Julián Calero Escobar nació en Almagro el 10 de diciembre de 1910, en la calle Clavería. Eran sus padres Fernando Calero Ortega y María Escobar Pérez de Gracia, ambos de Almagro. Su progenitor era militar y fue el sexto hijo de los ocho que tuvo el matrimonio: Jesús, Matilde, Fernando, Alberto, Antonio y dos hijas, Concha y María Engracia.
Su padre pertenecía a una saga de militares, ya que tanto sus hermanos como parte de sus hijos fueron oficiales del Ejército (1). Su progenitor vino al mundo el 18 de junio de 1863 y había egresado en la Academia el 31 de agosto de 1882. Tuvo múltiples destinos, pero uno de ellos fue Cuba. A su llegada a la isla, el joven oficial almagreño, teniendo en cuenta la situación del resto de Latinoamérica y la presión americana, hervía en deseos de independencia. La colonia fue un verdadero cementerio de españoles. Fernando Calero retornó a la Península pero contrajo una enfermedad crónica, que le provocaría una muerte prematura. No hay que olvidar que el 22 por ciento del total de los soldados enviados a Cuba, unos 41.000, murieron a causa de las enfermedades y que el 20 por ciento, unos 20.000 soldados, estaban postrados en cama víctimas de malaria, fiebre amarilla, tuberculosis, disentería, neumonía y otras muchas enfermedades (2). Regresó a España en el vapor Colón en marzo de 1898 y desembarcó en Santander con otros muchos compañeros de armas, justo antes del enfrentamiento con los Estados Unidos (3).
Fernando Calero fue destinado en 1901 a la zona número 21 y posteriormente a la zona de reclutamiento de Ciudad Real, siendo el coronel jefe Francisco Aguilera Egea. En 1909 estaba asignado al cuartel de La Misericordia de Ciudad Real, donde formó parte de un consejo de guerra a un soldado por desobediencia. En ese momento era ya capitán y, en 1916, alcanzó el grado de comandante del arma de Infantería (El Siglo Futuro, 21-9-1909; El Globo, 4-3-1916).
La muerte adelantada de su padre y la de su madre, ocurrida un poco después, dejó huérfanos a los ocho hijos, algunos pequeños como Julián. Por ello, dos tíos solteros, hermanos de su madre, se hicieron cargo de los ocho hijos, trasladándose a vivir a la Plaza de Santo Domingo número 2, que será en adelante el domicilio familiar y punto de encuentro de la familia Calero Escobar.
Julián inicia sus estudios primarios en Almagro y después, en calidad de huérfano militar, se traslada con algunos de sus hermanos a Toledo, donde realiza los estudios de Bachillerato en el colegio de Huérfanos Militares. El citado colegio era el más antiguo de España y se encontraba instalado en el Hospital de Santa Cruz de Toledo desde 1872. Los alumnos recibían una formación severa, como correspondía a una institución militar.
Terminados los estudios, Julián no siguió los pasos de su padre ni sus hermanos, por el contrario, estudió Derecho en la Universidad de Valladolid, cursando los tres primeros años, y el 21 de septiembre de 1932 trasladó el expediente a la Universidad Central de Madrid, donde se licenciaría en 1934 (4). Terminados los estudios permaneció en Madrid donde se dedicó a preparar las oposiciones a la judicatura.
Julián Calero se hizo falangista durante los años republicanos, y perteneció a dicha organización desde 1934, siendo uno de los fundadores de FE en Almagro, según afirma Damián Alberto González Madrid (5). El primer propagandista en Almagro fue Antonio Beneytez Quesada, quien al parecer asistió al mitin fundacional de la Falange en el Teatro de la Comedia de Madrid en octubre de 1933 (6). La vinculación de Calero con la Falange no era extraña, la nueva organización se nutrió de jóvenes estudiantes universitarios desencantados con la dinámica política republicana, especialmente por los ataques a la Iglesia Católica (7).
En la capital de España le sorprendió el inicio de la Guerra; los primeros meses fueron sumamente duros y complicados para la familia Calero Escobar. Jesús, Fernando y Antonio Calero Escobar, hermanos de Julián fueron todos ejecutados los primeros meses del comienzo de la contienda (ABC, 13-11-1921). Fernando había alcanzado el grado de segundo teniente el 15 de noviembre de 1921; su hermano Jesús era mayor que Fernando y era capitán, había sido destinado en 1932, por orden del ministro Azaña, al escalafón ligero de Infantería de la primera división (Diario oficial del Ministerio de la Guerra, 1-5-1932, p. 324) en Madrid, posteriormente había pasado a Ciudad Real. Antonio era farmacéutico.
