Luis Quirós Arias
Tomelloso (Ciudad Real).
1893 -
Alcázar de san Juan (Ciudad Real).
1940.
Periodista, Poeta, Pintor y Político.

Luis Quirós Arias fue uno de esos hombres buenos de izquierdas que terminó siendo una víctima más de la represión franquista. Fusilado en Alcázar de San Juan el día 7 de mayo de 1940, ahora yace en una fosa común de aquella ciudad. En este cementerio hay dos fosas comunes sin intervenir, a la vez que 93 cadáveres fueron trasladados al Valle de los Caídos sin autorización de sus familiares. 

En Tomelloso, algunas de las personas de derechas, a las que Luis Quirós Arias ayudó durante la guerra civil para que no fueran ejecutadas por los rojos, serían precisamente las que lo señalaron como un “enemigo del Régimen”.  El padre del escritor Francisco García Pavón le sugirió que abandonara Tomelloso cuando terminó la guerra civil; Luis Quirós, con cierta inocencia, en abril de 1939, se presentó voluntariamente en el Ayuntamiento de Tomelloso para ayudar en lo que pudiera; inmediatamente fue encarcelado. Allí fue torturado y maltratado hasta que lo trasladaron a la cárcel de Alcázar de San Juan. Pero ¿quién era Luis Quirós Arias, y por qué lo asesinaron?

Nacido en el seno de una familia acomodada, su padre era veterinario, Alfonso Quirós Carranza, y también masón. Esto último influiría enormemente en su forma de comportarse: era bondadoso, ayudaba y defendía a los más desfavorecidos. En uno de sus artículos de 1932, escribe, “A filas republicanas. Intelectuales y avanzados”: “En mi insignificancia, hijo de un masón y republicano a cuya muerte quedó en mí adormecido el sentimiento político…”.  Sin ser ateo, tenía una opinión muy negativa del poder clerical en España; como queda bien reflejado en la recopilación de sus textos en el libro Artículos periodísticos (2007), publicado por su hija Mercedes Quirós Gómez.  Entre otros asuntos en los que se adelantó a nuestra época, está su oposición a la pena de muerte. En el artículo “Crónicas de La Mancha. La bendición del crimen”, dice: “Muy tocado el asunto de la pena capital, pero no lo suficiente hasta hacer dar en tierra con ella, como liberación de una de las mayores vergüenzas de la Humanidad  […] Porque la bárbara pena de muerte es hija legítima y podrido resto de la odiosa Inquisición” (1933). En 1936 volverá a escribir sobre este tema en su artículo “La silla eléctrica”: “Pensamos que la pena capital, por ser irreparable, es injusta y debe suprimirse de todo Código y en toda sociedad civilizada”. 

Era un feminista que se adelantó a su tiempo. En uno de sus artículos, “Escritoras de El Pueblo. La crónica de una mujer”. Escribe lo siguiente: “EL PUEBLO nos trae con agradable frecuencia el perfume de un feminismo alentador, brisa que refresca el rudo batallar de su empresa política…” (1931).  A pesar de sus convicciones republicanas, no dudaba es ser crítico con la República cuando lo creía necesario. En uno de sus artículos, 1933, relacionados con la supresión de “La Fiesta de la República”, escribe: “¿Y es laica la República? ¿Y el gobierno se las da de republicano? Porque soy de los que siguen sin comprender que un republicano puro pueda someterse a la disciplina dominante –al fin poder– de la Iglesia”. Un asunto que hoy en día podríamos seguir planteándonoslo frente al supuesto laicismo del gobierno español. Y sus críticas a la República no cesan y llega a decir: “no es lo mismo servir al pueblo que vivir a costa suya” (1933). 

