José López Sánchez nació el 27 de mayo de 1940 en la localidad ciudadrealeña de Valdepeñas. Su primer oficio fue de esquilador donde comenzó a trabajar aún muy pequeño, sobre los ocho años con su padre. Con esta edad, se marchaba caminando junto a su padre, hermano y tíos, a esquilar burros, caballos, mulas y todo tipo de ganado por los pueblos de alrededor de Valdepeñas, siendo un gran avance cuando consiguió su primera bicicleta, hecho que fue tan importante para José López, que su familia, en la actualidad, aún la conserva.
Pasados unos años, compaginaba el oficio de esquilador, ya que era un oficio estacional centrado en la estación estival, con el de bodeguero durante cinco años, que fueron sus comienzos como tratante de uva. Después, José López Sánchez siguió relacionado con el sector vitivinícola, durante toda su vida, pero su andadura profesional se centró principalmente en la comercialización, al por mayor, de cereales y ayudado por el doctor Pacios comenzó su andadura como comprador de cereales en un pequeño almacén a la salida del cementerio de Valdepeñas
En el año 1975, junto a dos socios más, Juan Manuel López Sánchez, hermano de José López que actuará como socio capitalista y Vicente Fernández Yáñez, que aportó el almacén del número 38 de la calle Castellanos de Valdepeñas, iniciaron su negocio. Durante éste periodo José López Sánchez tenía como régimen fiscal el de persona física, siendo en consecuencia el nombre de la empresa homónima con el de su fundador, José López Sánchez, aunque eran conocidos por todos como Pepillo. Empieza a comprar el cereal en su localidad, Valdepeñas, pero pronto continuará con el cereal procedente de los distintos pueblos cerealistas de los alrededores, como Santa Cruz de Mudela, Viso del Marqués, Membrilla, Manzanares, La Solana, y otros, así como de otras provincias como Toledo, Cuenca y Albacete.
A raíz de la expansión comercial que tuvo la comercialización de cereales, el 27 abril de 1989, nace la empresa Cereales Pepillo S. A., con un capital social de 25 millones de pesetas (150.243 euros). En esta fecha seguía siendo socio de Juan Manuel López Sánchez y Vicente Fernández Yáñez que posteriormente dejaron la sociedad. Ese año la empresa tuvo un volumen de ventas de más de 750 millones de pesetas (cuatro millones y medio de euros), contando con cinco empleados. Además, se adquirieron unos terrenos en el polígono industrial, de Valdepeñas, donde se construyó un almacén granero de 3.500 metros cuadrados.
Debido al gran volumen de cereales, incrementado año tras año, fue necesario ampliar las instalaciones del polígono industrial y dejar el almacén de la calle Castellanos, en el año 1994, trasladando allí todas sus las instalaciones de la ya constituida Cereales Pepillo S. A., incluidas las oficinas y domicilio social a la calle Fudre, número 2, de Valdepeñas, calle perteneciente al Polígono Industrial del Vino, donde la empresa dispone de un total de siete naves y más de 10.000 metros cuadrados.
En la actualidad la empresa continúa con el mismo nombre y forma jurídica, aunque con cambios en el accionariado. Es una empresa familiar desde el momento en el que el hermano de José López y su socio dejan la sociedad pasando a ser socios sus hijos. Conforme han pasado los años ha visto incrementado su capital social hasta 600.000 euros y su plantilla ha llegado a once trabajadores y dedicado su actividad al comercio al por mayor de cereales, fertilizantes, y alimentos para animales.
En el comienzo de su actividad se comercializan 10.000 toneladas de cereal, pasando en el 2010 a 150.000 toneladas, con una facturación de 25.501.936,11 euros. Este crecimiento se debe a la potenciación de la política agraria común (PAC) del cereal, por parte de la Unión Europea en Castilla-La Mancha, que ha favorecido la siembra en ésta región, así como, la adquisición de puestos de compra y cooperativas cerealistas. Destacan también, por parte de la empresa, las actividades innovadoras llevadas a cabo como la mecanización de naves de cereal, la logística integral, la paletización de camiones y la gestión integral de productos. Además de la utilización de última tecnología de elementos de carga, una flota de camiones y sistemas de planificación de recursos empresariales [ERP, Enterprise Resource Planing].
Sus ventas van dirigidas principalmente a almacenistas, al igual que a las distintas granjas y fábricas de piensos, de las localidades anteriormente citadas, así como a las provincias vecinas de Toledo, Cuenca y Albacete. También se suministran distintas variedades de trigo a diferentes fábricas de harinas nacionales. Además, en operaciones concretas de exportación e importación, se ha exportado avena a Portugal y a Francia e importado soja de Argentina.
