Ismael Belmonte González nació en Albacete en 1929 y murió en 1981. Agente comercial de profesión, fue padre de nueve hijos. Vivió durante la Guerra Civil en el campo, en la aldea de La Muela, entre Carcelén y Alatoz, junto a sus abuelos. Autodidacta e inquieto, fue en la década de los sesenta y setenta cuando empezó a escribir y mostrar su poesía, dejando inconclusa tal tarea por su pronto fallecimiento con tan solo 52 años.

La sombra de Ismael Belmonte es muy “alargada”, puesto que más allá de su faceta como escritor, todavía es recordado en su ciudad como aquel hombre que él mismo definía en uno de sus poemas “yo voy en son de paz y lo único que quiero es hablar con los hombres desde el balcón del alma”. Podemos ver, por tanto, a un Ismael Belmonte persona, a un Ismael Belmonte poeta y a un Ismael Belmonte crítico taurino. El calado de su aspecto humano y literario se refleja en el homenaje que su ciudad le rindió, dejando su perenne impronta al ponerle su nombre a unos jardines.

Poesía.

A pesar de su ausencia tan temprana, pudo dejarnos gran cantidad de poemas y textos en prosa, los cuales algunos han sido recopilados y publicados en poemarios póstumos.

La poesía de Ismael Belmonte ha sido reconocida por su sencillez y naturalidad, abordando en sus escritos el amor a su tierra manchega, a su provincia, Albacete, y a sus gentes, siempre desde una visión muy cercana, con una característica muy reconocible, la tierra, y en ocasiones el mar (“aunque soy de tierra adentro”), con una métrica forjada en el dominio del soneto que le confiere a su poesía una gran belleza. Poeta metafísico y filosófico en ocasiones, no debemos olvidar la gran influencia que tuvo en su obra Antonio Machado, los poetas de la Generación del 27, destacando a Miguel Hernández, así como otros escritores como Blas de Otero, José Hierro, Gabriel Celaya, Cesar Vallejo o Ángel González. Sus versos supuran temas tan profundos como la amistad, el peso del día a día, el paso del tiempo, la familia o la búsqueda de Dios. 

Su voz como poeta queda reflejada en poemas como He nacido en La Mancha, Albacete y sus cosas, Habéis venido así, Hijos míos he aquí la primavera, Me queréis engañar o Tu semilla Miguel, sin olvidar este Todo es mío:

Hasta donde la vista alcanza

todo es mío.

La luz,

el viento,

el vuelo de los pájaros,

los verdes de los campos y el rocío.

Lo demás no me importa.

Yo nunca lo he tenido.

Por todo ello, Ismael Belmonte González es considerado como uno de los poetas más importantes y populares de Albacete, cuya obra es seguida y reconocida todavía en la actualidad, siendo una de las voces más personales, honestas y ricas de la poesía albacetense.

Así mismo, su dimensión humana y dimensión literaria, centrada en la poesía, muy extensa y perpetuada en numerosos artículos y libros, le hizo merecedor de diversos reconocimientos y homenajes en vida y tras su muerte. Entre ellos cabe destacar numerosos artículos de prensa recordando su figura y su obra, y homenajes como el realizado en la sala Pepe Isbert del Teatro Circo de Albacete en octubre de 2015, el celebrado en la localidad de Carcelén (Albacete) en agosto de 2017 o la exposición Nacer en La Mancha es… Semblanzas de un poeta de Albacete que tuvo lugar en la Casa Perona, sede de la Delegación de la Junta de Castilla-La Mancha, en Albacete en diciembre de 2019. También fue colaborador de la prestigiosa revista literaria Barcarola.

Crítico taurino.

Ismael Belmonte González escribió con gran maestría sobre la tauromaquia, destacando su gran labor como crítico taurino. Innumerables fueron sus artículos sobre la fiesta de los toros, así como las tertulias taurinas realizadas en diversos lugares de nuestro país. Además, fue durante un tiempo presidente del Club Taurino de Albacete. Así mismo, durante varios años, fue el redactor de “La Corrida de Ayer”, crónica taurina de la corrida del día anterior de la Feria de Albacete, que se repartía por diversos establecimientos de la ciudad. Esta pasión por la tauromaquia también la trasladó a la poesía. Numerosos poemas han tenido como protagonista el mundo de los toros, englobados la mayoría de ellos en el libro póstumo Brindis por la Fiesta, publicado en 1991.

Otras facetas.

Ismael Belmonte también destacó por otras facetas relacionadas con la escritura y los certámenes literarios. Fue colaborador de los periódicos locales La Voz de Albacete y La Verdad de Albacete. Aquí podríamos destacar la crónica diaria que escribió durante unas vacaciones estivales que pasó con dos de sus hijos y su perro en el verano de 1980, acampados en una chopera cerca de la localidad de Batán, Casas de Lázaro, en la provincia de Albacete.

También fue requerido para presentar distintos certámenes de poesía celebrados en pueblos de la provincia de Albacete, siendo elegido en numerosas ocasiones para ser el pregonero de las Fiestas Mayores de algunas localidades de la comarca albaceteña.

Su compromiso y su prolífica trayectoria literaria, le llevó también a colaborar con instituciones de su ciudad, destacando la que realizó con el grupo coral Orfeón de La Mancha, poniéndole letra a alguna de las canciones de su repertorio.

Bibliografía:

• Poemas, 1981.
• Brindis por la Fiesta, 1991.
• Poesías Completas, 1994
• Hasta donde la vista alcanza, Diálogos pendientes (con su hijo Joaquín Belmonte), 2011.