En sus artículos periodísticos, tiene frases contundentes que reflejan su escepticismo hacia la misma humanidad: “La historia triste de los mártires nunca acabará mientras los hombres seamos lobos” (1934). En este artículo se refieres a Ernst Thälmann, uno de esos comunistas alemanes que luchó contra  Adolf Hitler. Encarcelado en 1933, estuvo preso 11 años. Por órdenes del propio Adolf Hitler, en 1944, fue fusilado y su cuerpo fue quemado inmediatamente. Cómo se puede constatar, Luis Quirós Arias, no solo se preocupaba por los asuntos relacionados con España, sino que supo ver anticipadamente la amenaza del fascismo en toda Europa; algo que, de nuevo, nos trae a la actualidad.

En mi libro Tomelloso en la frontera del miedo (Historia de un pueblo rural: 1931-1951), recojo un escrito de Quirós en defensa de un antiguo clérigo, con una gran capacidad narrativa, en el cual empieza haciéndose un breve autorretrato: “Sobre el caso de los detenidos Alfonso Navarro «El diablo» (afiliado en Izquierda Republicana antes de las elecciones de Febrero pasado), y su cuñado Pantaleón Ballesteros, natural de Alcaraz. Yo Luis Quirós Arias, Presidente de Izquierda Republicana en Tomelloso y ex presidente del disuelto Comité de Defensa en dicha ciudad, hijo de masón y laico de toda mi vida, pues que tengo hijos sin bautizar…” Y termina como sigue: “Por lo tanto, si mi justa indicación vale, ruego a mis compañeros que inmediatamente quede en libertad Alfonso «El diablo», que bastante susto y disgusto lleva pasados en sus tres días de calabozo sin haber cometido acto alguno contra la República que él mismo defiende siempre.  Esto es todo lo que tengo que manifestar y expongo a la consideración de mis compañeros. Salud y República. Tomelloso, trece de enero de 1937”. Documentos como éste, además de sus artículos periodísticos anticlericales, suponemos que eran suficientes para incriminar a Luis Quirós Arias como enemigo del Régimen franquista y justificar su injusto fusilamiento. 

Volviendo a su biografía, Luis Quirós Arias se casó con Pilar Gómez López, de la que tuvo cuatro hijas. Licenciado en Derecho en 1915, nunca ejerció en su profesión. Fundó en Tomelloso el partido Izquierda Republicana. Se dedicó al cultivo de sus viñedos y a la producción de su propio vino. Podríamos decir que era un hombre del Renacimiento: tocaba el piano, era fotógrafo, periodista, escritor, poeta y un excelente pintor autodidacta. 

En cuanto a su obra pictórica, en Estilos y tendencias de las artes plásticas en la provincia de ciudad real (1900-2005) y academias, certámenes y museos (2010), Enrique Pedrero Muñoz dice lo siguiente: “La obra que representa se encuentra dentro del realismo costumbrista, aunque también llevó al lienzo algunos retratos con alguna escena de interior. Sus temas más conocidos son personajes de mendigos y paisajes de su ciudad natal”.

Amigo del escritor y político valenciano Vicente Blasco Ibáñez,  a quien le dedicó su único libro publicado en vida, Mi homenaje a Blasco Ibáñez (1934). También tuvo una relación muy cercana con grandes políticos republicanos de la época (Manuel Azaña, Niceto Alcalá Zamora, Alejandro Lerroux y Melquíades Álvarez), y con afamados artistas como Joaquín Sorolla y Julio Romero de Torres. 

Bibliografía

  • Mi homenaje a Blasco Ibáñez, Tomelloso, 1934.
  • Riberas latinas. Madrid, editado por Mercedes Quirós Gómez, 2004.
  • Poemario, Madrid, editado por Mercedes Quirós Gómez, 2005
  • Artículos periodísticos de Luis Quirós y Arias. Madrid, editado por Mercedes Quirós Gómez, 2007.

Referencias

Imagen: Luis Quirós Arias en 1916. Fuente: Serafín Herizo, Tomelloso. Geografía afectiva 1865-1939, Madrid, 1994, p. 75). 

 

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