAE] y la fabricación [Computer-aided Manufacturing, CAM], procesos todos ellos para integrar la ingeniería con el diseño y la posterior gestión de las máquinas de control numérico. En la actualidad, cuenta con las instalaciones necesarias para realizar todo el proceso automatizado de producción de estructuras de cualquier magnitud con la tecnología de control numérico más avanzada para el tratamiento, cortado, taladrado, desmembrado y soldadura. Dentro de la maquinaria especializada existente, cabe destacar: punzonadora taladro, sierras, taladros de dos cabezales, robot para corte con plasma y oxicorte, línea de granallado y pintura, línea de corte, todo ello de control numérico, además de columnas de arco sumergido, y curvadora de chapa y perfiles.
La política comercial marcada por su fundador es satisfacer las necesidades de sus clientes: «por eso trabajamos por y para ellos. Es por este motivo que depositan su confianza en nosotros sabiendo que les garantizamos una respuesta eficaz e inmediata». Algo que confirma su propio lema: «los mejores comerciales son nuestros clientes, que satisfechos con nuestras actuaciones, son los que nos recomiendan a otros clientes». Por todo esto, es muy importante analizar los resultados de las Encuestas de Satisfacción realizadas a sus clientes que indican que se les ofrece un producto de calidad y que están satisfechos con el servicio ofrecido por cada una de las áreas de la empresa. Además, estas encuestas revelan que el índice de fidelidad y lealtad de los clientes sigue siendo un 100 por ciento. Del mismo modo, los resultados muestran que el 100 por cien de los clientes volverían a contratar los servicios de la empresa, además de aconsejar a otras empresas que lo hagan. Estos resultados excelentes son consecuencia de la política de calidad seguida, así como de contar con un equipo humano profesionalizado y motivado.
ANRO cuenta con una prestigiosa cartera de clientes entre los que se encuentran las principales compañías constructoras, ingenierías y, empresas de nuevas tecnologías, tanto de ámbito nacional como internacional; empresas como Acciona, Acsa Sorigué, Aldesa, Barada, Chamartín Inmobiliaria, Cobra, Constructora San José, Copcisa, Cmd Ingenieros, Demag, Dematic, Dragados, Eiffage Infraestructuras, Fcc, Ferrovial-Agroman, Gamesa, Grupo Eroski, Grupo Ortiz, Imtech, Ing, Isolux-Corsan, Lubasa, Nüssli, Ohl, Procom, Propamsa, Real Madrid CF, Rubau, Sacyr, Sogeosa, Vías…
Además, cuenta con el Certificado RePro, un documento que expide Achilles South Europe y que sirve para entrar dentro de un sistema conjunto de registro y clasificación de proveedores. Este registro está disponible para los usuarios autorizados de las empresas participantes (empresas de España, Portugal e Italia que operan en los sectores del agua, gas, electricidad, petróleo, naval y afines). El cuestionario RePro está considerado como el registro de proveedores de las mayores empresas nacionales y multinacionales en los sectores de la comunicación, energía, petroquímica y tratamiento del agua. Para poder formar parte del mismo, es necesario acreditar una dilatada experiencia y cumplir con las más exigentes condiciones en los campos de fiscalidad, solvencia, Recursos Humanos, calidad, medioambiente, seguridad laboral, responsabilidad social corporativa, técnica y comercial.
Los factores que han contribuido al desarrollo y crecimiento de la empresa son varios, y entre otros destacan: el carácter emprendedor de la gerencia, guiado por su presidente, el cual resulta un referente como, en palabras de su hijo, «un emprendedor nato y de raza» y la cohesión de su equipo directivo; la solidez económica caracterizada por el mantenimiento de buenos estándares financieros a través de una adecuada gestión (la empresa ha sido clasificada dentro del 2 por ciento de las empresas más solventes de España); la capacidad de adecuarse a los cambios; la importante inversión en nuevas tecnologías; la innovación tanto a nivel de producto como de proceso productivo y de gestión; el poder contar con profesionales con experiencia y alta capacidad de trabajo en equipo; la clara orientación al cliente en todos los niveles de la organización (ofreciendo calidad y entrega en plazo); la introducción de sistemas de control de calidad; la inversión constante en herramientas de gestión (software [Conjunto de programas, instrucciones y reglas informáticas para ejecutar ciertas tareas en una computadora], equipos informáticos…); la importancia de los programas de formación y actualización del conjunto de trabajadores; la incorporación de personal cualificado externo; y la existencia de fuertes valores compartidos por todos los individuos que forman la empresa.
