Nace en Toledo el 8 de febrero de 1929. Doctor en Veterinaria por la UCM, su tesis doctoral es calificada como Sobresaliente y merecedora de Premio Extraordinario.
Comienza formando parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas como becario, entre los años 1953-1955.
Profesor ayudante de la cátedra de Patología General y Enfermedades Esporádicas entre 1954-1955. Colaborador científico del C.S.I.C. por oposición desde 1956. Becario de la Fundación Juan March en 1957. Becario del C.S.I.C. en el Centre de Selection des Animaux de Expérimentation de Gif sur Ivette (París), en 1958-1959. Investigador científico del C.S.I.C. desde 1967. Profesor de investigación del C.S.I.C. desde 1971.
Secretario de la Junta de Directores del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de 1970 a 1973. Secretario del Instituto de Productos Lácteos y Derivados Grasos, de 1971 a 1973. Subdirector y secretario técnico del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición, de la Dirección General de Sanidad, en su centro de Majadahonda, en 1973. Es también especialista en Zootecnia, sección de Nutrición Animal. Diplomado en Sanidad. Profesor veterinario del Ayuntamiento de Madrid. Jefe de la Sección de Inspección Bromatológica de productos de pesca, lácteos y margarinas hasta 1972.
Ha sido miembro de numerosas comisiones casi siempre relacionadas con la seguridad alimentaria. Por ejemplo, en la Junta Consultiva Nacional Lechera; la comisión de expertos del Sistema Alimentario Español; comisión interministerial de Ordenación Marisquera; comisión asesora de Conservación de Alimentos por Irradiación; coordinador de los grupos de trabajo españoles y los comités del Codex Alimentarius Mundi, acudiendo a Roma como miembro de la delegación española; etcétera. Director del Gabinete de Estudios del Instituto Español de Normalización, y del Instituto de Información y Documentación en Ciencia y Tecnología. Corredactor del Código Alimentario Español.
Como especialista en higiene y conservación de los alimentos, asiste en 1972 a la sede de la FAO en Roma a la reunión previa a la creación de la Asociación Europea de Derecho Alimentario, de la que es miembro fundador. Y en 1975 es miembro de los grupos de trabajo de la Comisión Interministerial para la Reforma Sanitaria. Fundador y secretario general de la Asociación Iberoamericana para el Derecho Alimentario (AIBADA). Fundador de la Asociación Española para el fomento de la Normalización, el control de la calidad, la homologación en beneficio y defensa del consumidor.
Presidente del Consejo Rector de la Unión de Científicos y Tecnólogos de los Alimentos de España.
Director del Instituto para el Desarrollo Alimentario. Académico de número de la Real Academia de Doctores de España. Fundador y director de las revistas Alimentaria y Alimentalex. Traductor de los cuatro volúmenes de la obra de Edouard J. Bigwood y Alain Gerard: Objetivos y principios fundamentales de un Derecho comparado en la alimentación. Presidente del Consejo de Administración de Ediciones y Publicaciones Alimentarias S. A. Las publicaciones científicas que alcanza a realizar sobrepasan con holgura el centenar, unas realizadas directamente y otras bajo su dirección en los laboratorios del CSIC.
Tras lo expuesto, podemos afirmar que Carlos Barros Santos fue un experto en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, y en Derecho Alimentario y del Consumo. Le fueron concedidas la Encomienda con placa de la Orden Civil de Sanidad y la Encomienda con placa de la Orden del Mérito Agrícola. El momento concreto de su toma de posesión como académico de número de la Academia de Ciencias Veterinarias de Madrid, precursora de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España, que tuvo lugar el 20 de abril de 1977, momento cercano en el tiempo a la sesión inaugural de la naciente Academia, celebrada a 10 de junio de 1975.
Es pues el Dr. Barros Santos, miembro de primera hora de esta institución. Perteneció a la Sección 4ª, Veterinaria de Salud Pública. Su discurso de ingreso tiene por título El Derecho Alimentario y la Profesión Veterinaria. Tras realizar un recorrido histórico se adentra en una materia de la que es un gran experto, lo que demuestra también haciendo fácil la explicación de una materia que podría convertirse en farragosa. Ese profundo conocimiento, le lleva a considerar la imprescindible necesidad de enseñar al consumidor a interpretar las etiquetas de los productos, de hacerle conocedor del uso de aditivos, de las razones económicas que están detrás de su uso, y para ello propugna el acercamiento a las Asociaciones de Consumidores, de “Amas de Casa” y “Clubs de Defensa del Consumidor”, en definitiva, utilizar la información al consumidor como herramienta para la propia protección de su seguridad y salud alimentaria.
Hace cincuenta años, el Dr. Barros mostraba ya la tendencia al consumo excesivo de azúcar y de grasas por la sociedad, pero también sabedor de que “las nociones evolucionan… y las contingencias sociales y económicas, que influyen estan profundamente en las ideas, son asimismo de naturaleza mutable”. Considera que el Derecho Alimentario entra en España de la mano de la Veterinaria, pero no adjudica ese protagonismo al conjunto de la profesión, sino a los que denomina “esforzados pioneros veterinarios” en el campo de la higiene alimentaria. Pioneros veterinarios a los que, derribando las barreras que limitaban su acción a la Zootecnia y a la patología ganadera, atribuye el inmenso campo de trabajo abierto para la profesión en la prevención de la salud pública. A lo largo de su discurso, Barros Santos muestra cómo la verdadera experiencia no consiste en acumular conocimientos, sino en saber aprovecharlos.
El académico que realiza el discurso de contestación es Carlos Luis de Cuenca González-Ocampo. Destaca la labor del Dr. Barros como “hombre de acción”, y por tanto con amigos y enemigos, de los que cabe desear que sean grandes mejor que pequeños. Son poco más de dos páginas que destilan conocimiento profesional, pero sobre todo, conocimiento humano
Carlos Barros Santos, casado y con tres hijos, fallece en Madrid el 5 de septiembre de 2016. La sesión pública de esta Real Academia de Ciencias Veterinarias de España de 3 de abril de 2017, fue dedicada a realizar su necrológica in memoriam.