Nació en Ciudad Real el 21 de octubre de 1949 en el seno de una familia numerosa, tuvo seis hermanos. Murió en Madrid en 2017.
Hizo el bachillerato en su ciudad natal en el colegio de los Marianistas. Aprobado el Preuniversitario, cursó los estudios de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, alojado en el Colegio Mayor Chaminade, coincidiendo con los agitados años universitarios del tardofranquismo. Se licenció en 1972.
Manuel Marín estuvo casado con Carmen Ortiz Bru, Carmenchu, con quien compartió su vida hasta su fallecimiento durante más de tres décadas. Tuvieron dos hijas, Paloma y Alejandra.
Nada más terminar la carrera, impulsado por su prematuro interés por el proceso de construcción europea, se adentró en el curso 1972-73 en el estudio de los temas europeos en Francia, en la Universidad de Nancy, donde se especializó en Derecho Comunitario obteniendo brillantemente el correspondiente Diploma. Durante el curso siguiente siguió especializándose en dicha especialidad en el Colegio de Europa en Brujas (Bélgica), consiguiendo el Diploma de Altos Estudios Europeos, lo que le permitió realizar prácticas en la Comisión Europea en Bruselas. Durante el curso académico 1973/74 fue profesor-asistente en el Colegio de Europa de Brujas. En estos años ingresó en el PSOE de la mano de Francisco López Real.
Cuando volvió a España en 1975, su sólida formación y profundo conocimiento de las instituciones europeas fueron de mucha utilidad para el Partido Socialista Obrero Español, en cuyo Departamento de Relaciones Internacionales se incorporó, colaborando directamente con el secretario general, Felipe González.
En estos años de tardo y posfranquismo Manolo Marín colaboró con la reorganización del PSOE en la provincia de Ciudad Real, del que fue secretario provincial. Convocadas las primeras elecciones generales en 1977 fue elegido Diputado en el Congreso por esta circunscripción, resultando reelegido en las elecciones de 1979 y 1982. Durante esta etapa de parlamentario se especializó en temas internacionales, con especial atención a Europa. En el Congreso fue miembro de las Comisiones de Defensa y Asuntos Exteriores al tiempo que miembro de la Asamblea Consultiva del Consejo de Europa y miembro del Comité de relación del Parlamento europeo y las Cortes españolas. Así mismo fue vicepresidente de la Unión de Partidos Socialistas de las Comunidades Europeas.
Cuando el Partido Socialista logró la victoria electoral en 1982, con una mayoría de 202 diputados, Felipe González le nombró secretario de Estado para las Relaciones con las Comunidades Europeas, un cargo clave puesto que de él dependían las negociaciones para la incorporación de España a la Comunidad, uno de los objetivos fundamentales del nuevo gobierno.
Tras largas y difíciles negociaciones, Manuel Marín consiguió alcanzar el histórico acuerdo: en el Palacio Real de Madrid, el 12 de junio de 1985, se firmó solemnemente el Tratado de Adhesión de España a las Comunidades Europeas, suscrito por el presidente González, el ministro Morán y el propio Marín, el gran hacedor del acuerdo.
A España le correspondían dos comisarías en la Comisión Europea y el Gobierno nombró para una de ellas a Marín (el otro designado fue Abel Matutes, del partido de la oposición conservadora) el mismo año de 1985. Inició así un largo período de 14 años durante los que desarrolló una gran labor que culminó cuando asumió las funciones de presidente de la Comisión Europea en 1999, después de haber sido comisario y vicepresidente durante varias etapas.
Durante el mandato del presidente Jacques Delors fue vicepresidente responsable de asuntos sociales, educación y empleo y llevó a cabo, entre otras, dos importantes iniciativas: el Programa Europeo de Lucha contra el Cáncer y, sobre todo, el Programa Erasmus, que está siendo de vital importancia para la educación y la conciencia europeísta de miles de estudiantes, que ven favorecida su movilidad por las diferentes universidades europeas.
En 1988 el gobierno renovó su mandato como Comisario y de nuevo fue vicepresidente, en esta ocasión responsable de la Política de Cooperación al Desarrollo y de la Política Pesquera, en la que también dejó la impronta de su gestión con importantes realizaciones: en 1989 firmó en nombre de la Comunidad Europea, tras una difícil negociación, el IV Convenio de Lomé (Togo) de cooperación con 69 estados de Africa, el Caribe y Pacífico. En 1991, a propuesta de Marín, el Consejo de Ministros de las Comunidades Europeas aprobó la llamada “doctrina de la condicionalidad” mediante una resolución sobre Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo que condicionaba la ayuda europea a los países firmantes del Convenio de Lomé al respeto de los derechos humanos. Durante este período, Manuel Marín impulsó la Política Pesquera Común y alcanzó un nuevo acuerdo con Marruecos ya que el anterior se firmó antes de la adhesión de España y Portugal a las Comunidades Europeas.