Según el especialista Alía Miranda, los capitanes Ricardo Escribano Aguado y Jesús Calero Escobar, oficiales del Centro de Movilización de Ciudad Real, respaldaron el levantamiento militar en Ciudad Real, organizado por la Falange y secundado por la Comunidad Tradicionalista y Renovación Española (8). El proceso contra Jesús Calero se sustanció en Ciudad Real por el Juzgado de Instrucción Especial presidido por José Zurita, José Labajo y José de Castro. Fueron encausados en el mismo proceso Carmelo y Emilio Madrid Sánchez (Todos ellos fueron detenidos el día 17 de septiembre de 1936 en Almagro, según consta en la Causa General). El delito que se le imputó fue de rebelión militar, en concepto de cómplice, por lo que se le condenó a veinte años de «reclusión militar temporal, accesoria de pérdida de empleo y pago de costas por tercera parte, abonándose a los condenados por todo el tiempo de prisión preventiva sufrida por ésta causa» (AHN. Causa General de Ciudad Real, Pieza “Justicia Roja”, 1032, Exp. 1. 1937–1949). Tras su condena permaneció en Ciudad Real, pero posteriormente fue trasladado a Madrid y murió fusilado en Rivas Vaciamadrid, como parte de las ejecuciones de Paracuellos, donde fueron asesinados miles de personas. Las matanzas han sido consideradas como «el epítome de la barbarie republicana» (9). Fernando y Antonio fueron detenidos en Ciudad Real y Almagro respectivamente y luego fueron conducidos a Carrión donde después de fusilarlos los tiraron al trágico pozo de su cementerio (10). Julián y Alberto desaparecieron ante el temor a ser detenidos y ajusticiados. Como ha señalado Francisco Alía Miranda de estos momentos: «En la provincia de Ciudad Real los acontecimientos se desarrollaron de manera muy similar al resto de la zona republicana. En ciudades y pueblos pequeños, en los que casi todos se conocían, la oleada represiva se hizo, si cabe, más intensa. La persecución ejercida sobre la población tachada de derechista y católica se realizó en distintos planos. No sólo puede hablarse del alto número de muertes habida entre agosto y diciembre de 1936, principalmente. Éstas vinieron acompañadas de medidas de extorsión económica, despidos laborales y toda una serie de acciones que escapaban a la Justicia y que hicieron vivir a los ciudarrealeños, tachados de enemigos del régimen, de una manera angustiosa, y no sólo durante los cinco meses de represión masiva» (11).
Julián había retornado a Almagro, al inicio de la Guerra, donde residían sus dos hermanas menores, María Engracia y Concha. Julián buscó un escondite en su propia casa, encontrando un lugar en el zaquizamí, en el que permaneció oculto hasta el final de la contienda. El encierro forzoso, durante los primeros meses en solitario, se tornó en reclusión en compañía, ya que un primo suyo, José Escobar Almodóvar, abogado como Julián, también fue acosado. Durante los tres años que duró la guerra, ambos se dedicaron a estudiar y leer con fruición; allí, según Gloria Calero, ambos encontraron grabados sobre el antiguo Corral de Comedias de Almagro, y ello les llevó por comparaciones a sospechar que podía tratarse de la entonces posada de la plaza mayor de Almagro (12).
Con la terminación de la guerra, Julián recobró su libertad y rápidamente se incorporó a la disciplina de la Falange, con la que colaboró en la reorganización de la ciudad en 1939. Poco tiempo después, el 25 de enero de 1941, era segundo teniente de alcalde de Almagro en funciones de alcalde (AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 25-1-1941, p. 1) y el 5 de febrero era ya regidor, tal como consta en la documentación municipal, aunque ese mes, como certificó el secretario, no hubo pleno municipal por no «haber de asuntos de que tratar» (AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 5-2-1941, p. 4). Unos meses después Julián Calero dejó en manos de Antonio Beneytez Quesada la alcaldía (junio a septiembre de 1941), pero en noviembre de ese año el Ministerio de la Gobernación nombró una nueva gestora, de la que salió Julián Calero, y fue nombrado alcalde su primo José Escobar Almodóvar (AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 13-11-1941, p. 34). Poco tiempo duró al frente de la alcaldía José Escobar, ya que las desavenencias con los políticos del momento le llevaron a presentar la renuncia al cargo el 19 de noviembre de 1942 (13). Le sustituyó, interinamente, Quiterio Rodríguez, pues Marciano Acosta Fernández, primer teniente de alcalde, renunció al puesto. Julián Calero retornó de nuevo a la alcaldía el 1 de mayo de 1943, por designación del gobernador, José María Frontera. Le acompañaron en la nueva gestora Vicente Jorreto Relimpio y Vicente Roldán de la Rubia (AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 1 mayo 1943, p.154).
El 13 de febrero de 1943, contrajo matrimonio con Antonia Santiago Pérez, novia de toda la vida, e hija de una familia de bodegueros procedentes de la aldea de Fresno de la Carballeda, Zamora. Calero y su familia se instalaron en la casa familiar de la Plaza de Santo Domingo número 2, donde el matrimonio tendrá seis hijos: Rosa María (14), Gloria, Concepción, María de las Nieves, Fernando y María del Carmen.
