Dicha generación estaba compuesta por un grupo de amigos, al que pertenecieron Carlos Alcolea (1949-1992) y Carlos Franco (1951), entre otros. Fue en la Capital de España, donde nació dicho movimiento, y se denominaría: Nueva Figuración Madrileña.
Con esta tendencia, aparece en 1975 el pintor Oscar Benedí (Óscar García Benedí), que, en sus primeras creaciones aproximadamente entre 1975 y 1977, compone fotomontajes (con pinturas y fotografías) y serigrafías.
Posteriormente abandona definitivamente el celuloide para adentrarse en el terreno de lo pictórico, creando un tipo de pintura representativa, con ciertos valores de las corrientes abstractas, como signos gestuales de la nueva renovación figurativa, que se mueve entre esta tendencia y la abstracción. En la obra Personaje sentado a la orilla del Mediterráneo,ejecutado en 1980, está presente esa primera toma de contacto de la pintura del Madrid, con la nueva tendencia. La obra recrea el plano sobre el plano, cambiando el volumen por el color. No existiendo puntos de fuga, huyendo de normas academicistas.
En esta etapa, sobre todo, hay un interés por la búsqueda de un estilo propio que lo defina, con sus preocupaciones representativas y lingüísticas. Digamos que el artista evoluciona desde un tratamiento amplio de la materia, hasta una solución muy clara de la pincelada. Es la definición visual de la forma con la materia y su paleta es clara.
Más tarde se interesa por los temas florales. Otro ejemplo son los cuadros, El piano de Tom Waits o Suerte de Varas, en ellos se quiere observar una gran tendencia hacia el expresionismo. Hace aparecer en estos cuadros una paleta rica de colores vivos y agresivos, pero muy bien conjugados, haciéndolos efectivos por mediación de los colores complementarios, restándole potencia con el negro. La forma la materializa en el lienzo con pincelada suelta y atrevida de color, que algunas veces se superponen, se entremezclan y otras se difuminan.
En el factor humano, tuvo por desgracia una vida breve, pero sí una dilatada carrera artística. Oscar Benedí, realiza el bachillerato elemental en su Valdepeñas natal y el superior en Córdoba. Desde muy joven pinta y dibuja con soltura y aprende las técnicas en un curso de pintura por correspondencia. Posteriormente ingresa en la Facultad de Bellas Artes de La Laguna (Santa Cruz de Tenerife). Más tarde estudia grabado, serigrafía y litografía en la Facultad de Bellas Artes de San Fernando en Madrid e imparte clases en una academia como profesor de dibujo y pintura. Aunque su vida fue breve, su actividad expositiva, fue amplia.
Participó en 1979 en la XVIII Bienal Internacional de Sao Paulo y formó parte de la exposición “Arte Actual” en la Fundación Gulbekian de Lisboa en 1980. En esta misma fecha, se le concede una beca por la investigación de las “Nuevas Formas Expresivas”. Más tarde en 1982, es adquirida una obra por el Museo Español de Arte Contemporáneo, antecesor del Museo Nacional de Arte Reina Sofía y recibe muchas becas y premios en las exposiciones internacionales como la Medalla de Bronce de Pintura en la XVI Bienal de Alejandría (Egipto). Cinco veces premiado y galardonado en la Exposición Nacional de Artes Plásticas de Valdepeñas, en los últimos años del siglo XX, que luego pasaría a internacional. También una en la de Puertollano, así como Adquisición de Obra, en la Diputación Provincial de Alicante, Comunidad Autónoma de Murcia, Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. En el año 2024 el Ayuntamiento de Valdepeñas, compró una colección de obras a la familia compuesta por un centenar de dibujos, cuadros, fotografías, bocetos y documentación personal que conservaba su compañero Ignacio de Juan.
Francisco Calvo Serraller (en el catálogo de la Exposición Homenaje a Oscar Benedí. Museo Municipal de Valdepeñas, del 20 de diciembre de 1991 al 31 de enero de 1992) comentaba lo siguiente:
“De Oscar Benedí puedo decir, en primer lugar, que es un pintor colorista cien por cien. Eso salta a la vista. Él maneja el color con una soltura poco corriente, pero además es un intérprete de las variaciones cromáticas, que es, ni más ni menos, una especie de mecanismo válido para crear ambigüedades que tanto parecen divertirle”.