El pintor y figurinista Carlos Santiesteban Montero nació en Guadalajara en 1927. Era hijo único surgido del matrimonio de Carlos Santiesteban Valls, también pintor, ilustrador y escenógrafo, y de su esposa Francisca Montero. Carlos, debido a la prematura muerte de su padre (murió a los 38 años en accidente de tráfico cuando este contaba con 5 años) casi no llegó a conocerlo. Sin embargo, ello no impidió que su predecesor le transmitiera su vocación e interés por la creación, por la pintura. De hecho, ya desde la infancia, Carlos en el colegio comenzó a mostrar sus habilidades artísticas, cualidad que vio estimulada desde el seno materno.
La aspiración de Santiesteban era acceder de manera oficial a ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid, propósito que no logró debido a los pocos recursos económicos con los que contaba su madre al quedar viuda joven y sufrir también las consecuencias de privación y de penurias impuestas por la Guerra Civil, y las consiguientes medidas de racionamiento de los años de la posguerra. Por lo que Carlos hubo de ir formándose de modo autodidacta hasta años después poder acceder como alumno libre a los cursos, que por entonces, se venían impartiendo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Su asistencia a estas clases le permitió relacionarse con artistas vinculados al teatro y la danza, actividades que le animaron a optar por el dibujo y el diseño de figurines destinados al mundo del teatro y del ballet. Pronto surgirían sus modelos y diseños con el propósito de vestir a bailarines y decorar escenografías de obras, danza y espectáculos.
De hecho, a partir de 1955, tras conocer al bailarín Antonio Ruiz Soler (“Antonio”), comienza a colaborar con él y con la compañía de danza que este dirigía. Santiesteban se ocupó de diseñar el vestuario y la escenografía tanto para espectáculos como El sombrero de tres picos y El amor brujo de Falla como para el ballet flamenco Cerca del Guadalquivir, basado en un poema de Federico García Lorca. Estos trabajos de diseñador y figurinista sirvieron para difundir sus trabajos en España y en otras ciudades de Europa y América.
Carlos, sin olvidar su obra pictórica de caballete, siempre que su trabajo de diseñador se lo permitía, lo ocupaba elaborando pinturas al óleo inspiradas en paisajes, floreros, bodegones y algún que otro retrato. Entre sus esporádicas exposiciones fuera y dentro de Guadalajara, en su ciudad aún se recuerda aquella importante muestra individual que la Dirección General de Archivos y Bibliotecas presentó en el palacio del Infantado en 1973. Y también su última individual mostrada en el Infantado en 2014 con el título de Óleos sobre Castilla-La Mancha. Algunos retratos.
La obra del pintor y figurinista Carlos Santiesteban Montero presenta en su creación inicial detalles y recursos propios de un tardío prerrafaelismo pleno de ingenuismo y espiritualidad, desarrollado sobre todo en pinturas murales y en composiciones de aspecto o carácter escenográfico. Pasados los años, su pintura y en particular la de caballete fue evolucionando hacia un nuevo lenguaje o expresión plástica y tendió a manifestarse, estilísticamente hablando, más fantástica incluso un tanto surreal en lo referente al tema, nunca en lo relacionado con las imágenes o en lo relativo al contenido iconográfico de las obras.
Carlos Santiesteban, siempre seducido por la música de Manuel de Falla, Enrique Granados, Joaquín Rodrigo y Joaquín Turina, del primero de ellos, nacido en Cádiz (1876) y de su música con “sentimiento y alma andaluza”, compuso numerosas pinturas recreadas en escenas imaginadas o inspiradas en su inmortal obra El amor brujo, en Noche en los jardines de España, El sombrero de tres picos y El retablo de Maese Pedro, obras donde no faltan sugerencias postimpresionistas. Al compositor y maestro Granados recurre para crear sus temas sobre sus Danzas españolas, al igual que hizo con las composiciones de Rodrigo recreando su obra en panorámicas del Tajo y de los jardines de Aranjuez, dando vida y aportando color a la música del gran maestro y compositor y a su notable Concierto de Aranjuez. Y en la obra de Turina, otro compositor andaluz nacido en Sevilla (1882), halló una fuente inagotable de recursos del folclore andaluz en su Sinfonía sevillana, en sus tradiciones La procesión del Rocío y en sus peculiares y variados bailes Danzas fantásticas.
Al margen de estas composiciones inspiradas en la música, en lo tradicional y en la danza, Santiesteban también se interesó como temas para sus cuadros de caballete por la figura humana, el retrato, los bodegones, los floreros y el paisaje. De todos ellos hay cuantiosos ejemplos en colecciones y domicilios particulares de Guadalajara, Madrid y, en especial, en Sevilla y costa de Málaga, donde pasaba largas temporadas residiendo y pintando. Ahora bien, si hubo algo en su creación pictórica que le atrajo de modo excepcional fue imponerse el reto de elaborar grandes formatos que materializó en pintura mural. De ello quedan notables ejemplos en su Guadalajara natal. Sus pinturas murales de contenido religioso y bíblico pueden contemplarse en las iglesias de San Juan de Ávila y del Carmen (ambas en la capital), en el palacio de la Diputación y en el restaurante Cuevas de El Clavín. Este último de iconografía profana ambientada en la danza y el baile andaluz.
Carlos Santiesteban falleció en Guadalajara el día 25 de marzo de 2015. Este popular pintor guadalajareño, antes de su fallecimiento, legó al Ayuntamiento de Guadalajara su casa y mobiliario, además de un conjunto de obras suyas y de su padre con fines de que la institución local instalase en sus espacios un museo que muestre en el futuro la creación de ambos artistas y perpetúe su obra y nombre. Obras algunas que en la actualidad pueden verse en las salas del palacio de La Cotilla de Guadalajara.
Exposiciones:
Individual en el palacio del Infantado, organizada por la Dirección General de Archivos y Bibliotecas (Guadalajara, 1973); Individual Óleos sobre Castilla-La Mancha. Algunos retratos, en el palacio del Infantado (Guadalajara, 2014); Individual en los Reales Alcázares de Sevilla; Individual en la Fundación Puerto Banús de Málaga. Además de otras exposiciones individuales y colectivas realizadas en la sala de arte de la Diputación de Guadalajara, en la Caja de Ahorros de Guadalajara y en la sala de exposiciones de IberCaja.
Premios y reconocimientos:
- Hijo Predilecto de Castilla-La Mancha; Hijo Predilecto de la Ciudad de Guadalajara; Legión de Honor Franco-Británica; Gran Cruz de Fomento de la Unión Europea; Nombramiento de Caballero de la Orden de Malta; y Miembro de Honor de UNICEF Internacional.
Bibliografía:
- Vicent Galdón Francisco, Historia del Arte de Castilla-La Mancha en el siglo XX, Volúmen 2, Guadalajara, Servicio de Publicaciones de la Junta de Castilla-La Mancha. Toledo, 2003.