Nació el 17 de febrero de 1861 en Castellón, en el seno de una conocida familia. Estudió en el Instituto Agrícola de Alfonso XII de Madrid, obteniendo el título de Perito Agrícola en 1882. Durante una breve etapa estuvo en la Estación Vitícola de Ciudad Real. Se casó con Josefa Carballés Gómez, de una próspera familia de Villasequilla (Toledo). En junio de 1884 nació Alberto, su primer hijo. En octubre, José Garcés (1866-1932), hermano de nuestro protagonista, obtuvo idéntica titulación en el citado Instituto. En diciembre, Constantino solicitaba plaza de Ayudante de 4º de Montes en Filipinas.
Un año después, en noviembre de 1885, llegó a Manila con su mujer e hijo. Allí actuó en la Comisión Especial de Ventas y Composiciones confiadas a los Ingenieros de Montes. Renunció a su plaza en 1887 para trabajar allí en el sector privado, regresando a España en 1889. En Villasequilla, nacerían cuatro hijas y dos hijos más, fallecidos éstos tempranamente. Se sabe que creó, en “cierto pueblo toledano”, un fallido negocio agrícola y que, en 1890 reingresó en el Servicio Agronómico En 1908 murió el hijo mayor. En 1919, Constantino, ya viudo, contrajo nuevo matrimonio.
Como técnico agrícola verificó los efectos de las plagas y deslindes de vías pecuarias en la provincia de Toledo. Abrió un despacho de Trabajos Agronómicos y Topográficos en la capital y firmó profusos artículos agrarios en la prensa. Realizó encargos municipales referidos a los paseos y arbolados. Modernizó el Servicio de Incendios y elaboró su Reglamento en 1904. En él ejerció como ayudante técnico, consiguió uniformes y nuevo material, además de acudir personalmente a coordinar los siniestros con gran diligencia hasta que, en 1917, presentó la dimisión en este servicio.
Garcés se integró en la vida de Toledo desde 1890. Fue un reconocido altruista, ayudó a los repatriados desde las colonias de Ultramar. Alentó colectas y sesiones de teatro a favor de damnificados por inundaciones, participó en instituciones benéficas en pro de diversos motivos como la infancia desvalida e intervino en la creación de las primeras colonias escolares municipales en 1904. Recibió galardones de la Cruz Roja y otras felicitaciones oficiales. Nunca actuó en la vida política, pero era un habitual de la sociedad toledana en los círculos recreativos, veladas de teatro, fiestas, cacerías y eventos culturales como los actos organizados en el III Centenario del Greco.
Le apasionó el mundo de la prensa. Sus primeros pasos fueron en 1882, en la revista profesional La Reforma Agrícola (Madrid). En 1892 fundó con el escritor y periodista Rómulo Muro el semanario La Campana Gorda que circuló, hasta 1916. Garcés siempre figuró como director, convirtiéndose en el decano de la prensa toledana que tuvo entonces su edad dorada. Colaboró en El Día de Toledo, El Eco Toledano, El Castellano y Toledo. Revista de Arte con artículos técnicos, fotografías y crónicas de teatro, toros o caza, firmados como Bambalina, Querubini, Screag o Morralero. Fue corresponsal de La Correspondencia de España, ABC, Blanco y Negro, El Criterio y Vida Manchega. El 1 de enero de 1914 asistió por fin a la creación de la Asociación de la Prensa Toledana de la que fue nombrado presidente.
La Campana Gorda fue una ágil revista de información salpicada de grabados, dibujos y publicidad. Reunió a diversos periodistas y colaboradores literarios, reportajes gráficos, secciones fijas, cartelera, etcétera. Destacó el apoyo fotográfico, en buena parte del propio Garcés, de especial valor documental, lejos de los pocos fotograbados de alguna cabecera toledana anterior. En La Campana reflejó la actividad diaria de la Academia de Infantería en el Alcázar y en el campamento de Alijares, nombre que emplearía para sacar un Suplemento militar en 1900. En 1904 editó el Álbum-recuerdo Prácticas del campamento y marchas de la Academia de Infantería. Describió las nueve jornadas de maniobras ilustradas con instantáneas tomadas en ellas por los Montes de Toledo, la Jara, Talavera y el regreso hasta Toledo. En julio de 1915, editó unos suplementos militares durante los exámenes de ingreso a la Academia de Infantería.