Durante su mandato como alcalde se fundó en Almagro la empresa de fabricación de colas industriales Caura, cuya autorización se le dio el 3 de mayo de 1943. La sociedad emplazó la nueva factoría en la calle general Aguilera número 2 (actual San Agustín) (15). En esta etapa se remodeló el Teatro Principal, construyéndose unos nuevos servicios y adquiriéndose las nuevas butacas que estuvieron colocadas en el inmueble hasta la remodelación del edificio por Miguel Fisac. También se reformó la plaza de toros, arreglándose los corredores y la enfermería, toda vez que se construyeron los retretes y urinarios (AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 26-7-1943, p. 173). Se remodeló y arregló el matadero municipal, se iniciaron los trámites para la construcción de un Mercado Municipal de Abastos que se concluiría unos años más tarde (AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 25-1-1954). Uno de sus grandes proyectos fue la remodelación del edificio del Ayuntamiento de Almagro. En 1954, el arquitecto Luis Mosteiro Passaro proyectó una reforma basada en una recreación de la propia plaza mayor, consistente en dos corredores, a imitación de los existentes, con una balconada central, soportada por tres columnas de gran tamaño, que daban acceso por varias puertas al Ayuntamiento. El proyecto fue enviado al Ministerio de la Gobernación, Dirección General de Arquitectura, por Julián Calero, pero quedó olvidado hasta la creación del Ministerio de la Vivienda, que lo aprobó y subvencionó en 1957 (Guía de Feria de Almagro, 1957). La remodelación de la plaza mayor se realizaría siguiendo un proyecto totalmente distinto, el de Francisco Pons-Sorolla, pero para entonces Calero ya no estaba al frente de su alcaldía. Este arquitecto fue Director General de Arquitectura durante tres décadas, inicialmente del Ministerio de la Vivienda, y luego del MOPY y del MOPU, y un gran intérprete del urbanismo histórico, con múltiples intervenciones en Galicia (16), y también la de Almagro.
Fue en esta etapa de posguerra, momento en que la Iglesia Católica recuperó parte de su poder y tradiciones, cuando se celebró solemnemente la fundación de la Adoración Nocturna de Almagro. A dicho acto asistió el obispo Emeterio Echevarría Barrena, y en el mismo intervino Julián Calero, ya entonces alcalde de Almagro, quien afirmó: «Venís, excelentísimo señor, a un pueblo viejo, cargado de tradición, solar de caballeros y de frailes, escuela de las más delicada artesanía, cuna de hidalgos. Hidalguía y caballerosidad que aún se asoma, por un resquicio, a la heráldica de sus fachadas, y aún florece en la blonda de sus mantillas y en la suntuosidad de las iglesias. Y este pueblo señorial recibe hoy a Vuecencia con júbilo, por la honrosa distinción que nos hace, como el caballero más preclaro y al hidalgo sin tacha.
Seáis bienvenido, Excmo. y Rvdmo. Obispo.
Nos preocupa en esta hora, la restauración material de nuestro pueblo; el reconstruir tantas cosas mutiladas que una fiebre de locura destruyó. Pero, nos inquieta sobre todo, la cristianización y elevación de las costumbres; el devolver a Almagro el perfil de catolicidad y de hidalguía que en otro tiempo nos distinguía: el Almagro de los Caballeros de Calatrava, de los universitarios de Santo Domingo, de los conquistadores Americanos, de todos aquellos que se desangraron en defensa de la Cristiandad o en la devoción de su celestial Patrona, la Virgen de las Nieves (…)» (17).
El 25 de enero de 1952, fue nombrado gobernador civil de la provincia de Ciudad Real don José María del Moral y Pérez de Zayas. La designación fue una suerte para Almagro y la provincia. José María del Moral era doctor en Filosofía y Letras, licenciado en Ciencias Políticas y Económicas y titulado en Derecho. Había sido profesor adjunto de la Universidad de Madrid y titular de la cátedra de Historia Contemporánea de España en la Escuela Oficial de Periodismo. Fue jefe nacional del Sindicato Español Universitario, antes de ser designado gobernador civil de Ciudad Real, y procurador en Cortes en 1948 (18). Cesaría en el cargo de gobernador el 19 de octubre de 1956, pasando a desempeñar el mismo empleo en la de Guipúzcoa.
Julián Calero y José María del Moral establecieron importantes vínculos profesionales y de amistad, que durarían toda la vida. Fue el tándem Calero y Del Moral lo que hizo posible que aquella posada que estaba a punto de ser vendida y demolida, se salvara, y tras estudiar durante varios días los antecedentes históricos, les llevaría a concluir, que la hostería era el antiguo Corral de Comedias de Almagro construido por Leonardo de Oviedo (19). Del Moral logró la cantidad de 10.000 pesetas con la que se expropió la posada y con apenas media docena de albañiles levantaron el escenario, rescataron las galerías superiores embutidas en los muros, tiraron los tabiques que compartimentaban el espacio, hicieron un nuevo empedrado sobre el primitivo (más bajo), cambiaron algunos pies derechos de los soportales, que estaban afectados de carcoma, y colocaron una nueva puerta de acceso al local, la vieja era de tablas y fue vendida en Bolaños; por último, repintaron las maderas de color almagre. La compra del inmueble y la permuta con Enriqueta Cuadra superaron las sesenta y cinco mil pesetas.
El descubrimiento y la recuperación del viejo Corral de Comedias de Almagro fue, sin lugar a dudas, un hito en la historia de Almagro. La restauración del Corral dio un vuelvo al perfil turístico y cultural de Almagro que llega hasta hoy. En 1955, el proceso se completó con la declaración del Corral de Comedias como monumento histórico artístico por el Estado, bajo el mandato ministerial de Joaquín Ruíz-Giménez. El edificio quedaba así bajo la tutela del Ministerio de Educación Nacional (BOE, 14-3-1955). La consolidación del inmueble se prolongó en 1956 y 1958, en la primera fase se arreglaron los corredores superiores, las bovedillas y el solado; en la segunda, se realizaron los servicios de aseos para actores y público (BOE, 19-9-1956 y 21-1-1959). El arquitecto fue Manuel González Valcárcel (20).
