Francisco Javier Segovia Molina, nació en Ciudad Real el 10 de mayo de 1953. Perdió la vida en un accidente de tráfico el 7 de febrero de 1977 a la edad de 23 años.
Sus composiciones tienen básicamente como protagonistas a La Mancha, sus pueblos y sus gentes. Reivindicó a través de las letras de sus canciones lo mejor para todos ellos a nivel social y cultural… fueron el eje fundamental de su trayectoria personal y artística, una constante en su palabra.
Desarrolló en su corta carrera un amplio currículo musical, de cuyo alcance nos privó el fatídico destino, recibiendo premios como: tres primeros premios y dos segundos en el Festival de La Mancha, primer premio en el Festival de las Tablas de Daimiel, primer premio Festival música Folk de Tomelloso, primer premio Festival de la Canción de Verano de Puertollano, primer premio Festival Folk de Villarrubia de los Ojos. Veintitrés años fueron suficientes para dejarnos un legado de poemas y canciones que deberían permanecer y ser conocidas en el tiempo.
Javier es recordado por quienes le conocieron como un joven alegre, con una guitarra entre sus manos, o con papel y lápiz componiendo poemas. Su agradable forma de ser, gran nobleza y sensibilidad especial, unidas a su atractiva personalidad le hacían ganarse la atención de todos los que le escuchaban y compartían momentos de su vida.
Su pérdida fue un golpe emocional irreparable para amigos, conocidos, y para su entorno en general. Tras su muerte, pronto se celebró un primer homenaje en reconocimiento de su valía, concretamente un mes y medio después de su desaparición, el 1 de abril de 1977 en el teatro-cine Quijano. En ese acto todos los componentes de los grupos que formó, Preludio, Pandorga, Puzzle, entre otros, más todas las personas que a través de la música tuvieron relación con él, cantaron sus canciones convirtiendo el recital en una auténtica muestra de admiración hacia su arte y personalidad.
Tras esta primera manifestación, sus amigos deciden recordarle año tras año a través de actividades encaminadas a difundir su obra poético-musical. Se comienza a cantar la Canción de la Pandorga, escrita por Javier, inspirada en las fiestas locales del mismo nombre, a principios de 1973 y estrenada ese mismo año, el 12 de agosto, en el transcurso del primer Festival de la Canción Manchega.
Con el paso de los años, el grupo de amigos se va estabilizando paralelamente al auge de la fiesta del 31 de julio. Entre finales de 1993 y principios de 1994 se elabora un “Proyecto de difusión de la obra poético-musical de Javier Segovia” que contempla entre otros el objetivo de proponer al Ayuntamiento de Ciudad Real el elevar a la categoría de HIMNO la Canción de la Pandorga, al haberse convertido esta en un canto popular durante estos días. La Comisión de Gobierno da luz verde al mismo siendo aprobado por el Pleno Municipal ese mismo año.
El Himno de la Pandorga se canta por primera vez como tal (ya se venía haciendo desde años atrás, pero sin esa categoría) el 31 de julio de 1994 en la Plaza Mayor, tras la proclamación del Pandorgo y Dulcinea de ese año.
En mayo de 1996 y patrocinado por el Ayuntamiento de Ciudad Real, se graba Cantos de nuestra tierra, un CD en el que se incluyen además del Himno otros cuatro temas más de Javier, interpretados por sus amigos y otros cantautores y grupos manchegos.
Por esos años, cada 31 de julio, a las 13 horas, se realiza un sencillo homenaje al autor del Himno en el Templete del Prado de la catedral, en el que interviene un coro formado por niños y adultos que interpretan canciones de Javier, y en el que participan autoridades y familiares del mismo. A este Acto se le denominó durante algunos años INFANDORGA (Pandorga Infantil) debido al número de niños participantes.
En 1998, la agrupación de amigos, propone la realización de un Grupo Escultórico que perpetúe la figura de Javier Segovia. Tras diferentes y variadas gestiones se inicia la realización del mismo a cargo de la escultora Gema Céspedes Barroso.
Tras solicitar al Ayuntamiento autorización, este nos permite la ubicación del conjunto en uno de los jardines del Prado. El 31 de julio de 1998 se procede a la Inauguración en un Acto sencillo y muy emotivo al que asistieron familiares, todas las autoridades locales, asociaciones, peñas, Pandorgos y numerosísimo público.
Desde entonces cada año se homenajea en el Templete a nuestro mentor, celebrándose en fechas cercanas a la Pandorga un concierto que finaliza con la imposición del pañuelo de yerbas y el ofrecimiento del puñao de torraos típico de la fiesta al busto de Javier por parte de las autoridades, mientras se canta el Himno.
De igual manera, cada 31 de julio en la Plaza Mayor, al finalizar el Acto de proclamación de Pandorgo y Dulcinea, se interpreta el Himno que es coreado por todos los asistentes.
Con el paso del tiempo el grupo de amigos, ya muy numeroso, se plantea darle oficialidad a la Asociación. Concretamente el 26 de marzo de 2008, tras la elaboración y presentación de Estatutos y demás documentación ante la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, se procede al registro oficial de la misma.
Desde entonces la Asociación Cultural Amigos de Javier Segovia continúa realizando espectáculos anuales, en el Templete del Prado de la Catedral, como asimismo en los Lunes Musicales del Antiguo Casino, Teatro Quijano y diferentes espacios culturales de nuestra provincia, siempre con el fin de seguir difundiendo el legado de nuestro mentor.
Este sería el listado de composiciones más significativas:
Pandorga
Instancia
Madre Mancha
¡Oh sol!
Esta es mi libertad
Según él
Mientras llueve en el balcón
Castañera
Y saber
Banco dormido
Quiero escribir tu nombre libertad
Hoy es otro día más
Esta tierra de Cervantes
Verso dulce.
La obra de Javier Segovia sigue viva y su espíritu transmitido año tras año, a través de sus amigos, a las gentes y a los pueblos.