Nuestro personaje vivió al auge del turismo en el cambio de siglo. En 1890 el Vizconde de Palazuelos había publicado una bilingüe Guía de Toledo, en 1892 se inauguraba el lujoso Hotel Castilla y Juan Marina Muñoz firmaba una Nueva guía de Toledo. En 1904, Garcés lanzó un Álbum-Guía de Toledo con textos propios (en español y francés), un plano y cuarenta y tres fotografías, la mayoría firmadas por Santamaría Fto,, tres del gaditano Rafael Rocafull, más otras diez anónimas, pero pertenecientes al toledano Casiano Alguacil. Garcés añadió dos imágenes propias, publicitarias, de sendos hoteles toledanos. En 1906 circuló su Guía Ilustrada de Toledo en la madrileña revista Le Touriste, con fotografía suyas y un plano. Aparecen imágenes de Garcés en publicaciones de la época, como Toledo. Revista de Arte (1915) de Santiago Camarasa. Se desconoce el paradero de sus negativos y positivos originales. Solo nos quedan las imágenes insertadas en la prensa, libros o en las tarjetas postales.
Garcés abordó el naciente mundo de la tarjeta postal cuando los reversos aún estaban sin dividir para anotar el mensaje y las señas del destinatario. En mayo de 1902 había publicado las series A y B, alusivas a la actividad de los alumnos de la Academia, editadas pulcramente por la casa Laurent y comercializadas por la librería toledana de Menor. El junio se informaba de la serie C dedicada a escenas de la vida toledana. En las series D y E recogió los principales monumentos de la ciudad. Resulta interesante que, en 1903, produjese tarjetas coloreadas, coetáneas a las realizadas por la empresa alemana Purger & Co. En 1906 y 1907, las volvió a reeditar con el reverso dividido. Se puede comprobar que, en algunas imágenes producidas por Garcés, la imagen pertenece al pionero toledano de la fotografía Casiano Alguacil (1932-1914).
Constantino Garcés falleció con sesenta y dos años el 8 de septiembre de 1922, sumido en “achaques y desengaños” según un obituario. Él mismo, unes meses antes, presintiendo el final, pronunció estas palabras: Terminó mi vida de actividad, terminó mi vida periodística y está casi para terminar mi vida oficial. Vine a Toledo hace más de treinta años, en donde fui acogido con una hospitalidad y cariño que indudablemente yo no merecía, y laboré por esta simpática ciudad cuanto supe y pude.
Obras
- Folleto recuerdo del campamento de los Alijares en 1899, Imprenta, librería y encuadernación de Rafael Gómez-Menor, 1899
- Álbum-Guía de Toledo, Imprenta de Rafael G. Menor, 1904
- Álbum-recuerdo Prácticas del campamento y marchas de la Academia de Infantería en abril y mayo de 1904. Establecimiento Tipográfico de Rafael Gómez-Menor, 1904
- Guía ilustrada de Toledo. Publicada por “Le Touriste”, Madrid, 1906
- Álbum-Guía de Toledo, Imprenta de Rafael Gómez-Menor
Bibliografía
- CERRO MALAGÓN, Rafael del, “Constantino Garcés y Vera (1860-1922). Apuntes biográficos”, ABC[Toledo/Castilla-La Mancha] (12-11-2023) p. 66
- CERRO MALAGÓN, Rafael del, “Constantino Garcés (1860-1922). Periodista y fotógrafo”, ABC[Toledo/Castilla-La Mancha] (26-11-2023) p. 65
- SÁNCHEZ SÁNCHEZ, Isidro, Historia y evolución de la prensa toledana (1833-1939). Toledo, Zocodover, 1983
Internet
- ARCHIVO MUNICIPAL DE TOLEDO, Toledo en las fotos de Constantino Garcés (1860-1922), https://www.toledo.es/toledo-en-las-fotos-de-constantino-garces-1860-1922/