El pueblo de Almagro, nunca ha agradecido lo suficiente a Julián Calero y a José María del Moral su labor en pro de la cultura y del teatro. Sin su acertada visión, Almagro no estaría como lo está en el mapa de la cultura universal. Almagro no sería lo que es sin el Corral de Comedias. Sin lugar a dudas, en este capítulo de agradecimientos, también hay que incluir a don José María Martínez Val, fundador y director del IEM (21).
Julián Calero presidió el último pleno en el Ayuntamiento de Almagro, el 10 de diciembre de 1954. En esta sesión, presentó una moción para que el Ministerio de Justicia elevara de categoría el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, con los argumentos de que Almagro había sido capital del Campo de Calatrava en la Edad Media, capital de la provincia de La Mancha, de haber tenido universidad y de poseer un Corral de Comedias único en el mundo. La moción fue respaldada por unanimidad, pero el Ministerio no elevó de categoría el Juzgado (AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 10 diciembre 1954, pp. 39–40).
Desde este momento, Julián Calero inicia una carrera política vertiginosa. En 1955, y a propuesta del gobernador civil, José María del Moral, Julián es nombrado delegado provincial de Sindicatos, por lo que abandona su cargo de alcalde y se traslada a vivir a Ciudad Real con toda su familia (22). El nuevo puesto le exigía una dedicación plena, ya que era un mediador entre las empresas y los trabajadores. Como responsable sindical tenía como cometido la política de construcción de viviendas, a través de la obra sindical. Durante su mandato se construyeron numerosas viviendas en la provincia, así adjudicó las realizadas en 1954 y proyectó 450 nuevas viviendas para 1955: 100 para Ciudad Real y otras tantas para Puertollano, las primeras de segunda categoría y las segundas de tercera, y el resto para Alcázar de San Juan, Tomelloso, Socuéllamos, Almuradiel y Manzanares, en grupos de 50 viviendas en cada una de esas localidades; los pisos serían de tercera categoría y en bloques de tres plantas (Lanza, 22-7-1955).
Con anterioridad, Calero había intentado acceder a otros puestos políticos del régimen. En 1946, el político almagreño se había presentado como candidato a ocupar el cargo de procurador en Cortes como representante de los municipios de Ciudad Real. La elección se celebró en la Diputación de Ciudad Real el 15 de abril de 1946. En caso de no alcanzar el candidato mayoritario los votos necesarios, había una segunda vuelta, como ocurrió en esta ocasión. Calero quedó en cuarto lugar en la primera votación, con ocho sufragios, y en la segunda fue designado Justo Sánchez-Aparicio, quien había obtenido cuarenta votos (Lanza, 15-4-1946).
En enero de 1944, bajo la presidencia de Evaristo Martín Freire, Julián Calero y Andrés Carretón Mena accedieron al cargo de diputados provinciales, quedando compuesta la Diputación con ocho diputados, con anterioridad el número era de seis. Calero cesó en ese cargo con la constitución de la nueva Corporación el 17 de abril de 1945. Con los cambios de la legislación de la época, el ente provincial se constituyó por completo en 1949, momento en que de nuevo Julián Calero se reincorporó como diputado por el partido judicial de Almagro (23).
El 13 de mayo de 1949 fue nombrado procurador en Cortes por la Administración local y formará parte de ella durante la legislatura de 1949-1952. Tomó posesión el día 13 de mayo del 1949 y cesó 5 de abril de 1952. El número de votos que logró para acceder al cargo fue de sesenta y seis (ACD. Expediente de Julián Calero Escobar. 1949).
En 1956, Díaz del Moral dimitió como gobernador civil de Ciudad Real y se le nombró para el mismo cargo en la provincia de Guipúzcoa. En sustitución de este, llegó a la provincia un joven gobernador, don José Utrera Molina, quien además fue nombrado jefe provincial de la Falange. Julián Calero haría buenas migas con el nuevo responsable político de la provincia, hasta tal punto que su carrera política quedará unida para siempre a la de este.
En 1958, por decreto de la Presidencia, se crearon las llamadas Comisiones Provinciales de Servicios Técnicos, integradas por todos los delegados provinciales. Julián Calero formó parte de la comisión de Obras Sociales y Sanidad de la provincia de Ciudad Real, en calidad de delegado provincial de Sindicatos (Lanza, 5-3-1958). El año anterior también había sido nombrado vocal en el Patronato del Centro Coordinador de Bibliotecas de Ciudad Real, el cual estaba presidido por Daniel Aliseda Vázquez (BOE, 15-4-1957).
Durante su gestión como responsable sindical fomentó las enseñanzas agrícolas, en base a cursos de capacitación agraria, como los impartidos en la Granja Escuela de Daimiel en 1958 o los realizados en Alcázar de San Juan al año siguiente (Lanza, 6-8-1957 y 26-12-1959). También durante estos años dio algunas conferencias, como la celebrada en el salón de actos del Ayuntamiento de Daimiel en mayo de 1961, sobre sindicalismo y cooperación (Lanza, 6-5-1961).
