Pedro Pardo García fue un sacerdote nacido en Aldea del rey -Ciudad Real- el 9 de septiembre de 1935 y fallecido el 4 de octubre de 2001 en Madrid. Su biografía es amplia en cualidades humanas y en producción musical, pues fue una persona al servicio de su pueblo, la barriada del Pilar de Ciudad Real, y con amplias capacidades de creatividad y composición musical, como queda demostrado en el Catálogo VC, recopilación de todas sus obras, publicada en 2022 en el libro titulado El valor de la bondad. Pedro Pardo, sacerdote y músico (1935-2001), por el Instituto de Estudios Manchegos y la Asociación de Pedro Pardo.
Pedro Pardo nació en una familia pobre, su padre era hortelano y su madre costurera. Gracias a su pronta vocación sacerdotal, consiguió estudiar en el Seminario diocesano de Ciudad Real. Desde un primer momento su interés especial se centró en la música, aprendiendo gregoriano, polifonía y órgano de la mano de los profesores del Seminario diocesano, entre ellos Salomón Buitrago Gamero, maestro de capilla de la catedral de Ciudad Real, al que Pardo siempre reconoció como su maestro y su inspiración. En 1959 se hizo sacerdote.
Tras ser ordenado sacerdote en 1960, su primer destino fue el Camirro, “capilla misionera rodante”, encargada de la predicación del Evangelio en los lugares más recónditos de La Mancha. Ejerció esta labor durante dos años, tras los cuáles fue destinado a la parroquia más pobre y conflictiva de Ciudad Real capital, la Parroquia del Pilar, ubicada en el centro de un barrio marginal y anticlerical.
La labor como párroco del Pilar de Pedro Pardo se extendió entre 1963 y 1990. Fueron 27 años de plena dedicación pastoral a unas gentes de nivel de vida muy bajo, claramente contestatarias con el régimen y alejadas de la práctica católica. Pedro Pardo consiguió cambiar gran parte de este alejamiento por una adhesión sin condiciones a su persona y a la propia parroquia, y lo hizo con una labor de entrega total, sin esperar nada a cambio y cumpliendo una misión diaria basada en el ejemplo y la cercanía. Luchó igualmente por la dignificación de la vida en el barrio, pasando de ser una barriada de casas baratas sin luz eléctrica ni canalización de aguas, con fosa séptica, a un barrio saludable y con cierta calidad de vida. En ese camino no escatimó en esfuerzos ni en críticas al régimen local, consiguiendo paulatinamente beneficios para sus convecinos, que llegaron a admirarle y a quererle con verdadera sinceridad.
La estrategia de Pedro Pardo en esta lucha social fue el acercamiento a los jóvenes de la barriada, “sus chicos del Pilar”, como acostumbraba a decir, a los que inculcó el espíritu cultural y deportivo necesarios para trasmitirles valores y convicciones cristianas. Utilizó para ello tres cauces: el teatro -formación de un grupo de teatro bastante activo-, el futbol -fundó el equipo JOC Pilar, que llegó hasta Segunda División Regional en dos ocasiones, y al frente del cual actuó como presidente y entrenador, en algunas fases, durante 19 años (1964-1983)-, y la música, formando el Coro de la Parroquia del Pilar, que bajo su dirección cosechó importantes triunfos musicales.
Al mismo tiempo, Pedro Pardo dirigió durante dieciséis años Cáritas Interparroquial de la provincia de Ciudad Real, recorriendo con su furgoneta todos los pueblos de la extensa tierra de Ciudad Real en busca de colaboraciones materiales y económicas en beneficio de los más desfavorecidos.
Desde 1979 Pedro Pardo ejerció también como profesor de Religión Católica en el IES Maestre de Calatrava de Ciudad Real, conocido como el Politécnico. En este trabajo entregó toda su vocación docente y llegó a ser reconocido por todo el estamento docente provincial por su gran labor. Permaneció como docente hasta el año de su fallecimiento, 2001.
Cuando el equipo JOC Pilar tuvo que deshacerse, por la edad de sus jugadores y por la carencia de campo propio de juego, Pedro Pardo emprendió su segunda gran aventura, esta vez dedicada a la música, de la que estaba enamorado desde su época de seminarista. Fue llamado para ponerse al frente de la Coral Polifónica de Ciudad Real, en aquella etapa la representación orfeonística más importante de Ciudad Real, comparable al famoso Orfeón Manchego que dirigiera Salomón Buitrago desde 1929 a 1936. Pedro Pardo asumió el reto y dirigió la Coral Polifónica desde 1983 hasta 2001, año de su muerte el 4 de octubre. En este camino elevó de forma notable y plausible el nivel de la coral y la convirtió en la coral estable de la catedral.
