María del Pilar Amat Gómez-Salazar nació en Argamasilla de Alba el 5/01/1917 y falleció en la misma localidad el 1/11/2009.
Era hija de una familia de clase media-alta que se dedicaba a la agricultura y a la industria vinícola de la localidad, formada por Antonio Amat Hilario (que fue el precursor de la primera ‘calderilla’ para destilar orujo en Argamasilla de Alba), y Pilar Gómez-Salazar Belloso, matrimonio que tuvo un buen número de hijos: Eustaquio, Pilar, Vicente, Paulino y Aurora: más otros tres que murieron a temprana edad.
Formación académica y vida familiar.
Pilar estudió en el Colegio del Santo Ángel de la Guarda, fundado en Francia en 1839 por el sacerdote Luís Antonio Ormières y la Madre San Pascual, con religiosas de aquel país, que se instalaron en Argamasilla de Alba por iniciativa del sacerdote don Pedro José Menchén Ramírez de Arellano, abriendo expectativas para las educandas locales y de otros pueblos: disponía de internado, ofreciendo el aprendizaje de gramática, literatura, ciencias, matemáticas, etcétera, cocina y costura; y alta calificación en materias innovadoras: idioma francés, bellas artes y música.
Pilar, que tenía un carácter sensible a las bellas artes, recibió, por parte de las educadoras, además de una amplia cultura, los conocimientos pictóricos necesarios para cumplir lo que sería su vocación: la pintura; alternada en su vida con las labores de madre y otras actividades que relacionaremos.
En cuanto a su juventud fue una joven moderna para su tiempo. Como anécdota se narra, fue la primera mujer de la localidad que subió en un avión de los que aterrizaban en el aeródromo, instalado, por aquellos años, a las afueras de Argamasilla de Alba.
Después vendría su matrimonio con el joven médico de Socuéllamos: Francisco Orriach Moreno, con quien tuvo una hija: Francisca, que le daría, en su matrimonio con el empresario Basilio Serrano Mateos, dos nietos.
Posteriormente, 27-01-1950, se casaría con otro médico, Luis Jiménez Perrino, con el que tuvo dos hijos: María del Pilar, que además de pediatra es pintora y actualmente triunfa con éxito reconocido: está casada con Rafael Torres Ugena, médico, y tienen dos hijos; respecto a Luís, ha dedicado su vida a la oftalmología, está casado con Blanca Rosa Salido Belda, licenciada en Farmacia, también en Grado de Óptica y Optometría: aunque ha ejercido su trabajo en esta última especialidad, tienen dos hijas.
Primera mujer concejala en Argamasilla de Alba.
Después de la importante e interesante trayectoria en la que se dio a conocer, Pilar Amat, además de realizar labores de ama de casa y seguir pintando cuadros: la mayoría los regalaba, tuvo que plegar velas respecto a su vocación de pintora y aunque nunca dejó los pinceles y sus labores de ama de casa, se adaptó: primero a la consulta médica de su marido, instalada, como era costumbre en los médicos rurales, en su casa; profesión compaginada con el Ayuntamiento, pues don Luis Jiménez Perrino, fue, durante años, médico por la mañana y alcalde de Argamasilla de Alba por la tarde.
Posteriormente, y siendo ya primer edil Gerardo Serrano Parra, (Lanza:18-11-1970), junto a dos mujeres: en Ciudad Real y en Almuradiel, salió elegida, primera concejala en el Ayuntamiento de nuestra localidad. Y fue un antes y un después su labor en tan importante cargo; sobre todo porque lo que decía y hacía era supervisado por sus compañeros rigurosamente. Pero, a pesar de las críticas, intentó convencer a los ediles de su valía evitando la fiscalización del trabajo que realizaba; pues un año después de su nombramiento, (Lanza:5-2-1971), no solo organizó todo lo concerniente a la multitudinaria romería de la Patrona de Argamasilla, sino que lo hizo como alcaldesa en funciones.
Pero la presión sobre su trabajo de concejala debió continuar; ya que, cuatro meses después de la romería, con motivo de la Feria y Fiestas de la localidad, Pilar publica en el periódico Lanza (9-3-1971) un artículo titulado: «¿Mandamos las mujeres?». En el que, con buen humor, desgrana, en tercera persona, las dificultades que tenía para sacar adelante su concejalía: “Me ilusiona pensar que detrás de cada mirada dura y escrutadora del hombre hacia la mujer, ella sí que sabe comprender, ver tan claro que no es necesario ‘machacar’ sobre lo mismo; pues sabe que hoy, y más mañana, veremos a la mujer ocupar el rango que de hecho y por derecho le corresponde”.
