Jerónimo Meseguer nació en Almansa en 1908; era el cuarto de seis hermanos y la temprana desaparición de sus padres amenazó con truncar su incipiente formación musical en Madrid y, en ese crítico momento, fue cuando se produjo un hecho insólito, el apoyo del periódico escolar “Corazón” de José Conde” y Melchor García Lopera, ambos maestros en la popular escuela de “la Costerica” de Almansa. Entre ambos, -que habían sido compañeros del padre de Jerónimo-, promovieron una campaña para obtener fondos con los que costear la formación musical del joven Jerónimo.
Así, se organizó una gran velada artística en el Teatro Regio, con participación de un nutrido grupo de actores aficionados, paralelamente, el recién elegido Ayuntamiento democrático de la Segunda República le dotó de una beca mensual de 130 pesetas con la que costear su estancia en Madrid. Con todo lo cual, el joven Jerónimo pudo completar su formación musical.
Jerónimo Meseguer nunca olvidó este gesto de generosidad de sus paisanos y volvió a Almansa para participar en diversas iniciativas culturales o sociales; fue de los primeros intérpretes que entendió el protagonismo creciente de la radio como medio de difusión, pero quizá el recuerdo que más ha perdurado de su relación con Almansa, son sus interpretaciones del solo del Himno de la Virgen de Belén.
Su carrera profesional le llevó por todos los rincones de España en diversas compañías artísticas, hasta su retiro como tenor profesional en 1959. Al hacer balance de su historial artístico, dijo: “He cantado más de mil veces La Dolorosa, doscientas cincuenta Doña Francisquita y doscientas once Marina”. Después actuó como representante de artistas.
Falleció en Madrid en 1990 a los 88 años de edad. Desde el año 1992, el Conservatorio de Música de Almansa lleva su nombre.