En 1990, en parte gracias a esta enorme labor, Pedro Pardo fue reconocido como canónigo de la Santa Iglesia Prioral Catedral de Ciudad Real y como prefecto de música de dicha sede. Desde 1983 su labor como gran compositor, que había empezado en su juventud, se incrementó en paralelo a la dirección artística de la Coral Polifónica. Fruto de ello se conserva un extenso legado de partituras conocido como Legado VC, que se guarda en el Archivo Diocesano de Ciudad Real. Se trata de treinta y cinco obras para coro de voces mixtas, solo con acompañamiento orgánico, órgano y piano, donde se pueden distinguir obras sacras de estilo cecilianista y obras profanas basadas en la recuperación y adaptación del folclore a varias voces, en la línea empezada por Salomón Buitrago, maestro de capilla de la catedral hasta 1975.
Estas 35 obras de su autoría son las que se han identificado plenamente, si bien se le pueden atribuir otras, pendientes de un estudio más profundo. Entre estas obras destacan sus villancicos a varias voces, la excelsa música para el tiempo sacro de la Semana Santa, la música a la Virgen María, por la que sintió una devoción muy especial, y sus misas a varias voces, entre las que destaca la Misa Tota Pulchra a 4 y 6 voces mixtas y acompañamiento, VC 20, dedicada a la Virgen del Prado, patrona de Ciudad Real, con ocasión del IX Centenario de su aparición en 1988. Fue interpretada por la Coral Polifónica y una orquesta del Conservatorio de Ciudad Real en la Misa conmemorativa que se celebró en el Parque de Gasset de la ciudad con asistencia de la reina doña Sofía, 24 de mayo de 1988.
Pero no es la única obra destacable. Otras que merecen la pena nombrarse en esta síntesis son el Canto a La Mancha 4 y 6 voces mixtas, VC 5, un auténtico himno a la Mancha, el Improperium del Domingo de Ramos a 4 voces mixtas, VC 17, la Misa a la Virgen del Pilar a 4 voces mixtas y órgano, VC 18, las dos versiones de la Pasión según San Lucas a 4 voces mixtas, VC 22m y VC 23, sus numerosas plegarias a la Virgen María, dotadas de un sentimiento y ternura dignos de comentarse, y una buena cantidad de himnos populares a vírgenes patronas y santos patrones de la provincia de Ciudad Real.
La Coral Polifónica no dejó de crecer en repertorio, clásico y actualizado, con autores como Juan Miguel Villar, Salomón Buitrago, el propio Pardo, durante esta etapa final de siglo XX y aumentó el número de sus actuaciones por la Mancha y por toda España. Pedro Pardo fue reconocido ciudadano ejemplar en 1988 y la propia coral había sido reconocida con el mismo mérito un año antes.
Entre los méritos de Pedro Pardo, sin duda, la recuperación de toda la colección de partituras del antiguo maestro de capilla de la catedral, Salomón Buitrago, que estaban dispersas, y que él consiguió reunir. Debe indicarse que en dicha colección se guardaban todas las composiciones de Buitrago, que fue recuperado como gran compositor por Pedro Pardo, y obras desde el siglo XIX hasta 1975, muchas de ellas salvadas por Buitrago de su muy posible destrucción durante la Guerra Civil. Por ello, debe indicarse que esta intervención de Pedro Pardo es muy importante para la recuperación del patrimonio y de la historia musical de Ciudad Real.
Esta amplia colección musical fue organizada por el que suscribe y ha quedado recogida con el nombre de Legado Histórico Musical de Salomón Buitrago. Se guarda actualmente en la sacristía de beneficiados de la catedral de Ciudad Real.
Pedro Pardo murió inesperadamente el 4 de octubre de 2001 en Madrid, después de una intervención quirúrgica que no parecía grave. Curiosamente, su muerte acaeció el mismo día del fallecimiento de su principal maestro, Salomón Buitrago (4 de octubre de 1975). En Ciudad Real su fallecimiento causó gran sensación y dolor, y aún hoy se le recuerda como un personaje ejemplar y un gran músico, dotado de un carisma personal especial y querido por todos.
Bibliografía:
- Castellanos, V., Musicalerías. Ciudad Real, música y sociedad (1915-1965), Ciudad Real, Biblioteca de Autores y Temas Manchegos, Diputación Provincial, 2005.
- Castellanos, V., “El regionalismo musical manchego” en Congreso-curso de verano: Pedro Echevarría Bravo: músicas y etnomusicología en la Mancha. Centro de Estudios del Campo de Montiel y UCLM. Villanueva de los Infantes. Julio de 2016, 2016.
- Castellanos, V., El valor de la bondad. Pedro Pardo, sacerdote y músico (1935-2001), Ciudad Real, Instituto de Estudios Manchegos y Asociación de Amigos de Pedro Pardo, 2022.