Actividades culturales.
Dos años después, 1973, vemos a la concejala Pilar Amat, actuando de jurado en los Juegos Florales «Mancha Verde»: acepción muy lograda en el título; pues nuestra localidad y la mayoría de su término municipal está enclavada en el lecho del Guadiana.
Pero ya decía Unamuno: “Que no hay realidad sin idealidad”. Bajo ese prisma Pilar Amat siguió trabajando como representante de las mujeres en el ayuntamiento, organizando: (Lanza:29-3-1973). «La Fiesta de la Poesía y la Primavera» en el idílico paisaje del Castillo de Peñarroya.
El mismo año, Pilar Amat funda en nuestra localidad, la Asociación de Amas de Casa, transformando de ese modo lo anodino en otra forma de abrir caminos a la visibilidad de las mujeres en la sociedad.
Igualmente organizó y llevó a cabo los famosos Certámenes de Pintura Internacionales «Mancha Verde», de los que nombraremos como ejemplo, actuaban de jurado, entre otros, el prestigioso pintor de Tomelloso, Antonio López Torres y la artista, nacida en Malagón, Gloria Merino. En este Certamen, Pilar Amat, como concejala y para darle oportunidades a los pintores noveles, dado el escaso presupuesto que en aquel tiempo tenía el Ayuntamiento, instituyó un premio, pagado por ella, de cinco mil pesetas.
Además de otro buen número de iniciativas que es imposible relacionar, el 23 de abril de 1974, organizó, a instancias del pintor Gregorio Prieto, que en aquellos años vivía en Argamasilla, un «Acto de Homenaje de Amor y Desagravio a Cervantes». (Ya anteriormente, Pilar, había participado, 1968, en la Fundación que el artista valdepeñero había instituido en la Cueva de Medrano, con una serie de cláusulas referidas a su obra, favorables a la donación de las mismas a Argamasilla).
Respecto al acto del ‘desagravio’, por deseo de sus organizadores, se desarrolló con una invitación general a las mujeres de cualquier localidad de nuestro País, encabezándolo las esposas de los mandatarios y políticos del momento. También fueron invitadas a participar: poetas, periodistas, religiosas y mujeres célebres españolas. Entre otras: Isabel la Católica, Teresa de Jesús, Agustina de Aragón, la Cibeles, la Dama de Elche (para sorpresa de los organizadores, el Ayuntamiento de esta ciudad alicantina envió a la famosa Dama de Elche, ataviada igual que la encontrada en el yacimiento de La Alcudia de aquella localidad); también participaron un número importante de escritoras: Elena Andrés, Pureza Canelo, Concha Lagos, Paloma Palao, Sagrario Torres, Gloria Fuertes, etc.
En cuanto a labores más prosaicas, (las tuvo como concejala), cabe destacar la buena administración económica que ejerció en sucesivos mandatos; pues, a su manera, lo que ahorraba en un apartado lo gastaba en otro. Lo que decimos ocurrió cuando compró, en 1977, ocho bustos cervantinos, obra del escultor local Cayetano Hilario Abellán, para ser colocados, por medio de un importante Acto Literario, en la Cueva de Medrano, (Lanza:1-5-1977).
También, y dado que la Corporación había rescindido, con su voto en contra, la Banda Municipal de Música, Pilar Amat, después de varias demoras, logró formar una Banda de Cornetas y Tambores.
Por estos años, preocupada por el tema de la falta de instrucción y cultura en la mujer, junto a otras administraciones, consiguió un Curso de Formación para 30 señoras, impartido por el P.P.O.: Programa de Promoción Profesional Obrera.
Otras actividades culturales de Pilar Amat.
Tristemente para Pilar Amat, el 29 de julio de 1982, imprevistamente, fallece su marido, Luis Jiménez Perrino. Esta ausencia la abstrae y la deja sin ánimo para reorganizar sus actividades sociales y culturales. Pero ese mismo año, la tradición cervantina de Argamasilla, que siempre ha sido de gran relevancia, y, anteriormente (ABC: 3-9-1961) un grupo de argamasilleros habían intentado crear una institución titulada «Los Académicos de la Argamasilla» (le ofrecieron la presidencia al escritor José Martínez Ruíz, Azorín), las autoridades denegaron la autorización y no fue hasta el año 1983 cuando Juan Alfonso Padilla Amat, primo hermano de Pilar (personaje también de excelente trayectoria), logró el permiso oficial oportuno; mas, a pesar de presentar un listado de personalidades de la cultura nacional y provincial, oficialmente no se aceptó fuera una ‘institución’ sino una ‘asociación cultural’. Dada la negativa oficial, por no desalentar a los que habían llevado a cabo el proyecto, Pilar aceptó ser la vicepresidenta. Años después, fallecido Juan Alfonso, sería elegida presidenta de la mencionada asociación.
