Nació en Granada el 18 de Abril de 1886. Maestra Normal procedente de la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio (número 11 del curso 1912-1913), fue nombrada el 2 de Julio de 1913 Profesora Auxiliar de la Sección de Ciencias de la Escuela Normal de Maestras de Ciudad Real, posesionándose el 15 del mismo mes y cesando el 8 de Enero de 1914. Como sus interese eran las ciencias y su metodología había solicitado quedarse en Madrid, en comisión de servicios en el Museo de Ciencias Naturales para trabajar sobre temas de Etnología y Psicología, pero no logró su propósito.
Sus inquietudes científicas y pedagógicas le llevaron a solicitar una beca a la JAE y así, en 1913, obtiene la beca en grupo solicitada para ir al extranjero (Francia y Bélgica) a “visitar escuelas y estudiar su organización no solo en las escuelas primarias sino también en las Normales” (bajo la dirección de Matilde García del Real) con un 2º grupo de maestras. Formaban parte de este grupo otras maestras de nuestra región como Mª Dolores Gil Cuervo, de Alameda de la Sagra (Toledo), y Ana-Mª Gómez Sánchez, de Tarancón (Cuenca). La duración de la beca fue de dos meses en verano, aprovechando las vacaciones para conocer las instituciones pedagógicas de esos países. La beca tenía una dotación de 350 pesetas mensuales y 500 para viajes. Posteriormente le valdría esa experiencia en el extranjero, entre otras cosas, para poder comparar, con ventajas e inconvenientes, las colonias de niños que había visitado en Blankembergue (cerca de Ostende -Bélgica-) con las que ella llevaría a cabo con los niños de Albacete en la colonia escolar realizada en Benidorm a principios de los años veinte.
Amparo deseaba conocer profundamente los métodos de investigación para el estudio de los grados de inteligencia. Había hecho una investigación sobre más de 3.000 niños/as y concluyó que los niños españoles iban retrasados con respecto a los franceses dos años en cultura general y tres en cuanto a Ciencias exactas, físicas y naturales. No solo era el retraso en cantidad de conocimientos sino en capacidad de discurrir. En la memoria justificativa que presentó a la JAE para conseguir la beca decía que “los pequeños, solían contestar mejor que los mayores a las preguntas adecuadas a su edad, no comprendidas en los libros que estudiaban”. Era falta de nutrición. La higiene y la alimentación era lo más importante para el desarrollo de la inteligencia, pero también los mejor alimentados presentaban el mismo problema, lo que le llevó a pensar que serían “los métodos de enseñanza… los que producen estancamiento cuando no represión del desarrollo intelectual en los niños españoles”.
Por real orden de 26 de Mayo de 1914, y en virtud de concurso de traslados entre maestras normalistas, fue nombrada Profesora numeraria de la Sección de Ciencias de la Normal de La Laguna (Canarias). En 1915 volvió a concursar y regresó a la península como Profesora numeraria de Ciencias Físico-Químicas y de Historia Natural en la Escuela Normal de Maestras de Albacete (Calle Rosario) con el sueldo anual de 2.500 pesetas. Aquí desempeñaría además el cargo de Directora de la Escuela hasta 1951, año en que se trasladó a la Escuela Normal de Guadalajara con las mismas funciones hasta el momento de su jubilación, en Abril de 1956, en la segunda categoría del Escalafón del profesorado numerario femenino de Escuelas de Magisterio.
Durante su estancia en Albacete, en 1919, vuelve a solicitar pensión a la JAE, pues deseaba completar los estudios comenzados en 1913, y el tema por el que se interesaba era la organización escolar en todos los niveles educativos. En esta ocasión no consiguió la beca, pero no por ello debió acabarse su deseo de perfeccionarse en su profesión y en esta ciudad manchega también desempeñaría diferentes cargos relacionados con la educación: vicepresidenta de la Junta de Cantinas Escolares, vocal de Protección a la Infancia y Represión de la Mendicidad, presidenta de Tribunales de Oposiciones del Magisterio, secretaria de la Junta de Colonias Escolares, etcétera.
Amparo Irueste Roda falleció en Madrid el 15 de diciembre de 1975, a los 89 años de edad (ABC, 16-12-1975). Estaba en posesión de la Encomienda de Alfonso X el Sabio.
Textos Inéditos/Publicados
- IRUESTE DE LOZANO, A., Junta de Colonias Escolares de Albacete. Memoria de las Excursiones de 1921-1923, Albacete, Imp. Miranda de Sebastián Ruiz, 1924.
- Memoria sobre Cantinas Escolares.
- Programas de la asignatura de Física y Ciencias Naturales.