Durante más de un siglo, los Melgarejo ejercieron un amplio señorío dominical y económico sobre las tierras de La Mancha de Cuenca, agrupadas en torno a la villa de San Clemente. El más destacado miembro de la saga fue Joaquín José Melgarejo, tercer y último marqués de Melgarejo, duque de San Fernando de Quiroga (I), grande de España, presidente del Consejo de las Órdenes Militares, caballero de la orden del Toisón de Oro y regidor perpetuo de la ciudad de Cuenca, aunque parece que nunca llegó a tomar posesión efectiva de su escaño en el seno del consistorio conquense. Por su matrimonio con María Luisa de Borbón y Vallabriga, hija menor del infante Luis Antonio de Borbón y prima de Carlos IV, emparentó con la casa real.
Durante la guerra de la Independencia luchó contra las tropas napoleónicas, alcanzando el grado de brigadier (1814). A su regreso del retiro francés, el rey Fernando VII, con cuya confianza contaba desde que era príncipe de Asturias, le encargó varias misiones políticas, singularmente la presidencia del Consejo de Órdenes y el 13 de noviembre de 1815 le concedió el título de duque de San Fernando de Quiroga, a lo que siguió el nombramiento de secretario del despacho de Estado desde septiembre de 1819 hasta marzo de 1820, ocupación en la que mereció un amplio reconocimiento de respeto y valoración por la forma meticulosa en que la ejerció.
Al producirse la crisis institucional derivada del levantamiento de Riego, aconsejó a Fernando VII abandonar sus posiciones absolutistas y volver a la senda constitucional, aunque el nuevo periodo, el trienio liberal, le alejó de las responsabilidades de gobierno y le obligó a marchar al exilio, junto con su mujer, primero en París y luego en Roma, de donde volvería a la muerte del rey para recibir durante la regencia de María Cristina de Borbón el cargo de senador vitalicio (1835), aunque parece que nunca llegó a ocupar este escaño porque falleció antes de poder jurar el cargo.
Por acuerdo del Ayuntamiento de Cuenca de 9 de julio de 1817 se le propuso para ocupar un puesto de regidor perpetuo en el seno del consistorio municipal, por las atenciones demostradas constantemente hacia la ciudad. Tardó en contestar el interesado y cuando lo hizo, el 11 de noviembre, se justificó por haber estado enfermo para continuar, con palabras de sumo afecto a la ciudad y sus representantes y aceptar la distinción que se le ofrecía. El matrimonio está enterrado en el palacio del Infante don Luis, en Boadilla del Monte, un bello monumento en mármol blanco, de estilo neoclásico, obra del escultor Antonio Solá. Fue caballero de Calatrava y gran cruz de Carlos III.
Cuenca Toribio asegura que fue un destacado tratadista militar. Redactó el Reglamento provisional para el uso y manejo de armas de la caballería española, primera obra de esa especialidad y fue autor también de una elogiada disertación sobre el origen y utilidad de la Caballería en la guerra. Fue un intelectual en el amplio sentido de la palabra, preocupado por el desarrollo de las artes y las letras, que ejerció como protector de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Guardaba entre sus propiedades el cuadro Cristo Crucificado, pintado por Diego Velázquez hacia 1632. En 1829 se lo entregó al rey, quien, a su vez, lo donó al Museo del Prado, donde se conserva. Al no tener hijos de su matrimonio con María Luisa de Borbón, fue sucedido como duque de San Fernando de Quiroga por el hijo de su prima Isabel Melgarejo, Francisco Javier de Losada y Melgarejo, de quien fue tutor durante la minoría de edad de este, mientras que el marquesado de Melgarejo quedó extinguido.
Referencias:
- José Luis Muñoz Ramírez, “Melgarejo, Joaquín José”, Biografías de Cuenca, https://olcades.es/. Consulta 16-12-2024.
- José Manuel Cuenca Toribio, “Joaquín José Melgarejo-Saurín y Ruiz Dávalos”, DB~e, https://dbe.rah.es/. Consulta 16-12-2024. Real Academia de la Historia.