Elías Zamora nació el 6 de diciembre de 1925 en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real), en el seno de una familia humilde de clase obrera sin más recursos que sus brazos. Llevaban una vida digna hasta que comenzó la guerra civil. Hijo de Luis, un cantero anarquista miembro del Comité de Defensa de la República, que fue asesinado en 1940 y sepultado en la fosa común de Almodóvar del Campo donde aún continúa y de Dolores ama de casa dedicada plenamente a sus hijos que sufrió cuatro años de cárcel en Saturrarán por ser la esposa de un anarquista. Estos hechos le marcaron el resto de su vida. Tenía tres hermanos: Luis, Luz y Floreal.
A edad muy temprana, siendo niño, tuvo que desarrollar múltiples y duros trabajos en el campo, segando, cavando, recogiendo aceituna para subsistir y por ello tuvo que abandonar la escuela. También trabajó de albañil. Autodidacta hecho a base de tesón y sacrificio, “un enfermo de la lectura de libros y con necesidad de aprender” en sus propias palabras. Todos los conocimientos, habilidades y demás recursos conseguidos en esa época fueron logrados a través del interés personal y el esfuerzo. Tuvo que aprender a convivir con las adversidades y, en lugar de quejarse y maldecir a aquellos que los calumniaban, solamente buscó procurar el mayor bien posible para su familia sin causar ningún mal a nadie. Fue un luchador infatigable que nunca creyó en el dinero como medio para triunfar y conseguir una vida digna. Siempre pensó que la inteligencia es el medio más eficaz para llegar hasta donde uno se proponga.
Extraordinariamente dotado de manera innata para el dibujo y la pintura nunca recibió formación académica lo que no le impidió desarrollar sus habilidades con tesón y ganas de superarse. La primera persona que influyó en él fue su padre que, dándose cuenta de su capacidad le regaló un bloc de dibujo cuando tenía diez años y muchas fueron las tardes que se entretenía dibujando bajo un olivo que había en el patio de su casa. En 1952 recibió en la exposición de pintura de Puertollano el primer premio por el dibujo de mujer desnuda a carboncillo El Incompleto.
Siendo niño estudió solfeo y entró a formar parte de la Banda Municipal de Música de su pueblo tocando el saxofón. Al mismo tiempo, aconsejado por su maestro de escuela, estudió a distancia un curso de telegrafía en el Instituto Marconiano SER de Madrid y se diploma.
En 1946 se incorporó al servicio militar obligatorio en Tetuán del que se consideraba enemigo porque era pacifista y odiaba las armas. Las cartas que recibía de la familia le informaban la difícil situación económica familiar. Su ánimo rebelde y la imperiosa necesidad de ayudar a la familia le llevan a decidir subirse al monte con la excusa de hacer un dibujo del destacamento militar donde prestaba sus servicios y allí empezó a dibujar la cara principal de un billete de cien pesetas. El billete lo acabó en dos tardes utilizando solamente papel barba, tinta corriente y lápices de colores. En una semana hizo cuatro billetes. En Tetuán compró pequeñas cosas con cada uno de los billetes y puso un giro postal de trescientas pesetas a su madre para que pudiera comprar alimentos. A su familia le informó que el dinero era de la venta de varios retratos a carboncillo que había dibujado. Un tiempo después falsificó otros dos billetes, pero cuando fue a cambiar el tercero el comerciante descubrió que era falso y tras una fuerte discusión lo denunció. Sometido a juicio reconoció los hechos y las causas que lo habían llevado a hacerlo. Fue condenado a seis años y un día de prisión, En la prisión estuvo trabajando en tareas administrativas del centro. Fue liberado a los dos años y medio por un indulto promulgado por la boda del rey de Marruecos Hassan II.
Tras cumplir la condena y licenciarse regresó a Puertollano y buscar trabajo. Le denegaron empleo en la Empresa Nacional Calvo Sotelo por razones políticas, ser “hijo de rojo” era un estigma no dejaba de ser familiar de quienes habían apoyado a la República, los perdedores de la guerra. Pasado unos meses encontró empleo de administrativo en la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya. Trabajó allí hasta que en 1968 cuando emprende la aventura de crear una academia de mecanografía, taquigrafía y estenotipia “El Zodiaco”, además de una librería. Allí ejerció de profesor de estenotipia.
En 1964 publicó el libro Tu mundo no razona y en 1965 la novela fue premiada en París por la Academia Art-Sciencies-Lettres. Al año siguiente obtuvo la misma distinción por parte de Patrie-Art-Humanisme-Civisme. Es invitado por las dos academias y recoge ambos premios en París. Elías tuvo problemas para lograr el pasaporte y poder asistir a París a recoger los premios, debido a sus antecedentes políticos desfavorables.
En el libro expresa su teoría sobre la vida universal convencido de que lo que ha escrito es ciencia ficción pero que será realidad en el futuro. La novela fue previamente mutilada por la censura franquista, incluso tachada de hereje por la Iglesia Católica por su ideario libertario. En ella refleja una severa condena a la conducta del hombre como ser racional y una dura crítica al comportamiento de las religiones y teorías políticas con sus negativos resultados para la libertad y los derechos humanos expresando la personal teoría de Zamora sobre la existencia de vida en otros mundos del Universo. Esta novela se promocionó en Radio París dentro de una campaña sobre de la literatura española en Francia. Se conserva un registro sonoro del discurso en que el escritor recibía la medalla de plata de la Academia de Artes, Ciencias y Letras de Francia, por su obra Tu mundo no razona. La grabación recoge la interpretación de la canción El Universo habitado, cuya letra es del propio Zamora e inspirada en el argumento de la novela. También escribió buena parte del guion para realizar y dirigir una película de largometraje sobre la novela. No encontró productor y no pudo llevar a cabo este proyecto.
