Ramón José Maldonado y Cocat nació el 26 de julio de 1916 en Madrid. Eran sus padres Ramón Maldonado Ayuso y Rafaela Cocat González. Su familia paterna era de origen manchego pero la vinculación de su abuelo con la causa carlista, le obligaría a residir fuera de La Mancha. Su padre era farmacéutico, pero no le gustaba ese trabajo, por lo que se dedicó a la Criminología y a los estudios de Prehistoria (fue fundador de la Sociedad de Arqueología y Prehistoria de Madrid). En 1911 fue nombrado ayudante de prisiones (ABC, 28-5-1911), luego pasó al cuerpo de directores y en mayo de 1928 se le designó responsable de la de Alicante (Gaceta de Madrid, 1-6-1928, p. 1244); acabó dirigiendo el gabinete de Criminología del Ministerio de Justicia. Su hijo estudiaría allí el Bachillerato en el colegio de los maristas, el cual se había fundado en 1907. Ramón Maldonado tuvo otro hermano, José Manuel, que falleció muy joven, víctima de la tuberculosis.
Maldonado terminó el Bachillerato en Madrid y con posterioridad pasó a estudiar la carrera de Derecho en la Universidad Central. Allí entró en contacto con los grupos monárquicos tradicionalistas, especialmente por la influencia de un amigo de su padre, quien desde niño le había inculcado el ideario carlista.
Con el inicio de la contienda civil, Ramón Maldonado y Cocat vio interrumpidos sus estudios y su vida personal se complicó. En agosto de 1936 fue detenido y acusado con Pedro Machío Pérez y otros dieciocho más de rebelión contra el Estado. El 3 de agosto de 1936, estando en su domicilio de la calle Velarde nº 11, 2º de Madrid, su casa fue inspeccionada por milicianos y miembros de la Guardia de Asalto y posteriormente fue detenido, aunque en el registro no se le encontró documentación que lo comprometiera, ya que no había estado afiliado a ninguna organización política ni sindical. Inicialmente se le llevó a la Dirección General de Seguridad y posteriormente a la cárcel de Ventas. En septiembre se le tomó de nuevo declaración, donde reiteró lo mismo que había dicho tras la detención, que no había pertenecido a ninguna organización política y que no había participado en la rebelión contra la República, pero que era amigo de algunos falangistas.
Ricardo Calderón Serrano, magistrado del Tribunal Supremo y secretario general de los Tribunales y Jurados Populares, le tomó declaración el 24 de septiembre y pidió se realizasen las diligencias pertinentes para aclarar los hechos atribuidos a Ramón Maldonado (AHN. FC–Causa General, 11. Exp. 91).
Realizadas las pesquisas para averiguar sus actividades políticas, la Dirección General de Seguridad informó que no tenía antecedentes, aunque su comisario afirmaba que era sospechoso de ser enemigo del régimen. Finalmente, se le pidió en diciembre de 1936 que preparase los argumentos exculpatorios y designase abogado defensor. Su causa se vio en el Jurado de Urgencias de Madrid, cuyo presidente era Julio Úbeda Arce. El fiscal, José Ortiz Sánchez, pidió que se condenase al acusado a ocho meses de cárcel, a lo que se adhirió su abogado defensor, Eduardo Lacalle. Finalmente fue sentenciado, por desafección al régimen, a un año de trabajos obligatorios con privación de libertad, pudiendo ser revisado el caso a los seis meses. Durante parte de la condena estuvo en la prisión de Ventas, hasta que en junio de 1937 se decidió su excarcelación, que debía hacerse efectiva el 2 de agosto de 1937, pero lejos de ello se le trasladó a Valencia junto con otros presos (AHN. FC–Causa General,33. Exp. 3). En el camino hacia la capital del Turia su camión fue detenido y parte de sus compañeros fusilados en las tapias de la prisión de Ocaña. La milagrosa intervención del anarquista Melchor Rodríguez García que viajaba en ese convoy, El ángel rojo, le permitió conservar la vida. En Valencia fue encarcelado en el penal de San Miguel, donde entró en contacto con la quinta columna de la ciudad. Ramón Maldonado consiguió la libertad a comienzos de agosto de 1938, adoptando una identidad falsa, por lo que pasó a ser Rafael de la Higuera.
Desde este momento formó parte de la quinta columna valenciana, aunque en parte esta había sido desarticulada poco antes de su llegada a la capital del Turia (marzo de 1937). En Valencia se fue a vivir a casa de un tío de su padre, Joaquín Maldonado, quien tenía acogidos a varios refugiados. Maldonado fue nombrado ayudante de un comandante republicano, desde donde logró pasar información a los quintacolumnistas valencianos.