Los clientes abarcan la mayoría del territorio nacional. La mayor parte de ellos, se venden en la vecina comunidad andaluza, y más concretamente en las provincias de Sevilla, Córdoba, Cádiz y Jaén.
En su cartera de clientes se cuentan varias multinacionales, que se dedican a la venta o exportación de cereal. Cabe mencionar, que durante la actividad de la empresa se ha trabajado con empresas tan importantes, en el sector, como: COVAP, Honesta Manzaneque, S. A., Harineras Villamayor S. A., Sesotris S. A. E., Saprogal, Nuter Feed S. A., Nanta S. A., Nidera Agrocomercial S. A., Sos Corporacion y Noble Resources, España S. L.
El 23 de octubre de 2003 fallece José López Sánchez. Hasta entonces había sido, desde su fundación, el presidente y gerente de la empresa. Es en ese momento cuando sus cuatro hijos (Juana, María del Carmen, José y Fermín) se hacen cargo del negocio, dando continuidad a la actividad empresarial de la familia López Donado. Fermín se hace cargo de la dirección financiera de la compañía, ocupándose de las compras y ventas.
Cabe también destacar, que José López Sánchez falleció a los 63 años de edad, con varios proyectos pendientes de realizar en la comarca de Ciudad Real, los cuales han sido llevados a cabo por sus sucesores, como el proyecto de la ITV Valdepeñas S. L., empresa que él no llegó a ver, pero cuyos terrenos y capitalización dejó planteados antes de su fallecimiento.
Aunque la fuente principal de negocio ha sido siempre la compra y venta de cereal, desde un principio se dedicó también a la compra y venta de aceituna. Esta se compraba a los agricultores y se vendía sin transformar a distintas almazaras. Debido al volumen que se alcanzó también en la compra y venta de aceituna, ya en el año 2006, una vez fallecido José López, los herederos, es decir, sus hijos, emprendieron la construcción de una almazara para la transformación de la aceituna en aceite con la firma de Oleo Pepillo, S. L. Dicha almazara está situada en el Polígono Industrial del Vino, donde se elabora y envasa el aceite de oliva.
La diversificación de negocios que pretendía José López y que en la actualidad han sido emprendidos, son la mencionada almazara, la ITV de Valdepeñas y en el año 2010, son socios de la empresa, Viveros y Semilleros de La Mancha, S. L, (Vysman, S. L.), dedicada a la explotación de fincas agrícolas, a la compraventa y selección de semillas, plantas, árboles y arbustos.
Cereales Pepillo S. A., se encuentra entre las 50 empresas más relevantes del sector a nivel nacional y a su fundador se le debe, el constituirla, fundarla y sobre todo que haya adquirido la relevancia que aún conserva, fomentando el apoyo al desarrollo del sector del cereal y de la comarca de Ciudad Real. Además, dejó a sus herederos una participación en la empresa Mercomancha, S. A., de Manzanares, empresa dedicada también al sector de compra y venta de productos agrícolas.
José López Sánchez, fue de uno de los miembros fundadores de la Lonja de Cereales de Ciudad Real, además de la Cámara de Comercio, siendo presidente de la misma desde el inicio de ésta, hasta su fallecimiento. Socio de la Asociación de Cerealistas de España, José López, no recibió en vida ningún galardón y al fallecer, la Federación de empresarios de Valdepeñas (FECEVAL), decidió concederle el Mérito de Empresario Ejemplar por su trayectoria empresarial.
Sus hijos como continuadores del negocio han ampliado y desarrollado nuevas actividades como la almazara, el aumento de la cifra de negocio en el sector del cereal, incrementando el número de clientes y proveedores tanto regionales como nacionales y han seguido perpetuando la empresa con la gestión que día a día creó su padre José López Sánchez.
Sus sucesores destacan sus grandes valores y ética tanto en el campo profesional como personal, su forma de enfrentar los problemas, no como tales, sino como retos a conseguir, su afán de superación para cada día ser mejor tanto en el trabajo como en cualquier faceta de la vida y tener una visión más amplia en los negocios, un hombre que solía recordarles «que el árbol no nos impida ver el bosque».
Bibliografía:
- Artículo publicado en 2011. Israel Roberto Pérez Jiménez, “José López Sánchez (1940-2003)”, en María del Carmen Angulo Teja y Tomás García-Cuenca Ariati (coords.), Grandes Empresarios de Castilla-La Mancha, Madrid, LID Editorial Empresarial, 2011, pp. 241-244.