Aunque nació en Escalona (Toledo), en el seno de una familia de labradores acomodados, pronto se trasladó a vivir a Talavera de la Reina, donde empezó sus estudios de primaria y secundaria. Luego, en Madrid, estudió al mismo tiempo las carreras de Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad Central, que finalizó en 1873, y se doctoró en ambas licenciaturas dos años después.
Su vida laboral la inició como abogado, ingresando posteriormente en la judicatura, en la que desempeñó importantes cargos. Entre 1884 y 1886 fue teniente fiscal de varias Audiencias provinciales: Palencia, Ávila y Santander; después ocupó el puesto de abogado fiscal de la Audiencia de Madrid. También será magistrado de las Audiencias Territoriales de Las Palmas, Cáceres, Burgos, Pamplona y Valladolid, y ejercerá como Juez de Primera Instancia en varios distritos de Madrid.
En 1903 fue nombrado magistrado de la Audiencia Territorial de Madrid y dos años más tarde presidente de la de Barcelona.
Gobernador civil de Barcelona y presidente del Tribunal Supremo
Durante unos meses, entre febrero y noviembre de 1910, fue gobernador civil de Barcelona y el 15 de diciembre de ese año tomó posesión como fiscal del Tribunal Supremo, con la categoría de presidente de Sala desde julio de 1911, cargo en el que se mantuvo hasta que en marzo de 1923 fue nombrado presidente del Tribunal Supremo, institución en la que sólo estuvo al frente 339 días, pues por un real decreto firmado por Alfonso XIII el 7 de febrero de 1924 fue obligado a jubilarse de manera anticipada.
El motivo de su cese se debió a que un juez de Madrid, José Prendes Pando, encausó y mandó detener a primeros de 1924 a Maruja, La Caoba, prostituta y amante del dictador Miguel Primo de Rivera, por tráfico de sustancias estupefacientes y contrabando. El dictador, en una de sus muchas decisiones arbitrarias, ordenó su inmediata puesta en libertad, pero el juez Prendes Pando fue amparado en su actuación procesal por Buenaventura Muñoz, jurista de gran prestigio y honradez. Al no conseguir imponer su criterio, Primo de Rivera, exigió la destitución inmediata de Buenaventura Muñoz y el cese del juez Prendes Pando, que fue destinado de manera forzosa a la Audiencia provincial de Albacete. Al poco tiempo de su obligada dimisión, Buenaventura Muñoz falleció en Madrid el 19 de octubre de 1925.
Como desagravio a esta cacicada dictatorial cometida tanto por el Rey como por Primo de Rivera, en 1931 el ministro de Justicia Fernando de los Ríos le tributó un merecido homenaje a título póstumo.
Senador por la provincia de Toledo
Afiliado al partido Demócrata, desde 1910 hasta diciembre de 1919 representó en el Senado a la provincia de Toledo.
Amigo de José Canalejas, tuvo con él una importante participación en el periódico El Heraldo de Madrid.
Otros méritos y cargos
En 1908 fue condecorado por el rey Alfonso XIII con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
La Corporación municipal talaverana, tras su designación como gobernador civil de Barcelona, acordó en 1910 darle su nombre a la calle del Carmen, en la que el célebre político y jurista había residido muchos años junto a su familia. La nueva denominación de la calle como Buenaventura Muñoz se mantuvo hasta que en 1937 la Comisión Gestora franquista devolvió a la misma su anterior apelativo.
Buenaventura Muñoz fue vocal de la Comisión General de Codificación desde 1911 y vocal también de la Junta Calificadora del Poder Judicial desde 1917.
Fuentes y bibliografía:
- Archivo del Senado de España.
- Índice alfabético de personajes de la Real Academia de la Historia.
- César Pacheco (dir.), Callejero histórico de Talavera de la Reina, Talavera de la Reina, Colectivo de Investigación Histórica Arrabal, 2013.