Ramón Bello Bañón nació en la ciudad albaceteña de Almansa en septiembre de 1930. Se licenció en Derecho por la Universidad de Granada en 1955 para después ingresar en el Instituto Provincial de Higiene de Albacete donde ejerció como abogado, profesión a la que dedicó toda su vida. En una entrevista realizada en 2015, un año antes de su fallecimiento, el propio Ramón Bello aseguraba que iba «a ser abogado en ejercicio hasta que la salud me lo permita». Antes de llegar a la alcaldía de Albacete el 31 de enero de 1974 formaba parte de la junta de gobierno del Colegio de Abogados de Albacete, del que luego fue decano durante una década. Ejerció como profesor de derecho internacional público y privado en la academia de San Raimundo de Peñafort, fue primer teniente de alcalde entre 1964 y 1967, miembro de la comisión de Información, Turismo y Educación de la Comunidad Turística de La Mancha y de los Consejos Sociales y Sindicales de La Mancha y del Sureste. Fue también presidente del sindicato provincial del Espectáculo, y secretario del Centro Regional de la UNED.
Tras la salida del ayuntamiento de su predecesor, Gonzalo Botija Cabo, el gobernador civil Federico Gallo eligió a Ramón Bello Bañón para ponerlo al frente de la alcaldía ya que, según él mismo relató en carta al ministro de la Gobernación, José García Hernández, «contaba con grandes simpatías en Albacete y a la opinión pública le caerá muy bien su nombramiento». Ramón Bello tomó finalmente posesión del cargo el 31 de enero de 1974. Junto a él juraron también sus cargos los nuevos concejales de la corporación correspondientes a la renovación trienal de 1973, los cuales permanecerían en sus cargos hasta la celebración de las primeras elecciones municipales en 1979, siendo así los últimos concejales de la dictadura.
Ramón Bello Bañón llegó al ayuntamiento en un momento de desprestigio general del poder municipal tras las corruptelas de su predecesor en el cargo, Gonzalo Botija, y el hecho de que los ciudadanos de Albacete, conscientes de su irrelevancia, decidiesen abstenerse en gran número y no participar de la elección municipal por el tercio familiar de 1973. En este sentido la llegada del nuevo alcalde se pretendió sirviera como un punto de inflexión, un cambio de talante y un lavado de imagen para el Ayuntamiento.
Uno de los primeros actos en los que participó el nuevo alcalde de la ciudad de Albacete, Ramón Bello, fue acudir a Madrid el 22 de mayo para entregarle a la viuda de Carrero Blanco la Medalla de Oro de la Ciudad a título póstumo. Tan solo una semana después, recibió a los entonces príncipes don Juan Carlos y doña Sofía en su primera visita oficial a Albacete para inaugurar el Hospital Psiquiátrico Virgen de la Purificación, popularmente conocido como Las Tiesas, el Polígono Campollano, la Casa Cuna y un polideportivo.
El mandato de Ramón Bello Bañón en la alcaldía no fue sencillo ya que se le presentaron las mismas contradicciones que a su predecesor. El Ayuntamiento se vio incapaz de atender la mayoría de las demandas de los vecinos por tres motivos directamente relacionados con las características del poder local bajo la dictadura franquista: el férreo centralismo, una crónica falta de recursos, y el carácter no representativo de las autoridades municipales. La población albacetense, como la española en general, reclamaba poder resolver sus demandas ciudadanas en un ambiente de libertad política, y un personal político como aquel no tardó en acusar su falta de legitimidad. Debe recordarse que, en pleno proceso transicional, la renovación de las instituciones locales en la tardía fecha de 1979, colocó a las últimas autoridades locales de la dictadura en una posición delicada. Obligados a continuar al frente de sus cargos por orden gubernamental para proporcionar estabilidad institucional mientras durase el proceso, se convirtieron en blanco predilecto de la crítica de los partidos y los ciudadanos.
Ramón Bello hubiera debido ser el último alcalde nombrado por la dictadura en la ciudad de Albacete, sin embargo, a mediados de junio de 1978, fue designado gobernador civil de Ciudad Real por el gobierno de UCD a raíz de las buenas relaciones que pudo establecer con aquel partido durante los trascendentales meses anteriores. Como consecuencia de aquel nombramiento, no fue Ramón Bello, sino Abelardo Sánchez quien cerraría la nómina de alcaldes franquistas de Albacete.
En 1981 Bello Bañón dejó su nuevo cargo en Ciudad Real para asumir el de gobernador civil de Alicante, puesto que ocupó hasta 1982. También participó en la fundación del Centro Asociado de la Universidad Nacional Española a Distancia (UNED) en Albacete y fue profesor en el mismo de dos materias, además de presidente del Consejo General de la Abogacía de Castilla-La Mancha y miembro del Consejo General de la Abogacía Española.
Pero la trayectoria profesional de Ramón Bello Bañón no acaba en la política y el derecho, fue también periodista y escritor. Él mismo reconocía que su «vocación literaria nació del descubrimiento que hice de Juan Ramón Jiménez en el año 1944 con su obra Eternidades» y publicó libros como Los caminos del día (Albacete: Diputación Provincial, 1997) o Los caminos del tiempo (2012). En su faceta de escritor firmó también la letra del himno a la Virgen de Los Llanos, tras ganar el concurso nacional que, con motivo de los actos de la coronación de la patrona de la ciudad, se convocó en 1956.
Murió en 2016, según Ser Albacete, que daba así la noticia: “Nació en Almansa y estuvo durante más de 50 años ejerciendo como abogado e incluso fue decano de los colegios de abogados de Albacete durante una década. Además fue gobernador civil en Ciudad Real y Alicante además de ser el autor del himno de la Virgen de Los Llanos”.
Bibliografía
- BELLO BAÑÓN, R., Los caminos del tiempo, Albacete, Ramón Bello Bañón, 2012.
- GÓMEZ-FLORES, A., Los años sombríos. Albacete durante el franquismo, Albacete, Altaban, 2015, pp. 402-410.
- M., «Ramón Bello Bañón: «Voy a ser abogado en ejercicio hasta que la salud me lo permita»’, latribunadealbacete.es, 8 de marzo de 2015. Recuperado en julio de 2019.
- MARTÍN GARCÍA, O. J., Albacete en la transición. El Ayuntamiento y el cambio político, 1970-1979, Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses, 2006, pp. 85-209.