Natural de Villanueva de los Infantes, (provincia de La Mancha), nació el 28 de abril de 1767. Su verdadero nombre era Ramón García-Giraldo y Arquellada. Hijo de don Miguel García Giraldo y de doña Luisa Arquellada. Instruido en Humanidades, fue admitido en el Seminario Conciliar de Murcia donde cursó tres años de filosofía. Obtuvo el grado de bachiller en Artes por la Universidad de Baeza. Estudio Derecho Civil y Canónico en la Universidad de Orihuela.
Se trasladó a la Corte madrileña donde asistió como pasante de don Juan Manuel Vélez de las Cuevas, abogado de las Reales Consejos y del Ilustre Colegio de Madrid. Continuo con su formación en los Reales Estudios de san Isidro de Madrid, durante un año en derecho Natural y de Gentes y dos años de Disciplina Eclesiástica, Liturgia y Ritos sagrados. Fue examinado y aprobado para ejercer como abogado el 23 de marzo de 1789.
De tendencia liberal tuvo el honor de presidir las Cortes de Cádiz de 1812 lo que significó el punto de partida de nuestra Edad Contemporánea y punto final de lo que se conoce como Antiguo Régimen. Tuvo una vida apasionante, agitada y azarosa en defensa de los principios liberales, siendo víctima del despotismo, la injusticia y la intriga.
Fue político y jurista, diputado y presidente de las Cortes en varias ocasiones, regente de la Audiencia de Valladolid, fiscal del Consejo de Navarra, consejero del Rey, oidor de la Real Audiencia de Valencia, miembro del Tribunal de Cuentas, subdelegado de Fomento en la provincia de Albacete y magistrado y presidente del Tribunal Supremo de Justicia.
En mayo de 1810 fue elegido diputado por la provincia de La Mancha para las Cortes Generales y Extraordinarias encargadas de elaborar la Constitución de 1812 en Cádiz, en las Reales Fábricas de Latón de san Juan en Riópar (Albacete), cuando parte de la provincia estaba todavía en manos de los franceses; junto con junto con el también infanteño Fernando Melgarejo de los Cameros
Ramón Giraldo tuvo el honor de presidir las Cortes de Cádiz desde el 24 de agosto al 23 de septiembre de 1811, periodo en el que se comenzó a discutir el proyecto formado para el arreglo y mejora de la Constitución política de la Nación española que finalmente fue promulgada el 19 de marzo de 1812. Participó en varias comisiones y realizó discursos sobre diversos temas que afectaban a la nación, también se ocupó de asuntos que afectaban a la provincia de La Mancha.
Después del Pronunciamiento de Riego fue nombrado en 1820, ministro del Supremo Tribunal de Justicia y elegido diputado por la provincia de La Mancha. Fue presidente de la Cámara en varias ocasiones.
La llegada a España de los Cien Mil Hijos de San Luis para restablecer el absolutismo, supuso para Ramón Giraldo el inicio de un proceso de impurificación y retiro forzoso desde octubre de 1823 en Torre de Pedro Gil (Torreperogil, en Jaén) y posteriormente en Torre de Juan Abad, Ciudad Real, alojado en la mismísima casa de Quevedo. En este periodo sufrió toda clase de privaciones viviendo en la mayor indigencia. El 26 de julio de 1829 dirigió una carta desde Torre de Juan Abad, en la que solicitaba que se le abonasen, por la Intendencia de La Mancha, las dos terceras partes de la asignación que le correspondían. En 1830 se le denegó su solicitud. Se trasladó a Madrid después de morir Fernando VII y en 1833 se le restituyó los 12.000 reales que le correspondían de pensión.
En febrero de 1834 fue nombrado subdelegado de Fomento de la provincia de Albacete y como tal organizó y dirigió el 4 de mayo de 1834 en la capital manchega los actos de proclamación de la Reina Isabel II. El 20 de mayo de 1834 fue elegido por la Junta Electoral celebrada en la capital, diputado por la provincia de Ciudad Real junto a Diego Medrano, José Vicente Baíllo, Manuel Abad y Sandoval. Renunció al cargo el 7 de agosto de 1834 por falta de renta.
En 1841 le fue concedida la Gran Cruz de la Orden de Carlos III. El 30 de julio de 1843 el Gobierno encargó interinamente la presidencia del Supremo Tribunal de Justicia. En agosto de 1845 fue nombrado senador Vitalicio por la reina Isabel II pero no llegó a tomar posesión al renunciar al cargo.
Murió el 29 de marzo de 1849, su hija Dolores y su nieto José Antonio Gutiérrez comunicaron al Ministerio de Justicia su fallecimiento en Madrid. Se conserva su casa familiar en pie en la calle Ramón y Cajal de Villanueva de los Infantes, posiblemente donde naciera.
Bibliografía:
- Jiménez Villalta, Enrique, “Los manchegos que auparon a la “Pepa”. En La provincia de La Mancha y la Constitución de 1812, Cuenca, ediciones de la Universidad de Castilla La Mancha, 2021, pp. 221-244.