Tras el anuncio de su marcha de la provincia, el 6 de diciembre de 1962 se organizó una cena-homenaje de despedida en Almagro, a la que asistieron numerosos amigos, además del alcalde, Emilio Madrid, y los dos párrocos de la ciudad. El acto se celebró en los salones del bar Chés y en los postres intervino Ramiro Bermejo, quien destacó la labor realizada al frente de la alcaldía, dando a la ciudad un gran prestigio. Calero contestó dando las gracias y manifestando: «(…) no olvidaré a mi pueblo y muy especialmente a la Virgen de las Nieves, pidiendo que me proteja en mi nuevo cargo. Un saludo muy especial a todo el pueblo de Almagro a quien tanto amo y estimo, y siempre estaré a disposición de ellos para cuanto deseen de mí» (Lanza, 11-12-1962).
En 1962, fue nombrado delegado provincial de Sindicatos en Navarra y al año siguiente se le designó para el mismo cargo en Sevilla, donde también había tomado posesión como gobernador civil José Utrera Molina. El 17 de enero de 1964 fue reelegido de nuevo como procurador en Cortes, en este caso por el sector sindical, por lo que desempeñó el cargo unos meses, ya que la legislatura 1961-64 quedó agotada el 6 de junio de ese año (ACD. Expediente de Julián Calero Escobar. 1964). Su nombramiento se había realizado el 14 de diciembre de 1963. El 2 de julio de 1964 fue elegido, como miembro nato por el tercio sindical, de nuevo procurador en Cortes en la legislatura de 1964-67. Cesó el 15 de noviembre de 1967 (ACD. Expediente de Julián Calero Escobar. 1964).
Como responsable sindical de la provincia de Sevilla, sustituyó a Francisco Zarza del Valle, y en su toma de posesión manifestó que su labor sería más llevadera gracias al trabajo realizado por su antecesor en el cargo. Pidió colaboración para su tarea y manifestó estar dispuesto a mejorar socialmente la provincia de Sevilla. Utrera Molina destacó de él: «su fina sensibilidad, su hombría de bien, su actitud permanentemente honesta, limpia e irreprochable» (ABC, 15 diciembre 1963).
Su labor al frente de los sindicatos sevillanos fue ardua e intensa. A los pocos días de ocupar el cargo clausuró el II curso de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Desde este momento, su agenda de trabajo fue imparable, así apoyó y colaboró en la proyección industrial de Sevilla, presidió e inauguró el curso en la Escuela Sindical de la ciudad, respaldó a Utrera Molina en la política de construcción de viviendas sociales, como las entregadas en el polígono de San Pablo, creó el Consejo Económico Sindical de la Sierra de Sevilla, convocó el I Curso de Alta Dirección de Empresas, organizó varias campañas sindicales a favor del Sanatorio del Gran Poder, centro médico regido por los hermanos hospitalarios de San Juan de Dios (1965 (24), 1966 y 1967), intervino en la puesta en marcha del Centro de Estudios de Aznalcázar e incentivó la creación de las cooperativas del campo en la provincia de Sevilla, entre otros (ABC, 19-12-1963, 26-1-1963, 5 y 20-2-1963, 5-8-1963, 24-11-1964, 2-10-1965, 7 y 24-12-1965). Por todo ello, el 14 de diciembre de 1965 se le concedió la Encomienda de la Orden Civil del Mérito Agrícola. La medalla se la impuso Utrera Molina, gobernador civil de la provincia, en la Cámara Oficial Sindical Agraria, y tras el acto al que asistieron todas las autoridades de Sevilla, hubo un banquete. Utrera Molina dijo del político almagreño: «(…) debajo de ese pecho que recibirá la preciada condecoración hay un corazón noble, que late al unísono del nuestro en ilusiones, en esperanzas y en cariño a esta provincia andaluza. Este es también nuestro premio, porque Julián Calero vino a conquistar Sevilla como andariego caballero de los campos calatraveños, y Julián Calero ha sido sorprendido, porque Sevilla le ha sorprendido a él» (ABC, 10 y 15-12-1965). Los años posteriores fueron igualmente intensos, por lo que recibió la Encomienda con placa de la Orden del Mérito Civil en septiembre de 1968 (ABC, 10-9-1968). En el mes de octubre se le concedió también la Encomienda de la Orden del Mérito Civil (ABC, 17-10-1968).
Julián Calero permaneció en el cargo de delegado provincial de Sindicatos hasta octubre de 1968, fecha en la que fue elegido miembro de la Delegación Nacional en Madrid. Los empresarios de Sevilla testimoniaron su afecto y gratitud al delegado saliente, «Por haber sabido resolver con sus consejo, sugerencias y orientaciones, agrupando tras de sí a empresarios y trabajadores, cuantos problemas socioeconómicos ha tenido Sevilla durante el tiempo de ejercicio de su cargo» (La Vanguardia, 18 octubre 1968). Tras una corta estancia en la capital, fue designado secretario ejecutivo del Consejo Económico Sindical del Guadalquivir en 1969, con lo que retornaba a Sevilla, donde había quedado su familia. Dicho Consejo integraba a las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva, Córdoba y Badajoz. En 1970 se jubiló y al año siguiente Utrera Molina, que entonces era subsecretario de Trabajo, viajó a Sevilla para imponerle la medalla de plata al Mérito en el Trabajo con hojas de roble (ABC, 23-1-1971). En dicho acto, el político almagreño se despidió de los numerosos amigos que había hecho en su vida pública, y terminó su alocución afirmando: «Me voy desnudo de rencores y de bienes como los hombres de la Falange» (ABC, 24-1-1971). A dicho acto asistieron representantes políticos no solo de Sevilla, sino de Pamplona y Ciudad Real.
