El barítono Mattía Battistini y Tomasi nació en Roma en 1856. Contrajo matrimonio con Dolores Figueroa y Solis, aristócrata de Membrilla, Ciudad Real, nacida en Sevilla en 1852, pero llegada a la localidad manchega cuando era niña. Lo hizo cuando su padre, don Rafael Figueroa Garaondo, militar de carrera, adquirió tierras del término procedentes de las desamortizaciones efectuadas por Pascual Madoz. Dolores pertenecía a familia aristocrática desde sus antepasados; su padre don Rafael era primo de don Álvaro Figueroa Torres, conde de Romanones. Hombre de familia acaudalada y gran cultura, formado en Bolonia, este estrecho familiar de nuestro ilustre vecino de Membrilla fue, además, presidente de la Academia de Bellas Artes y del Ateneo madrileño, entre otros cargos.
La nobleza de la época empujaba a la corte borbónica a presenciar espectáculos de ópera. Fue de ese modo, en el Teatro de la Ópera de Madrid y los círculos que en torno al arte y la alta sociedad se formaban, como Dolores Figueroa y Mattia Battistini se conocieron y se enamoraron. Aunque la familia de ella no aprobaba la relación, el amor pudo más entre la pareja y se casaron.
Mattia Battistini fue uno de los más grandes personajes mundiales del Bel Canto. Su prestigio en el mundo de la ópera a escala internacional, debido a su prodigiosa voz y talla interpretativa, lo llevaron a realizar los más destacados papeles de los grandes compositores operísticos de la época. Realizó giras por los mejores escenarios de Europa y Sudamérica y fue reconocido por toda clase de público. Pasaba largas temporadas en el palacete renacentista, residencia llamada “Casa de la Obra”, que construyeron en Membrilla, lugar donde descansaba de los viajes, continuaba sus ensayos y se relacionaba con las demás familias terratenientes de esta localidad y de la vecina Manzanares, así como, también, cercano y divertido, con vecinos comunes de Membrilla con los que ponía en marcha actuaciones artísticas de baile y canto, apreciando la impronta popular.
Algunos de los papeles que Battistini interpretó.
Battistini interpretó innumerables papeles operísticos por las grandes ciudades de América y Europa, incluida Rusia. El romanticismo estaba presente en todos estos libretos. Entre otros personajes, se conservan fotografías de sus papeles como El Valentín de Fausto, de Barbier y Carré y música de Gounod; Guillermo Tell, de Rossini; Rigoletto, de Verdi; Wertter de Messenet o el de su debut, que, desde su adolescencia cantando, lo catapultó a su carrera profesional, La Favorita de Donizetti en el Teatro Real de Madrid en 1878.
En Membrilla, además de su señorial residencia, la familia tenía, entre otras parcelas, la gran finca Brunetto, donde se plantaron las primeras viñas tras la filoxera en Francia y donde construyeron un grandioso palomar. Las convulsiones bélicas y financieras de la primera mitad del siglo XX, materializadas en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la caída de la Bolsa de Nueva York en 1929, como a la mayoría de estas familias, llevaron a Battistini y a doña Dolores al descuido de sus propiedades y a la marcha a su residencia en Rietti en Italia.
La muerte de Dolores Figueroa sin descendencia en 1923 y la de Mattia Battistini en 1928 en su villa italiana produjo el abandono de estos bienes en Membrilla. El palacete y sus jardines, eras y tierras anexas, en abandono, fue vendido a la Cooperativa Virgen del Espino, que derruyó el fabuloso palacio muy deteriorado poco antes de venir las ayudas de la Unión Europea para la restauración del patrimonio, y construyeron almacenes de grano y una bodega. Por su parte, Brunetto pasó por dos o tres propietarios hasta, finalmente, en la primera mitad de los años 90, adquirirla la familia que mantiene la finca en la actualidad, habiéndola ampliado, modernizado sus instalaciones de explotación y restaurado el palomar.
En Villa Battistini de la localidad italiana de Rietti se conserva el legado de Mattia Battistini y Tomasi, donde además se levantó un busto a su memoria. Pionero de las grabaciones, su voz admirable se puede escuchar en la actualidad en registros de la época. En Membrilla, además de la finca Brunetto, existe una agrupación polifónica llamada Coral Battistini.
Bibliografía:
- Pedro Jiménez Almarcha y Enrique Jiménez Villalta, Mattía Battistini y Dolores Figueroa. Una pareja ilustre de Membrilla, Ciudad Real, Gráficas Garrido, 2012.
- Enrique Jiménez Villalta, “Mattía Battistini, el rey de los barítonos que vivió en Membrilla (Ciudad Real)”, Cultura en Red CLM (28-8-2022), https://cultura.castillalamancha.es/. Consulta 15-12-2024.
- Escrituras de la Finca Brunetto, adquirida y conservada por la actual familia propietaria.