El Tratado de Maastricht de febrero de 1992 redujo a dos las vicepresidencias de la Comisión, que hasta ese momento eran seis, y Manuel Marín fue elegido, mediante el voto secreto de los 17 comisarios, vicepresidente Primero en diciembre de 1993.
En este período impulsó y creó, superando el escepticismo general acerca de sus resultados, la European Community Humanitarian Office (ECHO), un servicio destinado a atender las necesidades crecientes de ayuda humanitaria a países terceros. Esta iniciativa coincidió con el comienzo de la guerra que estalló entre los países de la antigua Yugoslavia y la ECHO actuó directamente con ayuda humanitaria a las poblaciones afectadas, especialmente a las de Sarajevo y Mostar en Bosnia-Herzegovina. También en los conflictos del Kurdistán y en la guerra de los Grandes Lagos, en África. Pese a las reticencias iniciales con las que se recibió su iniciativa, y que en su origen la ECHO estaba formada por un pequeño equipo de 20 personas dirigido por el propio Marín y un presupuesto de menos de 200 millones de euros, pocos años después su presupuesto superó los mil millones, cuenta con más de mil personas, lo que demuestra el acierto de su iniciativa. También a propuesta suya se aprobó un plan de ayuda a Oriente Próximo con el objetivo de alentar el proceso de paz entre Palestina e Israel.
Es de destacar que gracias a su impulso la Acción Humanitaria fue reconocida como política comunitaria e integrada en los Tratados que rigen la Unión Europea, según lo previsto en el Tratado de Lisboa de 2007.
En 1993 Delors presidió una nueva Comisión en la que Marín asumió las carteras de Cooperación al Desarrollo de Ayuda Humanitaria y las relaciones económicas exteriores con países del Sur del Mediterráneo, Oriente Próximo, Oriente Medio, América Latina y Sudeste Asiático.
En 1995 comenzó el mandato de una nueva Comisión presidida por Jacques Santer, en la que Manuel Marín ocupó de nuevo la Vicepresidencia Primera y las mismas competencias que ya tenía en la anterior Comisión. En este período, como consecuencia de unas acusaciones de fraude y mala gestión que nunca pudieron ser confirmadas, y en medio de un clima enrarecido,en 1999 se produjo una dimisión colectiva de la Comisión. Santer abandonó sus funciones de presidente para presentarse a las elecciones europeas y Manuel Marín asumió la presidencia en funciones durante los meses de julio y septiembre, culminando así su larga trayectoria al servicio de Europa.
Al volver a España colaboró como profesor sobre cuestiones europeas con las Universidades Carlos III y Alcalá de Henares, así como con el Instituto Tecnológico de México.
En 2000 sus compañeros de Ciudad Real le volvieron a proponer como candidato al Congreso, resultando elegido. En 2004 repitió de nuevo como diputado por su provincia, resultando elegido presidente del Congreso a propuesta del Grupo Socialista. Cuando terminó la legislatura, anunció su retirada de la actividad política. Durante su mandato como presidente del Congreso realizó una importante labor de modernización de los servicios de la Cámara y de mejora de las condiciones de trabajo de los diputados.
En 2008 fue nombrado presidente de la Fundación Iberdrola, lo que le permitió dedicarse a actividades que siempre habían estado en el centro de sus preocupaciones: el cambio climático y las actividades relacionadas con la sostenibilidad, el arte y la cultura.
A lo largo de su brillante trayectoria, Manuel Marín fue reconocido con numerosas distinciones: en 1985 se le concedió la Gran Cruz de Isabel la Católica; en 2000, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio; en 2008 y 2009, respectivamente, la Gran Cruz de la Orden Española de Carlos III y la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil; en 2008 la República francesa le reconoció Commandeur de l’Ordre National de la Legión d’Honneur; en 2012 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Granada y el Instituto Universitario de Lisboa; por su lado, la Universidad de Salamanca le nombró Doctor Honoris Causa. Manuel Marín también fue “profeta en su tierra” y la Junta de Comunidades le concedió en 2008 la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha.
En diciembre de 2017, en vísperas de la celebración del aniversario de la Constitución por la que tanto luchó y a la que sirvió con lealtad, Manuel Marín falleció en Madrid recibiendo en el Congreso de los Diputados el homenaje unánime de instituciones, partidos políticos y centenares de ciudadanos que se acercaron a mostrarle su respeto.
Fuentes
- Diccionario Biográfico del Socialismo Español. Fundación Pablo Iglesias.
- CASTELLANOS LÓPEZ, J. A., Quién fue quién en la Transición en Castilla-La Mancha (1977-1982).
- Diccionario Biográfico de los parlamentarios de Castilla-La Mancha (1977-2007).
- Los presidentes del Congreso de los Diputados.