En 1973 aceptó ser nominado delegado provincial de la Vivienda de Sevilla, a pesar de haberse jubilado, cuando José Utrera Molina fue nombrado ministro de la Vivienda, cargo en el que estuvo hasta 1976. Calero siguió al pie de la letra lo que había dicho a Utrera Molina en su despedida del cargo de delegado provincial de Sindicatos en 1968: «y decirle que al cabo de los once años que llevo trabajando a su lado le seguiré hasta el resto de mi vida, esté donde esté» (ABC, 17-10-1968).
En los dos años al frente de esa delegación, Julián Calero abordó la llegada masiva de emigrantes rurales a Sevilla, dotando la ciudad no solo de viviendas, sino de suelo residencial e industrial, luchando contra el chabolismo, mediante la política de polígonos del Instituto Nacional de la Vivienda, en los sectores que la inversión privada no encontraba estímulo económico; también impulsó el Plan General de la comarca de Sevilla, así como los planes generales de pueblos de la provincia: Alcalá de Guadaira, Camas, Los Palacios, Alcalá del Río, Gines, Castilleja de la Cuesta, Mairena del Alcor, Viso del Alcor y San Juan del Aznalfarache. Los de otros muchos pueblos de Sevilla se elaboraron entre 1974 y 1975. Durante 1974, logró que se aprobaran, además, muchos planes parciales que permitirían asentar a más de 100.000 personas en la provincia de Sevilla. Durante su mandato, solo en 1973, se construyeron en la capital 1.600 viviendas financiadas íntegramente por el Instituto Nacional de la Vivienda y 7.168 viviendas libres, construidas con subvenciones de distintos organismos públicos; del total de viviendas en construcción se terminaron 11.492, todas en 1973 (ABC, 21-6-1974).
En 1975, contestaba a una interviú realizada por el diario ABC en su edición de Sevilla, dedicada a la problemática de la vivienda. Calero afirmaba que las principales cuestiones de su departamento en esas fechas eran las viviendas sociales, a pesar de los esfuerzos que se habían realizado, y la implantación de industrias de cabecera. Para lograr el primer objetivo señalaba como solución la incorporación del polígono del Aeropuerto, el de La Cartuja y La Corchuela; en lo que afectaba al sector industrial, proponía la creación urgente de suelo industrial para que pudieran instalarse en él las industrias y lanzaba como modelo el polígono Carretera de la Isla (ABC, 28-2-1975).
Desde esta fecha se retiró de la vida política activa. Ahora sus quehaceres fueron su familia y la lectura, ya que siempre, tal como me contaba una de sus hijas, Gloria, fue un lector empedernido; también fue un articulista habitual en la prensa, por lo que solía enviar crónicas y comentarios relacionados con la cuestión pública.
Julián Calero Escobar falleció en Sevilla el 2 de abril de 1988, a la edad de 77 años, víctima de un enfisema pulmonar, ya que había sido un fumador Sevilla el 2 de abril de 1988 empedernido. Fue durante toda la vida un enamorado de Almagro, al que venía asiduamente, cuando sus muchas obligaciones le permitían.
Julián Calero estaba en posesión además de las medallas citadas, la de Honor del Sindicato Español Universitario, la de Benemérito de la Patria y la Orden de Cisneros en calidad de Caballero y Comendador (Entrevista a Gloria Calero Santiago, 22-11-2015).
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1 Tenía al menos dos hermanos, Juan y Vicente, el primero era coronel del regimiento del Infante nº 5 en 1916. En 1911 Vicente estaba destinado en la Capitanía General de Melilla y era también oficial. Asimismo dos de sus hijos, Jesús y Fernando, fueron oficiales del Ejército. Guía oficial de España, 1916, p. 423; La Correspondencia Militar, 16 septiembre 1911.
2 J. Lawrence Tone, Guerra y genocidio en Cuba 1895-1898, Madrid, Turner, 2006, pp. 133 y 134.
3 El año de la Infantería, 1901, p. 111; Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración, 1903, nº 1, p. 1.563; La Correspondencia Militar, 9 mayo y 17 octubre 1906; El Correo Militar, 7 marzo 1898.
4 Archivo de la Universidad de Valladolid (AUV). Legajos 3647. Fichas de alumnos trasladados a otras universidades 1918–1943. Libros de matrículas y exámenes, 1929–30, 1930–31 y 1931–32.
5 D. A. González Madrid, La Falange Manchega (1939-1945). Política y sociedad en Ciudad Real durante la “etapa azul” del Primer Franquismo, Ciudad Real, BAM, 2004, p. 294.
6 D. A. González Madrid, op. cit., p. 284 y Los hombres de la Dictadura. Personal político franquista en Castilla-La Mancha, 1939–1945, Ciudad Real, Almud, 2007, apéndice 3, p. 7. Antonio Beneytez Quesada fue primer teniente alcalde junto con Calero, desde el 26 de junio de 1941. AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 26 junio 1941.
