Director entre 1916 y 1918 del periódico local El Día no fue éste el único medio que dirigió. Durante muchos años fue uno de los “adelantados” de Infor-maciones. Político y polémico, fue diputado a Cortes en la legislatura de 1936. Trabajó en el cine español anterior a la guerra, dirigiendo “La malcasada”, pero su verdadera vocación estaba relacionada con el teatro. Fue empresario y direc-tor, y durante algunos años estuvo ligado a la actriz María Banquer, con la que desarrolló una próspera temporada en el viejo y desaparecido teatro Cómico madrileño. Tradujo obras policíacas. Fue editor y director junto al periodista Antonio de Lezama de La Hoja de Parra, semanario frívolo que abría cada uno de sus números con el retrato fotográfico de una canzonetista o bailarina y con el que alcanzó gran éxito y popularidad en su primera época alfonsina, entre 1911 y 1916. También dirigió y editó durante la República, Fray Lazo, revista de corte anticlerical, más ordinaria y de peor calidad que la anterior.
Ya en el exilio, inmediatamente después de llegar a México, en los primeros años cuarenta, editó una revista de temas femeninos llamada Confidencias, tomando como referencia la francesa de igual título, pensada y dirigida total-mente por él. Una publicación ligera, con la que consiguió ganar mucho dine-ro, y que logró una extraordinaria difusión así como una longitud de vida inu-sual, pues alcanzó a llegar casi hasta 1960. Constaba de algunas secciones fijas como el “Consultorio Sentimental”, o la de “Correspondencia”, en la que los lectores concertaban matrimonios o, simplemente exponían de manera divertida y, en muchos casos, extraordinariamente sincera, sus aspiraciones.
De forma inusitada vendió la revista y se fue a Buenos Aires. No se sabe qué propósitos le llevaron a adoptar tales decisiones. Parece que estaba muy enfer-mo. En la ciudad bonaerense murió, pero no hay acuerdo en cómo sucedió. Unos apuntan a que se produjo de un ataque al corazón nada más desembarcar, mientras leía un cablegrama en el que se le comunicaba el fallecimiento de su madre en España. Otros sostienen una muerte por inanición. En cualquier caso, dos diferentes versiones de muerte, a cual más cruel, para un hombre inteligente y un periodista que a pesar de algunos defectos, fue un magnífico profesional. En su bibliografía encontramos títulos como, Titirimundi, Cataluña-Companys, Hombres de Europa, Hombres de América, Belmonte el misterioso y La tragedia prevista, no constando datos relativos a fechas de edición ni editoriales.