Nació en Cuenca, en 1891 y apenas acabar sus estudios en la Escuela Superior del Magisterio solicitó en 1914 su primera pensión. Sus intereses eran en esas fechas los niños con problemas de aprendizaje (niños anormales como se denominaban tanto a los que presentaban deficiencias físicas como psíquicas) y para ello quería hacer estudios en los Laboratorios de Psicología Pedagógica en la Sorbona de París y en los Laboratorios del Dr. Demoor en Bruselas.
En 1917 era ya profesora de Gramática y Literatura en la Escuela Normal de Toledo y pasado el tiempo, en 1934, volvió a solicitar una pensión para hacer estudios de metodologías activas. Es decir, según ella misma expone en su instancia, quería visitar “Escuelas Nuevas”, aprender a realizar prácticas escolares, observar “lecciones modelo”, cuadernos de preparación de material, formas de autocorrección del lenguaje para normales y para anormales. A juzgar por su instancia los conocimientos pedagógicos de esta profesora de Toledo eran más que notables y su compromiso con la reforma republicana de las Escuelas Normales también. Por ello, al justificar su solicitud de pensión exponía a la Junta que “hasta ahora el plan de estudios se reducía a enseñar Gramática y Literatura a las alumnas pero con las modernas orientaciones hay que enseñarles también la metodología de la asignatura”. Para ello, demostrando conocer los mejores centros para aprender las nuevas metodologías de la lengua, proponía el recorrido que deseaba hacer por los distintos países y ciudades, especificando profesorado y cursos: París (centros experimentales de Bicêtre y de Salpetriêre), Burdeos, Bruselas (escuelas de Decroly y Hnos. de la Escuelas Cristianas), Gante, Amberes, La Haya, Museos pedagógicos, etcétera. Las escuelos-modelo y, sobre todo, las “Escuelas Nuevas”, el proceso de aprendizaje del alumnado, cómo organizar seminarios y excursiones y cómo despertar el espíritu crítico en el alumnado. Todo un programa de modernidad.
Como mérito, la profesora González-Blanco conocía bien el francés, había visitado (por cuenta propia) escuelas en Francia, Suiza, Inglaterra, Alemania, Holanda e Italia y había asistido a varios Congresos Internacionales. Además había publicado Apuntes de Literatura española y poseía un alto nivel de idioma francés. No parece que realizara el viaje.
En febrero de 1936 solicitó nuevamente una pensión. El 31 de noviembre de 1939 la Comisión Depuradora de Toledo resolvió el “traslado definitivo fuera de la provincia e inhabilitación para cargos de confianza”. Finalmente ejerció en Cuenca y en La Laguna.