Encontramos a Josefa Ballesta estudiando en 1916 como alumna de tercer curso de la Escuela Normal de maestras de Alicante y, seguramente, viviendo en el internado femenino de Santa Teresa de Jesús, de Alicante. Y es que para celebrar el cuarto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús se celebró un certamen cultural en el que participaron alumnas de internados hermanos. Entre ellas Josefa Ballesta, que obtuvo el premio de la Real Academia Española, tema libre de Literatura, con el lema “Madre” (La Correspondencia de España, 2-4-1915).
Al terminar los estudios empezó a ejercer como maestra, aunque no sabemos en qué lugar, pues en 1921 se desestimaba una instancia suya, cuando era alumna de la Escuela Superior del Magisterio, para estar “al frente de la Escuela de que es titular” desde 1º de junio hasta 30 de septiembre (El Imparcial, 4-6-1921).
Pero su deseo de trabajar en los meses de vacaciones se vio colmado al ocuparse de las niñas asistentes a un curso de verano organizado por el Liceo Francés de Alicante, cuando ya era “profesora de Normal” (El Luchador, 6-7-1922).
Su relación con la JAE fue tangencial. En el archivo figura como “miembro de institución” y es que en el curso 1920-1921 disfrutó de una beca de un mes (75 pesetas) en la Residencia de Estudiantes por su “trabajo o función en beneficio de la Residencia”. Asimismo, en el curso 1923-1924 fue profesora en el Instituto Escuela, concretamente en su Sección Preparatoria.
Diez años después, en junio de 1932, era nombrada en resolución del concurso de ingreso inspectora de Primera Enseñanza en la provincia de Albacete, donde pasaría los años de la guerra. En noviembre de 1938, con la dimisión de ese puesto de Adolfo Pérez Mota, fue nombrada directora provincial de Primera Enseñanza de Albacete.
En 1944 la encontramos en Ciudad Real, seguramente como consecuencia del correspondiente expediente de depuración y el 6 de julio de ese año participaba en la inauguración de una exposición escolar, con labores y trabajos realizados por las alumnas, en la Escuela Graduada de niñas aneja a la Normal. Así describía el diario Lanza (8-7-1944) la asistencia de autoridades: “el Alcalde señor Bustamante, delegado y secretario provincial del S. E. M., camaradas Zori y Valle, varias profesoras de la Normal, inspectores de Primera Enseñanza, doña Josefa Ballesta y don Baldomero Montoya y jerarquías del F. de J.”.
Josefa, además de secretaria del Consejo de la Inspección Provincial de Ciudad Real, formó parte de la Comisión Provincial contra el Analfabetismo, junto al inspector Baldomero Montoya, el señor Camacho, delegado provincial del Frente de Juventudes, y la delegada provincial de la Sección Femenina (Lanza, 20-6-1949).
Doña Pepita, como era conocida en los ámbitos educativos, murió el 21 de agosto de 1950 tras “cruel enfermedad” que sobrellevó con “ cristiana resignación”, como se podía leer en Lanza al día siguiente: “Presidieron el fúnebre cortejo, con el hermano y sobrino de la finada, el Inspector Jefe de Enseñanza Primaria, que ostentaba la representación del Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia, señor Alcalde de la Capital, Delegado Administrativo, Maestros y parientes. Sobre el féretro se colocaron varias coronas de los organismos de Enseñanza Primaria”.