Cien son muchos años, pero si alguno de vosotros le hubiera preguntado, ella –con toda seguridad—os habría contestado que ella “ya no cumplía años”. En agosto, el día de Santa Clara, próximos los cien, se montó en una estrella fugaz para dirigir un “coro de ángeles” que le habían encargado en el cielo.

Su padre, el recordado Luis Ibáñez Fernández, que había nacido en Sigüenza, decidió casarse en 1914 con la asturiana Carmen Braña Sierra y, de esta unión, nacieron diez hijos y dos malos partos: Conchita, Luis, Emilio, Carmen, Sara, Inés, Antonio, Luisa, Jesús y Jesús. Solo vivirán Luis, Emilio, Inés y Antonio; quizás por eso y por otra serie de circunstancias y sobre todo, al principio de su estancia, doña Carmen le pedirá repetidamente a su marido marcharse de Valdepeñas.

Si habéis contado la enumeración que hice ya sabéis que Inés es la sexta de la unión de sus padres, la tercera de los Ibáñez que nosotros hemos conocido y la única hija superviviente.

No obstante, también diremos que el 10 de diciembre de 1922 es cuando nació. Para su padre era su niña, su Inesita como él la llamaba y que, después de haber muerto sus tres hermanas, es tratada con mimo y celo en el seno de una familia que vivía justo encima del esquinazo del bar Sebastián con la, entonces, calle Principal y hoy Maestro Ibáñez, en honor de su padre.

También cuentan que su infancia transcurrió entre juegos, risas, y –cómo no, pues de ello se encargó su padre, al igual que hizo con todos sus hermanos– entre corcheas, semicorcheas, blancas y negras; sin embargo, el maestro, que conoce la esclavitud a la que la música te somete, no quiere que su hija se dedique a ella de forma profesional. Le decía: “Tú, Inesita, tienes que ser maestra; lo tuyo está con los niños”. Pero, lejos de hacerle caso, comenzará, a estudiar música para examinarse “libre” en el Real Conservatorio de Música y Declamación de Madrid.

Su padre, al principio, no quiere prepararla, pero al final, y visto su entusiasmo, le da clases para que pueda acceder a las “pruebas libres”. Y llegamos al año 1942, un año clave en la vida del maestro y de su hija, pues crea la Coral de Voces Blancas de la Sección Femenina, germen de la actual Agrupación Coral “Maestro Ibáñez” y la Rondalla de Educación y Descanso.

Será en 1945 cuando Inés Ibáñez se suba por primera vez al escenario a dirigir “su coro”, como podéis ver solo han pasado unos años desde entonces hasta hoy unida a la conjunción de voces.

En 1948, concretamente en el mes de julio, en el teatro Royalty, participan de forma conjunta padre e hija. En la primera parte interviene el Coro Femenino de la Sección Femenina dirigido por Inés y la Banda Municipal a continuación.

En 1949, “su coro” es premiado en el Concurso Internacional de Canciones y Danzas Populares, obtienen el Segundo Premio Internacional y el Primero Nacional. Su padre le arregla canciones populares para su interpretación; sin embargo, pretende que esto solo siga siendo un divertimento, nunca un modo de vida.

En sus estudios musicales que abarcan desde 1949 a 1958, Inés, obtiene las mejores calificaciones; ello le va a ayudar en su empeño para obtener la plaza de Profesora de Música de la Escuela-Hogar del Instituto de Enseñanza Media de Valdepeñas, nombramiento que va a obtener de forma interina y que tendrá efectos económicos el 1 de enero de 1950 con un sueldo anual de tres mil quinientas pesetas. Este puesto no lo abandonará hasta su jubilación como catedrática en diciembre de 1987.

En 1954, el 7 de mayo, Inés colabora con su padre, preparando bailes, para la función-homenaje a la Rondalla de Educación y Descanso y, con el comienzo del curso escolar llega a Valdepeñas, procedente de León, donde explicaba Lenguas Clásicas, Filosofía y Literatura, Rafael Llamazares.

Conoce a Inés en la biblioteca municipal, regida por Eufrasia Lasala, y se queda prendado de ella y, luego, busca una excusa para quedarse en la ciudad. Le atrae, según su propio testimonio, la vida cultural de Valdepeñas, descubre a Juan Alcaide, ya fallecido y del que lee sus primeros versos en los libros que le presta don Luis, al pintor Gregorio Prieto y al propio maestro Ibáñez.

Tras unos años de relación, el 3 de julio de 1957, en la capilla del Asilo, se casan Inés Ibáñez y Rafael Llamazares. No tendrán descendencia o, al menos eso es lo que ellos se piensan porque…

El 8 de septiembre de 1961, mientras se celebra la misa solemne en honor a la Virgen de Consolación, patrona de Valdepeñas, y en la que se interpreta una misa, motetes, plegarias y el himno a la Virgen, compuestos por él, muere en Valdepeñas el maestro Ibáñez, su padre. A su muerte, su hija Inés se hace cargo, definitivamente, del Coro que, hasta ahora ha dirigido al alimón con su padre, y le incorpora –procedentes del Instituto “Bernardo de Balbuena”—las primeras voces masculinas con las que contará la Coral.

