Juan Calderón Espadero fue uno de los más importantes cervantistas, gramáticos y periodistas del siglo XIX.
Primero fue monje franciscano en el monasterio de Alcázar de san Juan, del que luego se exclaustró y posteriormente se convirtió al protestantismo y emigró a Francia e Inglaterra como consecuencia de sus ideas liberales y perseguidas en España.
Menéndez Pelayo, en su Historia de los heterodoxos españoles, lo coloca entre los más importantes del XIX, junto a José María Blanco White y Luis de Usoz “por méritos filológicos y la docta pureza con que manejó la lengua castellana”.
Participó en el proyecto de Usoz de edición de la Biblioteca de Antiguos Reformadores Españoles. En Londres editó dos revistas, El Catolicismo Neto y El Examen Libre, y fue uno de los más activos defensores de la traducción al castellano de las Sagradas Escrituras. Entre otros trabajos, se le debe la revisión del Nuevo Testamento publicado en Edimburgo en 1858. Además de su Autobiografía, escribió Cervantes vindicado en 115 pasajes (1855) y un Análisis lógica de la lengua castellana (1843). Vivió en varias ciudades, trabajando como profesor de español: Bayona, Burdeos y Londres, ciudad esta donde tuvo la cátedra de español del King’s College (1852).
En 2017, Ángel Romera Valera y José Moreno Berrocal publicaron una biografía y aproximación a su obra (Editorial CECLAM).