Natural del municipio conquense de Chillaron, donde nació en 1901, Emilio Martínez Martínez conoció las condiciones de vida de los trabajadores como empleado en la fábrica de maderas de Venancio Gascueña. Fue miembro de la UGT y de la Agrupación Socialista de Cuenca, aunque se desconoce su fecha de afiliación.
En las elecciones municipales de 12 de abril de 1931 -que se presentaron como un plebiscito al régimen monárquico, tras la dictadura de Primo de Rivera, y constituyeron la antesala de la II República- Martínez concurrió en la candidatura de la conjunción republicano-socialista de Cuenca. Conviene aclarar que, en esos momentos, los candidatos concurrían en listas abiertas por un distrito concreto. El suyo fue el IV (Diputación), situado en la ciudad baja, el más poblado, joven y con mayor peso demográfico de los jornaleros, la mayoría censados en el barrio popular de Los Tiradores.
Emilio Martínez fue uno de los cinco concejales socialistas electos el 12 de abril en una coalición antimonárquica compuesta mayoritariamente de candidatos republicanos y que se alzó con la mayoría de las actas en disputa en Cuenca. La conjunción venció en la capital conquense por apenas un concejal de diferencia respecto a los monárquicos, once frente a diez. Martínez fue el candidato más votado de la Agrupación Socialista (440 votos) y el tercero más respaldado, tras los republicanos Juan de Mata Romero Moranchel (491) y Francisco Torralba Rabadán (462).
Tras la renuncia irrevocable, en diciembre de 1932, del primer alcalde republicano, el farmacéutico Juan de Mata Romero, y la renuncia a coger el testigo de su amigo y primer teniente de alcalde, el agente comercial Francisco Torralba, le correspondió el bastón de bastón de mando de la ciudad, de manera interina, al cuarto teniente de alcalde, Emilio Martínez.
Que un jornalero fuera alcalde de una capital de provincias, aunque lo hiciera de manera provisional, suponía una gran convulsión en la vida pública de esta ciudad castellana. Las tensiones existentes entre socialistas y republicanos, por un lado, y entre estos últimos entre sí, aceleraron su dimisión apenas tres meses después, el 25 de febrero de 1933. Martínez fue relevado el 5 de marzo por el industrial Alfredo García Ramos, un republicano del partido radical socialista.
Emilio Martínez volvió a trabajar, a continuación, en el matadero municipal. Según la web de la Fundación Pablo Iglesias (https://fpabloiglesias.es/), formó parte de las Brigadas de Investigación durante la Guerra Civil, en representación de la UGT conquense, siendo posteriormente miembro del Servicio de Información Militar (SIM), encargado de tareas de inteligencia y espionaje para detectar a los quintacolumnistas.
Fue condenado por Consejo de Guerra de 27-4-1939 y fusilado en Cuenca el 10-5-1939. Tenía 38 años y dejó viuda y 6 hijos.