Fue, además, directivo de la Asociación de Autores de Teatro (AAT), desde 1990. Premio Nacional de Literatura Dramática. Miembro Fundador de la Academia de Artes Escénicas de España. Hijo Predilecto de Campo de Criptana.
Conocido en el ámbito teatral como Domingo Miras, su faceta de hábil dramaturgo se encuentra enriquecida con el dominio absoluto de la lengua castellana en sus vertientes clásica, popular y actual. Sus lecturas de Cervantes, Santa Teresa, Quevedo, del XVIII, los clásicos griegos, Valle Inclán, y el atento oído hacia su entorno, le suministraron un habla muy particular, evocadora y cargada de matices que empleó siempre con destreza en su teatro.
Nacido en Campo de Criptana, en 1934, hijo, nieto y sobrino de maestros, vive en un ambiente favorable a la cultura. Finalizada la guerra civil, su padre y su abuelo, que eran republicanos, permanecieron dos años en prisión, a la espera de juicio. En 1942, su padre fue condenado al destierro fuera de Ciudad Real. Ello motivó su estancia en Purchena (Almería) desde los 8 a los 14 años, cuando se marcha a estudiar el Bachillerato a Alcázar de san Juan. El periodo almeriense será decisivo en la formación literaria del nuevo autor, que poseía una gran capacidad lectora y una curiosidad que lo llevó, en ese periodo infantil, a autores tan diversos como Valle-Inclán, Palacio Valdés, Calderón, Lope de Vega, Schiller y una larga lista de autores de toda índole contenida en la biblioteca familiar.
Tras finalizar los estudios de Bachillerato, en 1951 se traslada a Santiago de Compostela para estudiar Derecho, carrera que termina en Madrid, en 1956. En los diez años siguientes, lleva a cabo el Servicio Militar, trabaja como contable, prepara oposiciones y, en 1961, obtiene una plaza en la Jefatura de Obras Públicas de Gerona. Allí se desarrolla su interés por la historia que más tarde será una fuente argumental importante para sus obras. En 1962 se casa con Ángeles Martínez Rayo. En 1963 nace su hijo Joaquín y en 1966 su hijo Ramón.
En 1966 consigue el traslado a Madrid, donde vuelve a su antigua afición por el teatro que durante la infancia y adolescencia había cultivado como actor y lector. A partir de entonces entra en contacto con jóvenes autores, al tiempo que puede experimentar lecturas y representaciones del teatro más combativo del momento (Buero, Sastre, los “realistas”). Poco a poco se va despertando en Miras la curiosidad por ver si era capaz de escribirlo.
Desde 1970 hasta 1972 da comienzo una fructífera actividad creadora en la que conjuga dos vías de expresión: la del reflejo de su presente (Una familia normal -1970-, Gente que prospera -1971-, Nivel de vida -1971- y La sal de la tierra -1971- ) y la de la reelaboración de los mitos clásicos griegos (Egisto -1971-, Penélope -1971- y Fedra -1972-). En 1973, Fedra consigue el accésit del Premio Lope de Vega. En el año 2000 es galardonado con el Premio Nacional de Literatura Dramática al ser publicadas por primera vez dos de estas obras iniciales (Una familia normal y Gente que prospera).
En 1973 escribe La Saturna, una reinterpretación, desde el punto de vista de la víctima del poder, de la madre de Pablos, El Buscón de Quevedo, premio Diego Sánchez de Badajoz 1974. Con esta obra se inicia una nueva y definitiva trayectoria de estilo propio que parte de su capacidad de expresión lingüística, del empleo del pasado y de la literatura como soporte temporal de sus historias y el tema constante de la acción del poder ejercido contra los débiles convertidos en sus víctimas, aunque estos no sean necesariamente inocentes. Crea así una tipología de personajes, muchos de ellos mujeres, no inocentes-no culpables, víctimas de las estructuras dominantes; en ella se encuentran Saturna, el pueblo madrileño de las barricadas en la revuelta del cuartel de San Gil, los habitantes de una venta rural, las brujas, objeto de persecución en el siglo XVI, las monjas alumbradas del convento de San Plácido de Madrid en el siglo XVII, Catalina de Erauso, El Doctor Torralba, Jerónimo de Liébana, Hildegart, hija de Aurora Rodríguez, y una larga lista de seres extraídos de la intrahistoria.
