Nació en Caudete (Albacete) el 9-01-1927 y falleció en Yecla (Murcia) el 3-08-2004.
Segundo en el Cross de Las Naciones de 1961. Ganó 13 campeonatos de España, entre campo a través, 5.000 y 10.000 metros. Ex plusmarquista español de 3.000, 5.000 y 10.000 metros. 70 veces internacional. 8º en el europeo de Estocolmo 1958 en 10.000 metros.
Fue conocido como “el galgo de Caudete”, gran dominador de las pruebas de gran fondo y de cros en la década de los años 50. Realizó la mayor parte de su carrera en Cataluña, donde perteneció al RCD Español de Barcelona, donde aterrizó procedente del Real Madrid. Sin embargo, primero probó en el fútbol, en las filas del Villena CF, aunque pronto observó que lo de controlar un balón no era lo suyo. Con 21 años participó en una carrera pedestre de siete kilómetros, que logró ganar mostrando una resistencia fuera de lo normal y consiguiendo una gran dosis de confianza. De esta forma se presentó en el Nacional absoluto en el estadio de Montjuich en 1949, con una salida rapidísima que llamó la atención de público y especialistas. Sin embargo, el atrevimiento le pasó factura y debió abandonar mediada la carrera, pero fue una lección aprendida.
Ya por aquel entonces Antonio Amorós se ganó la simpatía del gran público por su carácter alegre y bonachón. A los 23 años se presentó en Madrid para aprovechar la amistad de la familia con Don Santiago Bernabéu, presidente del Real Madrid y natural de Almansa, que facilitó su fichaje por la sección de atletismo y un puesto de trabajo en un banco. Dos años más tarde decidió marcharse a Valencia y, desde allí, a Barcelona, el lugar central del atletismo de la época. Fichó con el CA Barcelona, provocando en 1951 la aparición fulgurante de Antonio Amorós con un gran cuarto puesto en el campeonato de España celebrado en la madrileña Casa de Campo, acabando segundo en los dos años siguientes. En Barcelona venció en la Jean Bouin, una carrera de mucho prestigio.
En 1954 logró el primer título de campeón de España de campo a través y una 14ª posición en el Cross de Las Naciones, considerado como el campeonato del mundo oficioso, que se celebró en Birmingham. Antonio Amorós ya estaba considerado como uno de los tres mejores atletas españoles de larga distancia, batiendo el récord de España de los diez kilómetros dejando la nueva marca en 30 minutos, 30 segundos y 6 décimas.
En 1955 se lesionó con una rotura de fibras y no participó en los campeonatos de España, siendo castigado por la Federación Española con seis meses de suspensión porque acudir a los campeonatos era obligatorio, aunque estuvieras lesionado. Lleno de rabia y descorazonado, decidió regresar a Caudete y abandonar el atletismo, pero entonces apareció una oferta del RCD Español que le devolvió la ilusión, pasando de ganar 240 pesetas a la semana a 2.500 al mes. Ese mismo año fue quinto en el Cross de Las Naciones, a pesar del ligero percance de perder una zapatilla en la salida que le obligó a quitarse la otra y correr descalzo sobre el barro de Lasarte.
Los años siguientes vieron a un Antonio Amorós como el número uno del atletismo español de gran fondo, conquistando varios campeonatos nacionales y ampliando considerablemente el número de victorias. Su mayor éxito deportivo fue en 1961 cuando ya tenía 34 años al proclamarse subcampeón del Mundo en el Cross de Las Naciones disputado en Nantes el 26 de marzo. El belga Gastón Roelants salió muy rápido y se fue por delante junto al inglés Basil Heatley, que descolgó al belga y se fue solo por delante. Amorós salió pausado y fue a más a medida que avanzaba la carrera. Poco a poco fue superando rivales hasta que en los últimos kilómetros se fue decidido a por el podio, alcanzado la segunda posición, la mejor de siempre para un español hasta aquel momento gracias a una marca de 45 minutos y 46 segundos. El año siguiente repitió la segunda posición, pero en la prueba por equipos. Al final disputó 12 cross de las Naciones y 9 los finalizó entre los veinte primeros.
En la pista fue también varias veces campeón de España. En 5.000 metros su mejor registro fue de 14:43.4 y en 10.000 de 29:31.00, siendo el primer atleta en bajar de la media hora. La marca la obtuvo en el Europeo de Estocolmo, que finalizó en octava posición. Aún tuvo tiempo de realizar una incursión en la marcha, proclamándose campeón nacional de 50 kilómetros en 1969 en Tarrasa con un tiempo de 4 horas, 31 minutos y 23 segundos.