En un artículo titulado “Algunas notas para la historia del Alfarillo de la Menora” Emilio Niveiro sintetizó su trayectoria pública del siguiente modo: “Toda mi vida ha estado –como muy bien dice Camilo José Cela en una dedicatoria que conservo como oro en paño- «entre el barro y el papel». Mis dos grandes amores. El primero, el del barro, porque me vino de nacencia ya que soy hijo, nieto y bisnieto de ceramistas talaveranos, y el segundo, por mi afición a la escritura que me hizo ser, a los diecisiete años, crítico de libros de El Sol, aquel gran periódico que prácticamente desapareció el 18 de julio de 1936”.
En efecto, Emilio Niveiro conjugó a lo largo de su vida su pasión por la cerámica con el cultivo de las letras. En este último campo destaca de manera especial su asidua colaboración en periódicos y revistas del más diverso pelaje.
Nacido en Talavera el 5 de febrero de 1919, inició sus estudios en su misma localidad, al lado de su amigo el poeta Rafael Morales con quien colaborará, junto con el escultor Víctor González Gil, auténtico factótum del proyecto, en la edición en Talavera de la revista de índole cultural Rumbos (1935-1936). Allí, en compañía de Morales, con “desparpajo e inocencia” se atrevió a “pontificar” sobre personajes talaveranos como el Arcipreste de Talavera o el padre Juan de Mariana en artículos titulados “Ensayos”, “Sinfonismos” o “Miss X, niña y lejana,…”.
La revista, por otra parte, contará con una firma de prestigio: el poeta Miguel Hernández que publica allí el poema “Pastora de mis besos” después recogido, con variantes, en El rayo que no cesa.
A mediados de los años treinta, Emilio Niveiro se traslada a Madrid para realizar estudios universitarios de Derecho que no finalizará a causa del estallido de la guerra. Comienza entonces a colaborar, con apenas diecisiete años, como crítico literario en el prestigioso diario El Sol en donde escribe reseñas de autores contemporáneos como Vicente Aleixandre, Benjamín Jarnés, Germán Bleiberg, Pedro Salinas o Manuel Altolaguirre. Una crítica del libro de Aleixandre La destrucción o el amor le franquea las puertas de Velintonia, en donde entabla amistad con Miguel Hernández. Será, además, el propio Niveiro quien luego conduzca a Rafael Morales o Julio Maruri a la casa de Vicente Aleixandre, según éste atestigua en su libro Los encuentros.
Durante la Guerra Civil expresa en principio su adhesión a la causa republicana firmando el “Manifiesto de la Alianza de Escritores Antifascistas para la Defensa de la Cultura” aparecido en el diario La Voz el 30 de julio de 1936. Poco después virará ideológicamente hacia la causa franquista. Tendrá que purgar tales bandazos durante la posguerra con un largo servicio militar en Melilla. Algunas de sus impresiones de la época quedan plasmadas en artículos aparecidos en el diario El Español.
En 1946, Emilio Niveiro, tras un largo noviazgo, contrae matrimonio con la joven talaverana Mª Purificación de Santo de la Llave. Por entonces se hace cargo del viejo alfar de cerámica El Carmen fundado por su bisabuelo Juan Niveiro Paje, pero tiene que tomar decisiones dolorosas motivadas por los efectos de la Guerra Civil y las nuevas regulaciones laborales. Estas circunstancias le forzaron a convertir el negocio familiar en cooperativa junto con los trabajadores (1949), hasta que en 1965 fue clausurado definitivamente. Emilio Niveiro hizo un nuevo intento en 1963, al abrir un pequeño alfar denominado La Menora, en recuerdo del que existió con este nombre en el siglo XIX. Junto con Alfonso Chacón buscó obtener una producción innovadora, con un acabado mate sobre series antiguas, pero este proyecto tampoco tuvo una larga vida. No obstante, la producción de La Menora alcanzará cierto reconocimiento internacional con su vuelta a los modelos clásicos.
Aparte estos desempeños en el negocio cerámico, en Talavera entra en contacto con un pequeño grupo de intelectuales formado por, entre otros, Juan Antonio Castro, Antonio Moraleda, Enrique Ginestal o Paco Heras que alentará el alicaído ambiente cultural de la ciudad con la creación de tertulias literarias como “La Pirámide de Cartón”, la fundación del grupo literario El Candil o la aparición del semanario La Voz de Talavera. En las páginas de este último colaborará frecuentemente empleando a veces seudónimos como “Luis Toledano”o “Juan del Tajo”.
De este modo, Emilio Niveiro no ha dejado de cultivar la que constituye su auténtica vocación: la escritura. A esta pasión da rienda suelta por medio de colaboraciones en la prensa nacional y en revistas culturales de amplio recorrido como Abc, Ya, La Verdad de Murcia, Índice, etc. Dueño de una prosa jugosa, de ascendente cervantino, sus artículos diseccionan con amenidad la realidad y se centran en muchas ocasiones en el recuerdo de sus ricas experiencias personales vividas al lado de personajes como Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Miguel Hernández o Luis Cernuda.
Según avanzó en los años sesenta en las páginas de Índice dejó escritas un par de novelas (Tierranegra y Sobre el lomo del tigre) y una obra de teatro que permanecen inéditas. Al parecer pergeñó unas memorias que tampoco se han llegado a publicar. En cambio, tras su muerte sí se editaron unas consideraciones acerca de la cerámica publicadas bajo el título de El oficio del barro, único libro aparecido bajo su firma.
Emilio Niveiro fue académico de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, presidente de la Fundación Vives de Estudios Sociales y miembro del Patronato de la Fundación Tomás Moro.
Falleció en su ciudad natal el 17 de octubre de 1993.
Obra:
- El oficio del barro. Notas de un alfarero, Talavera de la Reina, Col. Padre Juan de Mariana, 1994.
Bibliografía:
- Manso Martínez de Bedoya, “Niveiro. Alfar El Carmen”, La cerámica española y Don Quijote, Toledo, 2005.
- Mª Gómez Gómez, “Emilio Niveiro Díaz, el oficio del barro y el de la pluma”, en AA. VV., 50 toledanos en el recuerdo, Toledo, 1998, pp. 193-195.
- Rojas, “Epistolario talaverano. Cartas al ceramista Emilio Niveiro”, Alcalibe,nº 5, Talavera de la Reina, 2005, pp. 297-341. Íd.,
- “Emilio Niveiro, crítico de la Generación del 27”, La Voz de Talavera, 10 mayo 2011, pp. 42-43.
- VV., La revista Rumbos en el centenario del nacimiento de Miguel Hernández, Talavera de la Reina, 2010.