En 1975, su siguiente obra, De San Pascual a San Gil, obtiene el premio Lope de Vega; en ese año escribe La venta del ahorcado, estrenada en 1976. En 1977 se estrena La Saturna; también se representa en Mérida y Madrid, su versión de Áyax. Este mismo año obtiene una beca de la Fundación Juan March y, entre 1977 y 1978, escribe uno de sus grandes textos Las Brujas de Barahona, premio Lebrel Blanco 1979, que no se estrenaría hasta 1994, en la Exposición Universal de Sevilla.
En 1979 escribe otra de sus piezas más relevantes Las alumbradas de la Encarnación Benita, Premio Tirso de Molina 1979. En 1980 se estrena De San Pascual a San Gil (premiada en 1975 con el Premio Lole de Vega), con gran éxito, en el Real Coliseo de San Lorenzo de El Escorial, pero, al ser representada en Madrid, la crítica se tornó desfavorable, porque durante la Transición, el teatro más combativo del tardo franquismo fue relegado a segundo término.
Al publicarse Las brujas de Barahona en Primer Acto, en 1980, Miras mostraba ya una cierta rebeldía testimonial y desaliento por la situación del teatro. Aunque no abandona, Miras va sustituyendo su actividad creadora y se dedica más a la escritura teórica sobre teatro y a la participación en congresos en los que se debate sobre los problemas del género dramático; no obstante, entre 1980 y 1982 escribe El Doctor Torralba, Premio Palencia 1982.
De 1980 es “Prólogo” a El barón de Leandro Fernández de Moratín, estrenado el mismo año en el Real Coliseo de Carlos III de San Lorenzo de El Escorial y El jarro de plata, emitido por TVE el 29 de marzo de 1981. Entre 1982 y 1986 compone algunas de sus piezas breves (La Tirana, 1982, estrenada en Murcia, 2001; Entre Troya y Siracusa, 1984, estrenada el mismo año, en Mérida, durante el Festival de Teatro Clásico) y el monólogo La máscara de cristal (1984), para la función de despedida del actor Guillermo Marín pero esta no llegó a realizarse y quedó sin estrenar.
En 1986, otra mujer se convierte en protagonista absoluta, La Monja Alférez. Se estrenó en diciembre de 1993, en el Teatro Cervantes de Campo de Criptana, por la Compañía Aspaviento, dirigida por Luis Cabañero, con motivo del homenaje que su pueblo natal rindió al escritor dentro de la XXVIII Semana Cervantina; en 1987 fue Premio Ciudad de Alcorcón y en 1992, finalista del Premio Nacional de Literatura Dramática. En 2013 tuvo lugar un nuevo montaje en el Teatro María Guerrero de Madrid.
En 1993, escribe El libro de Salomón, premio Ciudad de San Sebastián 1993. Entre 1996-1997, compone Aurora, estrenado en 2002. De entre 1997 y 1998 es el monólogo quijotesco Alonso (A la sombra del Quijote). En 2003 presenta Dos monjas. Vuelve a Cervantes con Los que obedecen (2005) y en 2018, escribe En el umbral de la noche donde se inspira en el mito clásico de Edipo anciano, como trasunto del propio dramaturgo.
Domingo Miras fue, en el panorama de la creación literaria española, uno de los autores de más sólida palabra y, como autor teatral, ha dado a la historia de nuestra escena uno de los corpus de literatura dramática más bellos y comprometidos de “entre siglos”. Casi la totalidad de su obra se encuentra publicada en los dos volúmenes de Teatro Escogido, que realizó en 2005 la Asociación de Autores de Teatro y que ahora se encuentran en la Biblioteca Virtual Cervantes.
El patrimonio artístico que su obra contiene excede el límite de cualquier frontera, como lo atestiguan los múltiples trabajos surgidos sobre su teatro en el extranjero. Pero no solo fue importante su producción literaria, sino también su defensa del teatro y sus autores realizada desde las páginas de Primer Acto, revista de cuyo consejo de redacción formó parte, o desde la directiva de la Asociación de Autores de Teatro, de la que era miembro. Entre sus muchos reconocimientos destacan, junto con los premios obtenidos por gran parte de sus textos, la Medalla al Mérito Cultural en la Creación Literaria, Edición y Fomento de la Lectura, otorgado por la Junta de Castilla-La Mancha en octubre de 2018 o la concesión por parte del Ayuntamiento de Campo de Criptana del nombramiento de Hijo Predilecto a Título Póstumo, por acuerdo unánime del Pleno Municipal, el 29 de julio de 2024.