7 G. Redondo Gálvez, Historia de la Iglesia en España, 1931–1939. Tomo I La Segunda República, 1931-1936, Madrid, Rialph, 1993, p. 348.
8 F. Alía Miranda, op. cit., p. 61. El mismo historiador manifiesta que adiestró a personas en el manejo de armas y tácticas, para sumarse a la rebelión militar. F. Alía Miranda, «Conspiración y alzamiento: principales modelos en Castilla-La Mancha», La Guerra Civil en Castilla-La Mancha, 70 años después, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2008, pp. 360–361.
9 J. Cercas, Anatomía de un instante, Madrid, Randon House Grupo, 2011.
10 Jesús y Antonio fueron detenidos y encarcelados en Ciudad Real, posteriormente fueron conducidos al cementerio de Carrión de Calatrava, donde fueron fusilados y tirados al famoso pozo del camposanto. Fernando fue detenido y llevado a la cárcel de Porlier de Madrid, de donde fue sacado el 3 de noviembre, junto con otros cien presos, de los que treinta y siete eran militares. A los militares, según César Vidal, se les conminó a que se sumaran al Ejército republicano, solo lo hicieron cuatro para salvar la vida. El 5 se les condujo junto al cementerio Rivas Vaciamadrid, donde fueron todos ellos fusilados. C. Vidal, Paracuellos-Katyn: un ensayo sobre el genocidio de la izquierda, Madrid, Libros Libres, 2005, pp. 173–174. ABC, 5 noviembre 1939.
11 F. Alía Miranda, op, cit, pp. 213–214.
12 Entrevista a Gloria Calero Santiago, hija de Julián Calero Escobar, 22 noviembre 2015.
13 El riguroso control de los alimentos, racionados durante estos años, y particularmente la prohibición de la plantación de tabaco, realizada por los agricultores almagreños, a espaldas de la legalidad, le llevaron a múltiples desavenencias con el gobernador civil, según me contó en múltiples ocasiones, y ello a la dimisión irrevocable del cargo. AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 19 noviembre 1942, p. 124.
14 Rosa María nació en diciembre de 1943, tal como recogía la prensa de la época. Rosa María contrajo matrimonio con José Luis Piqueras Brunel en la iglesia de la Santa Caridad de Sevilla; fue su padrino su padre y sus testigos de boda por parte de la novia, don José Utrera Molina, gobernador civil de Sevilla y jefe provincial del Movimiento; don José María del Moral, don Jesús Sánchez Terán, y los magistrados Iturriaga, Cieza y Martín de Burgos. Los del novio fueron don Julio Piqueras Gallego, don Juan José Gallardo, don Francisco Borreguero, don Antonio Brunel, don José Gracia, don Antonio Gómez de la Torre y Hans Gerd Röetzar. Lanza, 8 diciembre 1943; ABC, 7 mayo 1966.
15 El nuevo establecimiento fabril, que algunos todavía recordamos por sus malos olores, incluía una máquina desengrasadora de huesos, cuatro autoclaves para la fabricación de cola fuerte, un aparato concentrador de cola fuerte, un motor de 25 Hp de potencia y una máquina trituradora, para reducir a polvo, los huesos de animales. AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 3 mayo 1943, p. 157.
16 B.M. Castro Fernández, Francisco Pons-Sorolla y Arnau, arquitecto-restaurador, Santiago de Compostela, Universidade. Servizo de Publicacións e Intercambio Científico, 2007.
17 La visita del prelado fue preparada cuidadosamente y se comisionó a Julián Calero para que completara el programa de actos. AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 31 mayo 1943, p. 166. Lanza, 3 junio 1943.
18 BOE, 3 octubre 1948. Http://www.euskomedia.org/aunamendi/81796 [consultado 26 noviembre 2015].
19 La moción relativa al Corral de Comedias presentada al pleno del Ayuntamiento por Calero decía literalmente lo siguiente:
«Primero. Existe en esta población un edificio en la Plaza de España, número 17 que se dedicaba a posada, pero que en los siglos XVI y XVII fue un Corral de Comedias, que se conservaba en buen estado.
Segundo. Que según noticias es único en España.
Indudablemente Almagro que en tiempos de la Reconquista fue la sede de la Orden de Calatrava, era un centro guerrero de primera clase y en los siglos que se indican, aunque perdiera importancia en el orden militar, era todavía un centro comercial y sobre todo cultural muy importante en España.
En estos siglos, en el cénit del Teatro Español, se representaban las obras en los célebres “Corrales de Comedias”. En el de la “Pacheca” en Madrid, y otros en Sevilla, Valencia y Barcelona, se representaban las obras de Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón.
En Almagro los caballeros y villanos tenían su “Corral de Comedias” en la citada posada.
De la importancia de este “Corral” y del acierto de la reconstrucción son pruebas las adjuntas cartas de personalidades de la política, de las artes y de las letras, que van unido al escrito de esta moción.
