El pianista y musicólogo Leopoldo Querol nació en Vinaroz (Castellón) el 15 de noviembre de 1899 y falleció en Benicásim (Castellón) el 26 de agosto de 1985.
Realizó la carrera de piano con José Bellver en el Conservatorio de Valencia, obteniendo diversos premios tanto en la especialidad de piano, como en armonía y composición. Simultáneamente estudió la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Valencia y mostró preferencia por la investigación musical. Tras su licenciatura presentó una memoria para el futuro estudio de un manuscrito de Johannes Tinctoris conservado en esa universidad que le sirvió para conseguir una pensión de la misma, con el fin de estudiar en Bolonia, oportunidad que le llevó a viajar por toda Italia. Luego viajó a París, donde la pensión citada y la que le concedió la JAE, le permitieron analizar los tratados medievales referentes a la paleografía de la época. En París amplió sus conocimientos de piano con Ricardo Viñes, quien le relacionó con personalidades como Poulenc, Ravel o Ibert.
Obtuvo el premio extraordinario de Doctorado con su tesis sobre El Cancionero de Upsala, leída en 1927. Desde 1930 a 1967 alternó su faceta de concertista con la enseñanza, ya que fue catedrático de francés de Enseñanza Media en diversos Institutos como: Las Palmas, Reus, Alcoy, Albacete, Valencia y el Ramiro de Maeztu de Madrid, donde fue su director musical.
Siendo profesor en el Instituto de Albacete le es concedida una licencia especial de tres meses para preparar un Congreso Internacional de Musicología en Barcelona, según la Gaceta de Madrid (3-2-1936). A Albacete volverá como pianista invitado a tocar en la inauguración oficial el Conservatorio de Música el 22 de noviembre de 1951, acto que contó con la presencia de Federico Sopeña.
En 1939 es designado catedrático interino de piano del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Su interés por la investigación musical fue premiado con una beca de la Fundación Juan March en 1964 y el premio Francisco Franco del CSIC en 1965. En 1969 fue nombrado miembro de la Real Academia de Bellas Artes de san Carlos de Valencia y en 1972 de la de san Fernando de Madrid.
Leopoldo Querol destacó por su técnica, su enorme disciplina y una prodigiosa memoria, unas 2.000 obras en su repertorio y más de diez conciertos para piano y orquesta, pudiendo ser interpretados en días alternos. Ofreció más de mil conciertos en importantes salas de Europa, África y Asia.