Ingresa en el colegio de Artillería en 1867, siendo el primero de su promoción con el grado de teniente en 1872. Es nombrado director de la Fábrica de Pólvoras y Explosivos de Granada entre 1898 y 1910. Vocal del Consejo Supremo de Guerra y Marina. Fue nombrado Subsecretario del Ministerio de la Guerra en 1917. Profesor de la Academia de Artillería de Segovia. Director de la Escuela de Tiro del Ejército. Ascendió a general de división en 1918.
Presidente de la Real Sociedad Española de Física y Química, entre 1921 y 1922 y fue miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Se le otorgó la Medalla de Alfonso XII y la Gran Cruz de la Orden de Santiago de la Espada (medalla de honor portuguesa).
Fue autor de varios trabajos científicos y de investigación, principalmente sobre pólvoras y explosivos, y de varias obras, entre las que destaca la titulada “Los mecanismos” (1889). Otras obras son: “Guía del oficial de artillería” (1880), “Memoria sobre el algodón-pólvora y la dinamita” (Segovia, 1876), “Lecciones elementales de perspectiva y los explosivos militares” (1904), “Clases de pólvoras y su aplicación en la guerra” (1902), “La Artillería en los frentes francés e inglés”, “Los aeroplanos en el tiro de la Artillería de campaña”, “La industria militar de las pólvoras y explosivos modernos: ve locidades de la onda explosiva, estudios acerca de su medición en las grandes masas y método gráfico para realizarla en el laboratorio químico”.
Inventó las granadas rompedoras (1908) que llevan interiormente trinitrotolueno. Una de las lecciones más importantes que aportó, fue el principio general de que todo cuerpo tiene condiciones de explosivo si existe el detonador adecuado. Las primeras granadas rompedoras fueron elaboradas en la fábrica de Granada, existiendo unas de mano y otras para el cañón de campaña. Elaboró proyectos de investigación sobre el proceso de iniciación y propagación de la onda de detonación de los explosivos.
El contenido de la granada es el trinitrotolueno (TNT) compuesto químico explosivo, bastante estable y a diferencia de la nitroglicerina, es relativamente insensible a la fricción, a los golpes o a la agitación. Explota cuando un objeto de al menos 2 kg de masa cae sobre él desde al menos 35 cm. Su temperatura de explosión, cuando es anhidro, es de 470 °C, lo que significa que se debe utilizar un detonador. Alemania pretendió comprar sus invenciones en torno a la trilita, a lo que siempre se negó.
Fue nombrado Hijo adoptivo de Granada.
Fallece el 13 de marzo de 1932.