Desde el diseño hasta el montaje final, los objetivos primordiales son aumentar el grado de satisfacción de los clientes con productos fabricados bajo estrictos controles de calidad, así como conseguir minimizar los impactos ambientales que estas actividades puedan ocasionar en el medio que nos rodea. Ambos objetivos han obtenido la Certificación por parte de AENOR bajo las Normas UNE-EN-ISO 9001:2000 de Sistemas de Calidad y UNE-EN-ISO 14001:2004 en Gestión Ambiental, para las actividades de Diseño y Producción de Estructuras Metálicas, Calderería Media y Pesada en Acero al Carbono y Aparatos a Presión.
Todo ello se complementa con un programa de formación continuo de personal a través de los departamentos de Recursos Humanos y Medio Ambiente, siendo una pieza clave para el mantenimiento de ambos sistemas y la consecución de los objetivos de mejora continua de la empresa. La formación de sus empleados es considerada como una de las más importantes estrategias de desarrollo, por lo que caben destacar las siguientes acciones de desarrollo profesional de la plantilla: los planes anuales de formación que van orientados a atender las necesidades prácticas del desempeño en los distintos puestos de trabajo y está sujeta a seguimiento y evaluación; el fomento del aprendizaje en el puesto de trabajo que consiste en realizar actividades de aprendizaje, informales y dirigidas, estrechamente relacionadas con sus actividades laborales; además de la rotación de puestos de trabajo, las actividades de fomento del trabajo en equipo, la participación en seminarios y conferencias y las reuniones de trabajo. Para la realización de estas acciones, la empresa cuenta con las mejores instalaciones para la formación: dos aulas totalmente equipadas y una escuela taller donde se imparten cursos de especialización, reciclaje y homologación de soldadores y montadores, con las herramientas necesarias para la realización de prácticas.
Tras estudiar y conocer las posibles tácticas de diferenciación, las barreras de protección y las estrategias de mercado de la competencia, la empresa define sus líneas de competitividad, basadas en otro de los pilares básicos de su estrategia de negocio: la continua innovación tecnológica. En este sentido, con tecnología de última generación, de la que no dispone ninguna otra empresa en España y muy pocas en Europa, han sabido integrar la ingeniería con la producción y a partir del diseño en la oficina técnica se genera un modelo virtual para posteriormente producirlo directamente. De esta manera se evitan los errores que tradicionalmente afectaban a la calidad del producto y que hacían el proceso más costoso, permitiendo dar una respuesta más rápida y efectiva a los clientes y consolidando su posición de liderazgo en el mercado.
En la actualidad la empresa tiene previsto invertir más de 800.000 euros en un importante proyecto de investigación y desarrollo, denominado Anrotech, que cuenta con el apoyo financiero del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, CDTI, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, y que cuenta con la colaboración de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Ciudad Real (dependiente de la UCLM). El objetivo general del proyecto es desarrollar un nuevo nudo entre vigas y pilares, que consiga dar soluciones en acero para la construcción de aparcamientos en altura, incorporando un alto índice de prefabricación que mejore la seguridad en la construcción, contribuya a la reducción de costes, plazos de ejecución y finalización de las obras.
Proyectos como este, han motivado los diversos méritos otorgados, tanto a su presidente, Ángel Rodríguez, como a su hijo, el actual director gerente, por distintas instituciones, pero todos ellos con el común denominador en el reconocimiento a su labor de continua innovación.
En las fiestas locales de 2005, el pueblo de Tomelloso, a través de sus Asociaciones y Corporación Municipal, le distinguió con el título de ‘Viñador 2005’ en el ámbito económico, por su servicio a la comunidad tomellosera.
En el mes de abril de 2006, la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid, también reconoció a la empresa como la más destacada de esta población, por su innovación y capacidad tecnológica, al igual que IMAS TV, la otorgó el premio a la innovación tecnológica. En el mes de mayo de ese mismo año, el actual gerente, Rafael Rodríguez, resultó ganador del V Premio Joven Empresario de Ciudad Real, organizado por la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE). Este triunfo aseguró su candidatura al III Premio Joven Empresario de Castilla- La Mancha, galardón otorgado en el Convento de San Francisco de Molina de Aragón (Guadalajara). La Asociación de Empresarios de la Comarca de Tomelloso también reconoció la labor que está realizando la empresa, otorgando a Anro el premio Empresa del Año 2006.
