pena-lobon
Lorenzo de la Peña Lobón
Santa Cruz del Retamar (Toledo).
1889 -
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Maestro.

Nació en el año 1889, en Santa Cruz del Retamar (Toledo). En 1913 era nombrado maestro de la Escuela Nacional de Asistencia Mixta de Sotoca (Guadalajara) y después pasó a Villanueva de la Fuente (Ciudad Real), escuela en la que era cesado en mayo de 1916 para pasar a a Ibros (Jaén). En 1921, como resultado de la celebración de un cursillo, fue propuesto por el Patronato para formar parte del claustro del Grupo Escolar Cervantes, de Madrid.

También en 1921, por autorización de la real orden de 24 de enero, fue integrante de un grupo de inspectores y maestros que, bajo la dirección de Luis Álvarez Santullano, visitó establecimientos docentes de Francia, Bélgica y Suiza. Como resultado de esa experiencia presentó la memoria titulada El cinematógrafo escolar (Madrid, Anales de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, tomo XVIII, memoria 11ª, 1924).

En 1922 suscribió un manifiesto en defensa de la libertad de cátedra. El motivo del documento, firmado por un gran número de docentes, fue una denuncia contra la profesora Josefa Uriz, de la Normal de Lérida, que le supuso la apertura de un expediente administrativo. Lo abrió el rector de la Universidad de Barcelona ante una denuncia del obispo de aquella diócesis. La denuncia se fundaba en las ideas “detestables, disolventes y perniciosas” contenidas en tres libros cuya lectura recomendaba a sus alumnas la profesora: Valor social de leyes y autoridades, de Pedro Dorado Montero; Los orígenes del conocimiento, de Turró, y La condición social de la mujer en España, de Margarita Nelken (España, 1-4-1922). 

La real orden de 8 de julio de 1925 autorizaba la pensión a una serie de profesores del Grupo Escolar Cervantes, de Madrid: Ángel Llorca García (director), Dionisio Prieto Fernández, Emilio Gazapo Abelló, Manuel Alonso Zapata, Lorenzo de la Peña Lobón, José César Rodríguez, Elisa López Velasco, Justa Freire Méndez, Raimundo Torroja Valls, Ildefonso Prieto Fernández y Tomás de Santiago González. El grupo, a partir del 20 de julio y durante dos meses y medio, visitó las llamadas Escuelas Nuevas de Alemania, Francia, Suiza, Austria e Italia. Visitaron en París, aparte de un buen número de instituciones académicas y museos, la Exposición de Artes Decorativas y Museos de Pedagogía, Artes y Ciencias. Asistieron al Tercer Congreso Internacional de Escuelas Nuevas en Heidelberg, al Curso de vacaciones del Instituto J . J . Rousseau, de Ginebra, y a las sesiones del Primer Congreso general del niño, en la misma ciudad. Y conocieron, según la Memoria de la JAE, “a las gentes que, en relación directa o indirecta con la Escuela, creen que ocupan un puesto en la vanguardia de los reformadores de la educación mundial”; examinaron algunos de los frutos que las nuevas enseñanzas estaban produciendo; o pudieron observar la forma de vivir la vida de algunas “de las escuelas que se consideran más revolucionarias en el orden pedagógico”.

Eran docentes en un centro madrileño que se caracterizó por su conexión con la renovación pedagógica y con los buenos quehaceres docentes. En los números de La Educación Moderna de agosto y septiembre de 1926 se puede ver la labor realizada en el centro y los planteamientos con la que era realizada. El documental ¿Qué es España? fue un resumen en imágenes de las iniciativas relacionadas con la educación y la investigación científica desarrolladas en España durante las primeras décadas del siglo XX, vinculadas con la Institución Libre de Enseñanza (institución privada creada en 1876 y la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (pública creada en 1907 por el Ministerio de Instrucción Pública y dependiente de éste). Pues bien, en el mismo se pueden ver diversas imágenes del Grupo Escolar Cervantes y entre ellas aparecía Lorenzo de la Peña Lobón, “becario de la JAE”, supervisando a dos de sus alumnos soldando.

La sublevación de los militares golpistas se produjo cuando trabajaba en el grupo escolar Cervantes donde, según la documentación consultada, formaba parte de un grupo en principio cohesionado e ilusionado con su labor docente. Trabajó en Madrid hasta el 14 de junio de 1937 (para todo lo relacionado con su proceso de depuración ver expediente AGA, sección Educación, 32/13107), fecha en que marchó a Ibros (Jaén), donde ya había estado antes. Parece que pidió traslado para atender a una hija enferma y “necesitada de una sobrealimentación que en Madrid le era imposible proporcionarla”. 