Tercero. Que era deseo ferviente de este Ayuntamiento la compra de ese inmueble, a fin de restaurarlo, evitando su desaparición o la ejecución de obras en el mismo que hicieran posible aquella restauración. Dificultades económicas impedían convertir en realidad aquel deseo municipal. Al frente del Gobierno Civil de la Provincia el Excmo. Sr. D. José María del Moral que es todo actividad y dinamismo para las cosas de las letras y el espíritu, tomó como suyo este Asunto, y un día presidió una sesión de Pleno del Ayuntamiento con fecha 8 de noviembre de 1952, en la que se acordó la adquisición de la citada posada. Trascurrieron los meses y no había posibilidad de efectuar la compra por no disponer de las cantidades precisas para ello. Ante esta situación se solicitaron subvenciones del Gobierno Civil y de la Diputación Provincial que acordaron concederles y a fin de efectuar la compra con rapidez y ante una petición de la Jefatura Local del Movimiento, se acordó con fecha 7 de marzo de 1953 conceder una subvención de veinte mil pesetas para que la compra la realizara la mencionada Jefatura. Con fecha 7 de marzo del mismo año, se libraron 16.000 pesetas para estos fines.
Cuarto. El Gobierno Civil y la Diputación Provincial concedieron una primera subvención de cincuenta mil pesetas y se pensó que era más apropiado que el “Corral de Comedias” fuera del Ayuntamiento, por ser éste la representación genuina del vecindario, desistiéndose de la idea de que la compra la realizara la Jefatura del Movimiento. Por esta Alcaldía se iniciaron gestiones con la dueña del edificio Doña María de los Ángeles Simonau Calvo, resultando que tenía comprometida su renta a un vecino de esta población. Ante presiones amistosas cedían a favor del Municipio, pero siempre que la compra se hiciera con la máxima urgencia, por lo que hubo de desistirse de tramitar un expediente a fin de no demorar nada su adquisición.
Quinto. Con las primeras subvenciones concedidas y con las que se otorgaron con posterioridad resultó que excedía de las sesenta y cinco mil pesetas, importe de la compra del “Corral de Comedias”. Efectuada de hecho la compra por este Ayuntamiento con las dieciséis mil pesetas devueltas por la Jefatura del Movimiento y las subvenciones concedidas, resultaba no obstante que para su restauración era imposible adquirir parte del inmueble de la colindante Doña Enriqueta Cuadra, por lo que se efectuó una pequeña permuta en ceder de la posada la primera crujía y parte superior de los soportales cediendo Doña Enriqueta Cuadra la crujía izquierda normal (sic) a la fachada en toda su longitud, abonándose por el Ayuntamiento los gastos de una escalera que independizará totalmente el “Corral” y el acondicionamiento de los locales cedidos.
Sexto. La compra y la pequeña permuta mencionadas, firmes y efectuadas de hecho no se tienen formalizadas por la urgencia con que hubo de realizarse a fin de evitar que por las demoras en la tramitación pasara a otras manos y se ejecutaran las obras que hicieran imposible la restauración, perdiéndose este monumento único de nuestro Teatro. Se demoró después esta legalización `por enfermedad grave del Sr. Secretario. Estima necesario formalizar esta situación para que obre documentalmente en el Archivo Municipal el oportuno documento escrito y pase a figurar en la relación de Bienes en el Inventario Municipal.
Séptimo. Deseo recalcar que la compra de este inmueble ha resultado totalmente gratuita a este Ayuntamiento, siendo una verdadera donación por las subvenciones concedidas, aunque luego haya habido necesidad de invertir cantidades con cargo a fondos municipales para su restauración.- Almagro a 9 de noviembre de 1954. El Alcalde.- Julián Calero.- Firmado y rubricado». La moción fue aprobada íntegramente en todos sus términos por el pleno municipal, formalizándose la compra del edificio. AHMA. Libro de actas del Ayuntamiento de Almagro, 12 noviembre 1954.
20 Manuel González Valcárcel era un arquitecto madrileño de gran prestigio, además de remodelar y adaptar el Corral de Comedias de Almagro, reformó el teatro San José de Costa Rica y realizó las principales reformas del Teatro Real de Madrid; la primera de 1966, para convertirlo en sala de conciertos y luego en los años 90 para su reconversión de nuevo en teatro de ópera. Falleció de un infarto el 29 de enero de 1992, precisamente cuando visitaba las obras del Teatro Real, acompañado de varios arquitectos y miembros del Ministerio de Cultura. El País, 30 enero 1992.
21 En 1967, y tras las primeras representaciones, se inició un ciclo de teatro en el Corral de Comedias organizado por TVE que convirtió a Almagro en ciudad del teatro.
22 El 10 de diciembre de 1954, Julián Calero preside el último pleno municipal. Unos días más tarde actúa como alcalde accidental, Francisco Martínez Escobar. En febrero toma posesión de la alcaldía Ramiro Bermejo del Río, con la presencia del subsecretario provincial del Movimiento, Carlos Calatayud Maldonado y del delegado provincial de Excombatientes, Juan Ramón Poblador Yáñez.
23 M. Ortiz Heras, «Dictadura franquista y diputación (1939-1975)», Historia de la Diputación Provincial de Ciudad Real (1835-1999), Ciudad Real, BAM, 1999, pp. 247–296.
24 En la primera campaña logró que los sindicatos hispalenses recaudaran la cifra de 1.150.000 pesetas, que fueron destinadas a este centro social que los hermanos hospitalarios de San Juan de Dios sostenían en Sevilla. ABC, 24 diciembre 1965.