bonilla-sanchez
Jacinto Bonilla y Sánchez
Alcaudete de la Jara (Toledo).
1841 -
Talavera de la Reina (Toledo).
1916.
Abogado, Político y Escritor.

Su padre don Ángel Bonilla, según evocaría el autor, fue un hombre de fuerte genio en tanto su madre, doña Eugenia, era “buena y humilde y cariñosa”. Tuvo dos hermanos: Laureano, que le acompañaría en su labor como político, y Encarnación. Fue un niño de salud delicada que en edad tempana -nueve años- hubo de trasladarse a Carabanchel para completar allí sus estudios primarios. El bachillerato lo cursará en Madrid en donde posteriormente se matriculará en Leyes. Durante la carrera entabló amistad con futuros políticos de la Restauración como Joaquín López Puigcerver, Antonio Balbín de Unquera, Francisco Silvela o el Conde de Toreno. Tras finalizar sus estudios de Derecho se asienta en Talavera en donde compagina su trabajo como abogado con el ejercicio de la política. En Talavera casará con María del Carmen Cabezas de Herrera.

Jacinto Bonilla propulsó el alicaído ambiente cultural talaverano con diversas iniciativas. En 1881 fundará el semanario El Eco Talaverano que todavía se editaba en 1886. Se trataba de un “periódico de intereses locales y generales”, en el que, desde la dirección, Jacinto Bonilla aprovechaba para publicar todo tipo de colaboraciones: artículos, poemas, editoriales, también crónicas taurinas que firmaba con el seudónimo de El Calamar. Su labor periodística, además de en El Eco Talaverano, se despliega por diversas cabeceras como la talaverana El Criterio (1904-1907) o las capitalinas Toledo (Publicación Quincenal Ilustrada) o Diario de Toledo. También fue corresponsal en Talavera del diario madrileño El Liberal y participó en publicaciones conmemorativas como La Gota de Leche (1906), nacida para reivindicar la lactancia materna, o La Batalla de Talavera de la Reina (1909), número monográfico para festejar tal acontecimiento histórico. Fue, de hecho, el propio Bonilla quien propuso en un pleno del Ayuntamiento la conmemoración de aquella dramática efeméride. 

No quedó ahí su labor cultural. En 1886 inauguró la sociedad “El fomento de las artes” que se marcaba el objetivo de “ilustrar a las clases obreras y aficionarlas al estudio”. Seis años más tarde acompañará al historiador Ildefonso Fernández y Sánchez para excavar en la Colegial lo que se suponía eran los restos mortales de Leonor de Guzmán, madre del rey de Castilla, Enrique II. El mismo año participó con una inspirada ponencia titulada “Sobre la necesidad de un léxico general y común a todos los pueblos que hablan la lengua castellana” en las celebraciones para conmemorar el cuarto centenario del descubrimiento de América. 

Perteneció en este tiempo a diversas asociaciones como la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, la Real Academia “La Estrella de Italia” o la Asociación de Escritores y Artistas de Madrid. En representación de esta última acudirá a un congreso literario celebrado en Amberes en 1894. En 1906 se adherirá a la propuesta del periodista Manuel Ginestal de crear un Ateneo Escolar en Talavera. Poco después -en 1908- donará varios libros de su biblioteca para costear los gastos de la inauguración del Puente de Hierro. Bonilla promovió también a comienzos del siglo XX la celebración de varias conferencias en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Entre ellas destaca la ofrecida por Arturo Pina Niveiro en 1910 con el título de “El trabajo y el capital”, posteriormente editada en forma de libro.

Jacinto Bonilla hizo también carrera política. Se inició en estas lides muy temprano: a los 26 años ya era miembro de la Corporación Municipal con el cargo de regidor de “Paseos y bomberos”. Como tal asiste a la inauguración de nuevas fuentes públicas en la localidad. Tras el levantamiento de 1868 continuará su labor como concejal, en esta ocasión asumiendo tareas de “procurador síndico”. Entre 1871 y 1884 será elegido en dos ocasiones diputado provincial. Llegará a ostentar el cargo de vicepresidente de la Diputación de Toledo. En plena conmoción por la pérdida de las últimas colonias españolas –en el pleno del 18 de abril de 1898– Bonilla tendrá una brillante idea: propondrá “la creación de dos mercados desde la salida a la postura del sol en los días primero y quince de cada mes”. Tal hecho será determinante para el desarrollo económico de Talavera.

Tras foguearse en diversos medios periodísticos, su primera incursión en el campo de la literatura tendrá lugar en un volumen colectivo Álbum Calderoniano: Homenaje que rinden los escritores portugueses y españoles al esclarecido poeta D. Pedro Calderón de la Barca en la solemne conmemoración de su centenario celebrado en el mes de mayo de 1881. Para tal ocasión dará a la estampa su artículo “En el centenario de Calderón” en el que vindicará su pasión por el viaje. Amante de estos divertimentos, algunos años después escribirá una pormenorizada crónica de su azarosa excursión en 1894 a la “ciudad eterna”. 

Bonilla escribió cuatro libros más. Su primer libro, Mis escritos, de carácter misceláneo, recoge fundamentalmente sus diversas colaboraciones hasta la fecha en prensa: poemas, crónicas taurinas, artículos periodísticos, textos de contenido didáctico, reflexiones, etc. Sus tres libros restantes, Mis versos, Miscelánea poética y Mis últimas poesías, recogen sus vagabundeos por el terreno de la expresión lírica. Poeta de menguada inspiración y de limitados recursos expresivos, sus composiciones están más atentas al cumplimiento estricto de las normas estróficas que al libre vuelo de la imaginación. La mayor parte de sus composiciones nacen de un hecho coyuntural, suele por tanto tratarse de poesía de circunstancias, en exceso acartonada y constreñida. 

Aunque Jacinto Bonilla no es un escritor brillante, en cierta medida se erige en la avanzadilla de las letras talaveranas en el siglo XX, un siglo que sí habrá de contar con literatos de contrastada calidad.  

Obras

  • Mis escritos: recopilación enciclopédica de artículos en prosa y composiciones poéticas, Talavera de la Reina, Imp. Luis Rubalcaba, 1890.
  • Mis versos: libro que contiene las composiciones poéticas escritas sin pretensiones y solo al capricho, Talavera de la Reina, Imp. Luis Rubalcaba, 1893.
  • Roma: datos curiosos de su antigua historia, atractivos de ahora y el viaje, Talavera de la Reina, Imp. Luis Rubalcaba, 1895.
  • Miscelánea poética, Talavera de la Reina, Imp. Luis Rubalcaba, 1899.
  • Mis últimas poesías, Madrid, Imp. Ambrosio Pérez, 1907.

Bibliografía

  • Pablo Rojas, “Un escritor y político talaverano de la Restauración: Don Jacinto Bonilla y Sánchez (1841-1916)”, Alcalibe, nº 3, Talavera de la Reina, 2003, pp. 229-250.
  • Julio Fernández-Sanguino Fernández, Un siglo de luces y sombras en la prensa talaverana, Talavera de la Reina, Ayuntamiento, 2009.

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