En la décima edición del Premio Nacional Joven Empresario, Rafael Rodríguez Novillo, obtuvo el reconocimiento nacional a la Innovación Tecnológica. En 2008 obtiene la distinción Populares 2008, promovida por la cadena COPE en Ciudad Real, en la que se destacó el carácter innovador y la trayectoria de éxito de la empresa.
Pero el mayor reconocimiento recibido, recién cumplidos los 77 años, fue la imposición el 28 de abril del 2011, de la Medalla de Oro al Mérito al Trabajo otorgada por el Consejo de Ministros, a título personal, a Ángel Rodríguez Losa con fecha 3 de diciembre de 2010. El acto de imposición comenzó con una referencia al homenajeado: «estamos hoy aquí reunidos para honrar a un gran hombre, a un gran padre y a un gran empresario manchego, un emprendedor nato y de raza, nacido hace 77 años y del que tanto hemos aprendido».
La importancia creciente de la empresa que funda, además de su gran aportación a la sociedad castellano manchega hacen que sea reconocida por el grupo de expertos financieros D&B como una de las más prestigiosas empresas españolas, incluida en el Prestige Rating Book, lo que indica que es una de las más solventes del mercado español, y que esté representada en distintas asociaciones, de ámbito tanto regional como nacional, como la Asociación para el Progreso de la Dirección de Castilla-La Mancha (APD) donde es miembro del consejo rector y la Asociación de Empresarios de la Comarca de Tomelloso (integrada en CEOE-CEPYME), como miembro de su Junta Directiva. Además, participa en la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), la Asociación Española para la Calidad (AEC), la Organización Patronal del Sector del Metal en España (CONFEMETAL) y la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM).
Según Rafael Rodríguez, «todos estos reconocimientos no son sino la recompensa al esfuerzo, el compromiso, la profesionalidad y el buen hacer de toda la familia que formamos los trabajadores de ANRO, y nos alienta a continuar realizando nuestro trabajo con entusiasmo e ilusión».
En el medio siglo de vida de la empresa, Ángel Rodríguez Losa «es un exponente vivo de la evolución de esta tierra nuestra y de nuestra empresa, ya que él es el nexo entre las viejas fraguas tomelloseras y las más modernas maquinas y técnicas que hoy en día tenemos…».
De la infinidad de sus aportaciones a la empresa se podrían destacar, sin duda, sus cualidades personales. Ángel Rodríguez ha sido una persona con una gran iniciativa, ha asumido riesgos pero de forma prudente. Se caracteriza por ser una persona luchadora, perseverante, que no se ha dado nunca por vencida y ha sabido ver los problemas como oportunidades. A lo largo de su trayectoria profesional ha destacado por ser una persona innovadora, inconformista, siempre buscando metas nuevas, y ejerciendo eficazmente su liderazgo, logrando movilizar y tener motivado a todo su personal. Ha sobresalido por ser una persona muy trabajadora y constante.
Su hijo en una de sus editoriales de la revista Anro Magazine con motivo del primer premio recibido en 2005, se refiere a él como «un trabajador infatigable, dotado de una gran energía para el mantenimiento y desarrollo de esta empresa, que siempre buscó lo mejor para todas las familias que la conformaban. Si alguna vez no lo consiguió, sin duda fue en su afán de mejorar nuestra calidad de vida. Es indiscutible que se trata de un gran capitán de Empresa. Por todo ello quiero darle las gracias en mi nombre y en el de todos los trabajadores que llevamos y sentimos a Anro». Fundamentalmente, todas las aportaciones se podrían resumir en que: «ANRO es hoy lo que es porque Ángel Rodríguez siempre ha tenido pasión por lo que ha hecho y ha creído en sus sueños».
Murió el 2 de febrero de 2022.
Biografía publicada en María del Carmen Angulo Teja y Tomás García-Cuenca Ariati (coords.), Grandes Empresarios de Castilla-La Mancha, Madrid, LID Editorial Empresarial, 2011, pp. 171-177.