En esta segunda etapa también los premios se suceden: provinciales, regionales y nacionales. En 1978, y a propuesta de su Junta Directiva, el coro toma dos decisiones: no volver a concursar y poner el nombre de su creador a la Coral, desde entonces es conocida tal y como se presenta: Agrupación Coral “Maestro Ibáñez” de Valdepeñas.

No vamos a hablar de los cientos de recitales de toda clase en los que ha dirigido a la Agrupación Coral “Maestro Ibáñez” a lo largo de toda la geografía española, pero sí queremos dejar constancia de algunos de los múltiples homenajes que ha recibido y de los que destacaremos solo algunos:

• Con motivo de su jubilación, en diciembre de 1987, se la homenajea con un emotivo y merecido acto tras, y como ella dice “…cuarenta y tantos años en el Instituto Bernardo de Balbuena”, con un concierto de Sorin Melinte con el que la Diputación quiso unirse.
• El diario Lanzale concede el Premio Vino Blanco (15 de noviembre de 1995).
• Es Hija Predilecta de la ciudad (8 de septiembre de 1995).
• Es reconocida en el acto de “Mujeres Ejemplares” el 8 de marzo de 2001.
• El Ayuntamiento de Valdepeñas le dedica una calle (29 de enero de 2002).
• En el año 2002 y junto a su familia se la homenajea en un acto que llevó como título “Cien años de música en Valdepeñas. Homenaje a la familia Ibáñez”.
• El Museo del Vino de Valdepeñas acogió el día 10 de junio de 2010 la celebración del II Día de la Educación, acto en el que se reconoció la labor de Inés.
• El sábado 3 de marzo de 2012, los componentes de la Agrupación Coral que han ido pasando por sus manos se reúnen en un “Encuentro Homenaje”, que se subtitula “La vida contigo”, para homenajear a su directora con un recital y una exposición fotográfica.
• Es pregonera de las fiestas del Barrio de la Zona Centro el 18 de mayo de 2012.
• El diario Lanza le concede el Premio Vino Tinto (15 de noviembre de 2012).
• Dentro de las Fiestas del Vino de 2014, el 5 de septiembre, se la reconoce con el Premio a la Tradición tras la ofrenda del primer mosto a la Virgen de Consolación. Premio otorgado por el Grupo Fermento.
• El 29 de octubre de 2015 recoge el Premio a la Dedicación Musical de ImasTV.
• También, y dentro de las Fiestas del Vino de 2016, se le concede la Medalla de Oro de la ciudad y dice Jesús Martín: “…no se nos escapa algo que hubiera sido una deuda impagable que es concederle la Medalla de la Ciudad a una mujer como doña Inés Ibáñez Braña por su trayectoria, por su familia y por el mundo de machismo del que ella viene que apartaba a las mujeres y ella supo con humildad estar siempre ahí. Así que, por edad, no se trata de que me haga especial ilusión dársela a ella, pero me felicito de que por primera vez los españoles hayamos llegado temprano a hacer justicia con alguien que tanto ha dado de su vida al conjunto de la ciudadanía”.
• En 2017, dentro de las Fiestas de la Vendimia, por el Grupo Raigambre se le otorga el Premio de los Bailes del Candilillo.
• El 31 de mayo de 2018 es nombrada Hija Predilecta de Castilla-La Mancha por el presidente Emiliano García-Page Sánchez.
• En julio de 2018, es reconocida por el Ayuntamiento de Valdepeñas que le pone su nombre al Auditorio “Inés Ibáñez Braña”.
• El 8 de junio de 2019, la Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto “Bernardo de Balbuena” le da un homenaje por toda su trayectoria, tanto musical como educacional.
• El 11 de diciembre de 2021 ve la luz el libro que recoge la biografía de su padre y sus composiciones musicales Luis Ibáñez Fernández, maestro de música.

En la Navidad de 2021, Inés dirigía por última vez a su coro. Había ido a escucharlo y a petición de sus integrantes acepto dirigir “Adeste fifeles”, como en tantas y tantas navidades.

Decíamos antes que Inés y Rafael pensaron que no iban a tener descendencia, es verdad, pero lo que ellos no sabían es que todos los miembros de su coral la consideran “una segunda madre” y, asimismo, creen que, ella también los siente a todos un poco como parte de sí, que ella ha sido y sigue siendo el alma y el corazón de la coral gracias a su trabajo y a su forma de entenderlos.

Ella derramó durante muchos años, en el fondo de esa alma y cada día, acordes llenos de ilusión; los que hemos tenido la suerte de estar a su lado sabemos que con solo mirarla se podía apreciar el brillo especial de sus ojos y cómo toda esa vida llena de belleza, de acordes y de notas sobre un pentagrama, ha ido impregnándonos a todos como si se tratase de “polvo de hadas”, que nos ha hechizado y nos mantiene unidos a ella y a su música para siempre.

Referencia:

• Tomas Megía Ruiz-Flores: Luis Ibáñez Fernández. Maestro de música, Valdepeñas, Ayuntamiento de Valdepeñas, 2021.