El 16 de abril de 1939 volvió a Madrid y el 18 firmaba su declaración jurada, según indicaba el decreto de 21-1-1939, respondiendo a una serie de preguntas sobre la actuación en los años de guerra. En el expediente figuran una serie de avales e informes que ayudaron a que con fecha 28 de octubre de 1940 se le confirmara en su cargo y se le abonasen los haberes que dejó de percibir durante el tiempo que estuvo suspenso. El BOE (18-5-1942) incluía a Peña Lobón (número 2.130, con destino en Madrid) en una relación del escalafón de maestros de cuarta categoría.

Pero resulta interesante detenerse un poco en los argumentos utilizados en los avales e informes. Parece, según se ha escrito, que Lorenzo de la Peña sintonizaba con el equipo docente del Cervantes. Pero en los avales aparece un docente aislado y receloso con las actividades del colegio. Desde luego, había que sobrevivir, pero los argumentos escritos sirven para ver la miseria moral del momento y el terror impuesto a golpes de cárceles y fusilamientos. Antonio Gil Alberdi, por ejemplo, informaba que de la Peña era un “islote” en el Grupo Escolar Cervantes y que siempre se le tildaba como “el carca” de la casa. Escribía que durante la guerra habló con él varias veces y era de formación y práctica católica, además de defender “con ardor los ideales del Glorioso Movimiento”. En otro informe decía, entre otras cosas, que en el Cervantes se leía poco ABC o El Debate, pero de la Peña lo hacía. 

Otro informe lo realizó Pedro Martínez Garcimartín, funcionario del Ministerio de Industria. Entre otros extremos escribía de la pertenencia de Lorenzo de la Peña a FETE (UGT) y la explicaba por el ingreso en bloque en la organización, el 1 de octubre de 1936, de la Asociación Nacional del Magisterio (“entidad de carácter puramente profesional, aconfesional y apolítica”), a la que pertenecía de la Peña. Por lo demás, indicaba que no había estado afiliado a ningún partido político, ni había intervenido “jamás” en propagandas sociales o políticas.

Bernabé Rodríguez Guirau, director del Cervantes, afirmaba que su conducta profesional era inmejorable en todos los sentidos: “puntual, activo, de gran habilidad manual (es quizá el único Maestro de Madrid capaz de desempeñar una clase de joyería y metalistería)”. También indicaba que desde mucho tiempo antes era lector de ABC, “periódico que llevaba en la mano cuando, a raíz de las elecciones de febrero del 36, los maestros de este Grupo ostentaban con escándalo El Socialista y demás prensa izquierdista”.

Nos parece interesante recordar, con el orden establecido en el documento, la relación de personas presentadas en la declaración jurada que podían informar del maestro: Fausto Angulo Díez (ex-capellán de la Capilla Real y capellán después de las Religiosas Adoratrices de Tetuán de las Victorias), Gabriel Borreguero Sacristán (capellán de las Religiosas Trinitarias), Tomás de Santiago González (director provisional del Grupo escolar Miguel Morayta), Bernabé Rodríguez (director provisional del Grupo escolar Cervantes), Pedro Castilla García (director provisional del Grupo escolar Enrique de Mesa), Cecilio Ibáñez García (maestro del Grupo escolar Zumalacárregui), Pedro Martínez Garcimartín (funcionario del Ministerio de Industria), Rodrigo Poggio (arquitecto y profesor de la Escuela de Artes y Oficios), Alberto Martínez-Pardo y Sierra (abogado, funcionario del Ministerio de Obras Públicas y abogado de la Unión y el Fénix Español), Eduardo Wangüemert (industrial) y Sotero López de Castro (funcionario del Ministerio de Hacienda).

Finalmente, de la estancia en Ibros hay dos informes de Falange, firmados por Juan Granada Vicioso (jefe de Falange) y Juan Palomares Martos (subjefe de Falange y alcalde de Ibros), en los que se le presentaba como “afecto y simpatizante de nuestra Causa” y con “acrisolada conducta”, considerándole, en fin, adicto al “Glorioso Gobierno Nacional” en un caso y al “Glorioso Movimiento Nacional” en otro. 

La Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha se enorgullece de presentar el Diccionario Biográfico de CLM, una iniciativa destinada a honrar y difundir la vida y obra de figuras destacadas de nuestra región en diversos ámbitos.

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