A Francisco Javier Sánchez Torres le cabe la honra de ser la persona que publicó la primera “Historia de la Ciudad de Albacete”, entre los años 1896 a 1898 y que, de forma resumida, sería premiada en los Juegos Florales de 1902. En esta ocasión, el Ayuntamiento de la ciudad prometió su publicación, que no llegaría a ver la luz hasta muchos años después, en 1916, cuando nuestro autor ya había fallecido.
Hijo de Catalina Torres y Francisco Sánchez, ambos naturales de Albacete, nace el 20 de septiembre de 1854, en la calle del Rosario. Sus abuelos paternos son Bartolomé Sánchez, “de las Peñas”, y Catalina Gómez, de Chinchilla. Y sus abuelos maternos, Antonio Torres y Josefa Muñoz, ambos de Albacete (Family search, https://www.familysearch.org/es/).
Profesionalmente, sabemos que Sánchez Torres se movía en el ámbito del Derecho y fue secretario de Gobierno de la Audiencia Provincial. Así, en 1899 publicó “Lo Gubernativo en los Tribunales y Juzgados”; una especie de manual o “colección metódica y ordenada de las disposiciones legales vigentes que en materia gubernativa necesitan conocer los Presidentes de los Tribunales, Jueces, Secretarios y abogados”, todo ello producto de una serie de fichas elaboradas por el propio autor en el ejercicio de su profesión. Pocos años después, en 1904, añadiría un apéndice que completaba el trabajo (ejemplares de estas publicaciones se conservan en la Biblioteca del Colegio de Abogados de Albacete. Así mismo, en su labor fue el creador de una importante biblioteca jurídica que, en buena medida, debe estar conservada en la actual sede del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
Si bien es encomiable su labor en el campo jurídico y profesional, su importancia vendrá por su inclinación por la historia de la ciudad que le vio nacer pues, como señalamos, entre 1896 y 1898 publicará por entregas en el periódico local el Defensor de Albacete sus “Apuntes para la Historia de Albacete”, a los que le precedieron diversos artículos puntuales relacionados con el tema. En éstos, es destacable el capítulo dedicado a la historia de la Virgen de los Llanos, reeditada en diversas ocasiones; un detalle que viene de la especial vinculación familiar con la Patrona de la Ciudad, siempre abordado con objetividad histórica. Los Apuntes para la Historia de Albacete, no vieron la luz hasta la tardía fecha de 1916. Sin duda, pese a sus carencias y posibles errores, constituyeron, como también lo fue la Crónica de la Provincia de Albacete, de Roa Erostarbe, de pocos años antes, el inicio de los primeros estudios correctos de la Historia de la ciudad de Albacete.
Por otra parte, hay que señalar, con respecto a la figura de Francisco Javier Sánchez Torres, que el mismo autor indica en sus páginas que su obra venía recogida del interés que su padre, Francisco Javier Sánchez Gómez, ya había tenido hacia estos temas locales. Un interés familiar que pasará también a la figura de su hijo, Joaquín Sánchez Jiménez, artífice de la arqueología y el Museo de Albacete e, incluso a algún otro de sus descendientes, directos o indirectos.
Si el contenido de esta primera Historia de Albacete es desigual para los períodos anteriores a la época Contemporánea, todo lo relativo al siglo XIX y a su época son de absoluta fidelidad.
Sin duda, con Francisco Javier Sánchez Torres se inició un período nuevo para la investigación del pasado de Albacete y su provincia luego, en buena medida continuado por la figura de su hijo Joaquín Sánchez Jiménez (1861 – 1962) alma y creador del Museo de Albacete.