Nació en Alcázar de San Juan, en una familia acomodada y conservadora; creció con su hermano en la gran casa familiar donde convivían,además de los padres y abuelos, algunos hermanos de su madre: familar extensa, tradiccional y muy unida que “mimaba a la pequeña”.
El primer ciclo de enseñanza lo realizó en un centro privado de las Hermanas Trinitarias (Colegio Santísima Trinidad). Aquí las alumnas con las religiosas realizaban labores de voluntariado social y en ella se despierta la conciencia social a rebelarse contra la hipocresía social que significaba la “caridad cristiana», lo que le lleva al ateísmo y a la lucha política por la justicia social y la solidaridad.
En ese periodo de escolarización se preguntaba entre otras cuestiones, ¿por qué una niña con pocos años más que ella no acudía a un colegio sino que trabajaba vigilando su seguridad hasta la entrada y en la salida del centro? Se respondía que no era justo.
El bachillerato lo inició en un Instituto público, y en esa etapa, junto a otros adolescentes/jóvenes se afilió e implicó en el ala juvenil del partido de extrema izquierda, ORT (Organización Revolucionaria de los Trabajadores) fundada en 1973 en la transición a la democracia, de ideología maoista. En la clandestinidad su función y compromiso era pasar a contactos por la zona todo tipo de propaganda y publicaciones: La voz de la JGR, Venceremos o En Lucha.
En 1975, fue detenida por la Brigada Político Social,(la policía secreta de la dictadura franquista), y trasladada a Ciudad Real para ser interrogada por el comisario Antonio Barquilla y el agente Fernando de Haro, conocidos y temidos en esa etapa. La detención duró tres días difíciles, aunque por fortuna no pasó a prisión.
Posteriormente se trasladó a Madrid e inició estudios de magisterio, más por insistencia de su madre que por vocación, lo que supuso no finalizarlos.
Tras los pésimos resultados de la ORT en las primeras elecciones democráticas de 1977, Concha se afilió al Partido Comunista de España, y centra toda su energía en la actividad política. En el año 1979 decidió vivir en Ciudad Real, en donde el Partido la eligió Secretaria de Organización del Comité Provincial: tiene solo 25 años y es una de las pocas mujeres que tiene responsabilidad orgánica dentro del PCE. Posteriormente formó parte del Comité Regional y en ambos casos con exclusividad (liberada).
Abandona la militancia en 1983, y en esta época estudia la carrera de Derecho en la Universidad de Castilla la Mancha,en Ciudad Real, centrando toda su energía en la defensa de los Derechos de las Mujeres hasta el final de su vida activa y desde diversos ámbitos: el Asociativo, el Laboral, el Sindical y el Institucional. En 1981 formó parte del grupo de mujeres jóvenes que crearon en Ciudad Real la Asociación Democrática de Mujeres Manchegas, única asociación feminista en Castilla la Mancha por esas fechas, que desarrolló una agenda de trabajo pionera para la época.
Concha se implicó recorriendo pueblos de la Provincia y otros de la Región, informando sobre los cambios legislativos producidos en esos años, transmitiendo conciencia a las mujeres para que exigieran sus derechos y, sobre todo, denunciando la violencia contra las mujeres, oculta y silenciada por el conjunto de la sociedad.
En 1989 comenzó a trabajar como coordinadora del Centro Asesor de la Mujer y de la Casa de Acogida a Mujeres Maltratas. Ambos recursos fueron inicados y gestionados por la Asociación Feminista y, posteriormente, asumidos por la Diputación Provincial.
Desde 1996 hasta su jubilación, con alguna excedencia por asumir responsabilidades políticas, ejerció como directora de la Casa de Acogida, y en ese periodo también fue elegida delegada sindical de las trabajadoras por el sindicato CCOO.
Durante toda su vida profesional, Concha mantuvo su compromiso con el activismo feminista: impartió infinidad de conferencias en ciudades y pueblos invitada por asociaciones de mujeres, ayuntamientos o centros de enseñanza. Además, como experta en Violencia contra las Mujeres, impartió formación a profesionales de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, abogados o fiscales entre otros.
Fue concejala del Ayuntamiento de Ciudad Real durante dos legislaturas: 1991-1995 y 1995-99. En las elecciones Municipales de 1991 formó parte de la candidatura del PSOE como independiente, aunque en los años siguientes se afilió a este partido y mantuvo la militancia hasta el final de su vida.
Resultó elegida concejala en el gobierno municipal del PSOE y asumió la Concejalía de la Mujer creada por primera vez. Desde la institución municipal desarrolló un trabajo relevante y novedoso en pro de la igualdad de las mujeres. Conviene recordad que, tras las citadas elecciones en Castilla La Mancha las alcaldesas solo suponían el 6,7 por ciento y las concejalas, el 11,5.
En ese contexto, Concha Tolosa fue pionera en su responsabilidad municipal, elaborando y consiguiendo que se aprobara el I Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres de Ciudad Real.
Entre los años 2007 y 2010 fue delegada provincial del Instituto de la Mujer del gobierno regional.
Tras su fallecimiento, la Diputación de Ciudad Real, desde el Área de Igualdad creó el premio “Concha Tolosa”, con el que la Institución pretende apoyar y reconocer el trabajo que desarrollan personas, colectivos o entidades para la erradicación de cualquier tipo de violencia ejercida hacia las mujeres: violencia machista. En la primera edición de 2023 se concedió a la activista feminista y escritora Amelia Tiganus, superviviente de la trata de mujeres con fines de explotación sexual. En 2024, el nuevo gobierno de la Institución, del Partido Popular y Vox ha cancelado el premio.
Concha fue una mujer libre, independiente, y transgresora con los mandatos sociales que recibían las mujeres en esas décadas. Apasionada viajera por el mundo, en compañía de su marido, amigas, amigos en solitario.
Convivió con su novio Rafael Romero Escudero sin estar casados, algo que sorprendía o escandalizaba. Contrajeron matrimonio civil en 1982, él ha sido su marido y compañero hasta el final de su vida, tuvieron dos hijos, Gonzalo y Rodrigo, a los que ella se refería como “ Mis tres amores”.