Diez años después, en 1993, un grupo de músicos de la antigua banda y otras personas amantes de la música, decidieron reorganizar la ya extinguida con una nueva. La idea de volver a tener banda de música en nuestra localidad la entusiasmó, y, para que se llevara a cabo, les ofreció para los ensayos, sin coste económico, uno de los locales de su propiedad: que la naciente banda utilizó durante años; concretamente hasta que el Ayuntamiento construyó la Escuela Municipal de Música en el año 2002. En agradecimiento a su generosidad, la Directiva de la Banda la nombró: Madrina de Honor de la Agrupación Musical «Maestro Martín Díaz».
En cuanto a los «Académicos» y dado que los maravedíes en la Asociación escaseaban, porque siguiéramos con las actividades que programábamos, siempre nos alentaba diciendo: “No os preocupéis por el dinero y seguid adelante”.
Empujados por su carisma, iniciamos una serie de nombramientos: «Académicos de Honor», previo Juicio Crítico Literario, a distintas personalidades del mundo intelectual y cultural.
El primero, (1995), se programó para Luís Arroyo Zapatero, en esas fechas Rector de la Universidad de Castilla-La Mancha. Nunca olvidaremos la organización del mencionado acto; porque tuvimos como Defensor del Rector, (el excelente Fiscal fue el catedrático de la UCLM Felipe Pedraza), al Magistrado del Tribunal Supremo, Marino Barbero, (que acudió acompañado de su esposa), el cual, y porque no encontramos un lugar apropiado para hospedarlo: llevaba escolta policial y esta exigía ciertas medidas de seguridad, Pilar ofreció su casa. Mas no fue sólo la generosidad de esa decisión la que aportó al evento, sino que, con no pocas prisas y para que estuvieran más cómodos y en intimidad, les preparó las habitaciones del piso bajo, (ella vivía en el de arriba), y porque era una gran anfitriona, llamó albañiles y pintores; y además les ofreció, según la opinión de don Marino y su esposa: ‘suculentos manjares’.
Un tiempo después, (año 2000) decidió retirarse como presidenta de la Asociación de los Académicos y se le hizo un merecido homenaje, en el cual participó la Banda «Maestro Martín Díaz» y la Asociación de Amas de Casa, siendo nombrada en esa fecha: «Presidenta de Honor de los Académicos de la Argamasilla».
Mientras tanto, siempre refugiada en sus hijos, siguió alimentando la luz de su corazón a través de la pintura. Actividad que le reportaba, casi hasta su fallecimiento, muchas satisfacciones: “cuando pinto soy feliz”, decía. Y seguido, pasábamos a la sala que le servía de estudio; toda llena de luz y de cuadros primorosos: bodegones, escenas de campo, casas y calles de la localidad, etc.
Uno de los últimos actos a los que asistió Pilar Amat fue cuando nombramos «Académico de Honor» (2005) a Mario Vargas Llosa. Mucho le alegró que asistieran, además del presidente de la Región, José María Barreda, los consejeros de Educación y Economía: José Valverde y María Luisa Araujo; más el Rector de la Universidad: Ernesto Martínez Ataz; también, delegados provinciales, alcaldes de diversas localidades, etcétera.
Otras calidades y cualidades podríamos señalar de Pilar Amat Gómez-Salazar: toda una “institución” de Argamasilla de Alba; pues sin alharacas, con mucha sabiduría manchega, a veces con socarronería, sencillamente fue donando su luz a través de notables y aleccionadores hechos y consejos: “experiencias de la vida”, que decía con mucha gracia.
De modo tan sencillo, Pilar, puso en valor la calidad de una tierra que ella amó singularmente; una tierra que sembró de sonrisas y generosidad. Ahora, en esta memoria, breve recordatorio de lo que fue, unidos, como ella quería, digamos con nuestro poeta Vicente Cano: “Por encima de estrellas y alboradas, sobre el pulso y el polvo y sus orillas, hay voces que no quedan apagadas”.