En 2008 publicó la novela Emilio y Elisa y el verdugo de Latorre donde trata sobre los primeros amores frustrados por circunstancias adversas a los deseos de los enamorados y el significado del amor cuando aparece por primera vez entre los seres humanos.
Cineasta y fotógrafo aficionado realizó hasta doce cortometrajes con medios muy precarios. destacando dos películas Semilla y savia torera, protagonizada por un niño de seis años en 1967, la presentó a un concurso de Televisión Española y ganó el primer premio nacional de cine amateur y Pan de La Mancha, rodada en 1969 en Villamayor de Calatrava con gente del campo obtuvo otro galardón internacional. Otros títulos fueron El sueño de una zagala, En busca de la fama o Ensayo en la cumbre. Él escribió los guiones de todas ellas.
Fundó, junto con varios amigos, entre ellos el periodista Lorenzo Díaz, el Cine Club C-7, donde organizaban charlas y coloquios proyectando las películas seleccionadas en el cine “Córdoba” de Puertollano. En ese tiempo escribía asiduamente artículos en la revista de tirada nacional C-7. Cine en 7 días.
En 1969 creó en Puertollano la academia “El Zodiaco” de mecanografía, taquigrafía y estenotipia. Diplomado en estas disciplinas ejerció de profesor. La academia alcanzó resonancia en los medios informativos nacionales cuando una de sus alumnas se convirtió en campeona de España de estenotipia.
Además de su actividad artística y literaria ejerció una actividad periodística en el diario Lanza, del que nunca quiso cobrar una crónica, un artículo o una fotografía. Durante más de sesenta años estuvo escribiendo crónicas deportivas y artículos de opinión muchos de ellos censurados por “comunistas”. Según Zamora “el director era falangista y teníamos muchas diferencias ideológicas, nunca estábamos de acuerdo. Cuando mandaba algún texto que no le gustaba directamente lo tiraba a la papelera”. En esos “años de represión hubo muchos”. Cuando llegó la democracia continuó con sus artículos siempre tajantes y directos al grano porque como él decía “ahora que se puede opinar por qué vamos a tener que callarnos”.
Entrevistó a personas del mundo del teatro, del cine, músicos y cantantes como Camilo Sesto, el Dúo Dinámico, Víctor Manuel, Rocío Jurado, Serrat, Julio Iglesias, Celia Gámez, Antonio Machín, J. L. Berlanga, Ibáñez Serrador, Gila, J. L. Ozores, Augusto Algueró, Montserrat Caballé, Pablo Sorozábal con el que entabló una importante relación de amistad y mantuvo una extensa correspondencia. También a personas de la calle porque afirmaba que “la gente tiene muchas historias que se tienen que contar”. Acompañado siempre de su cámara fotográfica con la que siempre por los pueblos en busca de historias.
En las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX escribió las letras de varias canciones registradas en la Sociedad General de Autores que formaron parte del repertorio de las orquestas de la época. Entre ellas el slow-rock Yo te enseñé el amor; el twist Ese sueño de amor; la cumbia Boda a la luna; el pasodoble Mora de Toledo; el bolero-rock A ciertas horas; el slow-fox Entre brumas; y Universo habitado, slow rock basado en la novela Tu mundo no razona. Y las letras no musicadas No me vayas a rezar, Fiesta del olivo, Amor eterno y sincero y Amor de mujer.
En 1973 fundó, junto a su hermano Luis, el Club de Fútbol “El Zodiaco” de Villamayor de Calatrava que participó en competiciones oficiales juveniles y regionales obteniendo algunos trofeos relevantes a nivel provincial y regional proclamándose campeón de la liga regional dos temporadas. Antes de esto pasó muchos años viajando con el equipo del fútbol Calvo Sotelo de Puertollano recorriendo España escribiendo las crónicas de los partidos. También instaló un gimnasio que dirigió en Argamasilla de Calatrava.
Interesado por la medicina natural realizó numerosos cursos y obtuvo varios diplomas acreditativos. En su condición de experto en medicina natural, nutrición y en entrenamiento deportivo publicó diversos artículos regularmente con las revistas Vivir con salud, decana del naturismo español editada en Barcelona, Inter-Gums y otras.
Elías Zamora Martín murió en Argamasilla de Calatrava en 2017 a los noventa y dos años de edad. Quiso ser enterrado en su pueblo natal, Villamayor de Calatrava, junto a su madre y su hermana Luz. De quién fue este librepensador dice mucho el epitafio que dejó escrito en su tumba: “Aquí yacen los restos de un amante de la naturaleza y admirador del universo que siempre estuvo seguro de la existencia de vida en otros mundos y nunca creyó en ninguno de los falsos dioses inventados por las religiones de este planeta”.
Fuentes:
- Archivo personal de Elías Zamora.
- Diario Lanza.
- Entrevistas personales a Elías Zamora. 2001 y 2012.
- Radio París (1966) Discurso de Elías Zamora Martín en la entrega de premios a su novela Tu mundo no razona. https://devuelvemelavoz.ua.es/devuelveme-voz/visor.php?fichero=9192.mp3
- Zamora, Elías, Por qué falsifiqué billetes de 100 pesetas, Madrid, Ediciones Libertarias, 1992.
- Zamora, Elías, Tu mundo no razona, Madrid, Ediciones Libertarias, 1993.
- Zamora, Elías, Emilio y Elisa y el verdugo de Latorre, Ciudad Real, Diputación Provincial, 2008.