Acabada la contienda retornó a Madrid y en 1940 fue nombrado gobernador civil de Logroño y jefe provincial del Movimiento, cargos en los que estuvo hasta 1943. Ese año fue designado secretario de José Luis Arrese, al que conocía desde antes de la Guerra, quien ocupaba el cargo de ministro-secretario general del Movimiento (1941–45).
Tras la salida de Arrese de la cartera ministerial, Maldonado descontento con el régimen de Franco porque no evolucionaba hacia un sistema monárquico, retornó a Ciudad Real y trató de recuperar el patrimonio de su familia en Calzada de Calatrava. La tierra de sus antepasados cautivó al joven abogado, especialmente Almagro, tras una visita a sus parientes, los Rosales. En 1950 ya habían nacido sus dos hijos mayores y en 1951 decidió con su mujer trasladarse a vivir a Almagro, comprando la casa de la familia Lozano Beneytez, donde viviría toda la vida.
Terminada la contienda aprobó la oposición al Cuerpo Superior de la Administración Civil del Estado, aunque pidió una excedencia y se dedicó a ejercer la abogacía en Madrid, así como a realizar sus primeros pinitos en el campo de la heráldica. Con 34 años elaboró un estudio sobre el Solar de Valdeosera, trabajo que le permitió el ingreso en la Real Academia de la Historia.
Ramón Maldonado fue nombrado delegado provincial del Ministerio de la Vivienda en Ciudad Real, el 22 de noviembre de 1957, cargo en el que no va a cesar hasta la muerte de Franco y el inicio de la democracia en España (1978). Maldonado fue designado para ese cargo por José Luis Arrese, quien ocupaba en estas fechas el Ministerio de la Vivienda (1957–60).
En marzo de 1971 su nombre se barajó en el Consejo de Ministros como posible gobernador civil de Guadalajara, pero Carrero Blanco desestimó su candidatura por sus veleidades monárquicas.
En 1978, teniendo en cuenta que era funcionario de la Administración, fue adscrito como asesor del gobernador civil de Ciudad Real, Ramón Bello Bañón, cargo en el que acabaría jubilándose unos años más tarde (1981).
Ramón José Maldonado y Cocat durante estos años unió su vocación de historiador y enamorado del arte con el de político, por lo que impulsó la recuperación y restauración de buena parte de los bienes histórico–artísticos de la provincia de Ciudad Real. Gracias a su buen hacer logró recuperar las plazas mayores de Almagro, Villanueva de los Infantes, San Carlos del Valle y La Solana. Fue parte activa en la recuperación y rehabilitación del Corral de Comedias de Almagro, e intervino dinámicamente para que Almagro fuera declarado Conjunto Histórico–Artístico (13 julio 1972).
Medió favorablemente en la restauración de múltiples iglesias de la provincia de Ciudad Real, caso de San Pedro, en la capital; la parroquia de Almodóvar del Campo y la ermita de Zuqueca en Granátula de Calatrava. Mediante su intervención se rehabilitó parte del patrimonio mueble de la provincia, caso de las pinturas del camarín de la Virgen de las Nieves de Almagro, en el santuario del mismo nombre; el cuadro de don Rodrigo Pacheco en Argamasilla de Alba e impulsó las excavaciones arqueológicas en la provincia, abandonadas muchas de ellas desde antes de la contienda (caso de Oreto), o nunca iniciadas.
Fue un especialista en heráldica y como académico de la Historia, organizó los escudos municipales de 34 ayuntamientos de la provincia de Ciudad Real y diseñó la bandera de Castilla-La Mancha en 1977 (Lanza, 23-1-1980), así como la de Almagro.
Cuando fue creada la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, en la primera etapa, con un órgano preautonómico, los partidos políticos de entonces decidieron crear los nuevos símbolos de la región. En diciembre de 1977, Ramón José Maldonado presentó un proyecto de bandera para la Región y en diciembre de 1979, antes de que la Junta de Comunidades aprobase su enseña, el Ayuntamiento de Albacete tomó como modelo la propuesta de Maldonado y exhibió la misma. Esto dio origen a una intensa polémica, presentándose siete proyectos más, los que discutió la Junta de Comunidades en su reunión del 11 de enero de 1980 en Albacete. Finalmente prevaleció el proyecto de Ramón Maldonado, por lo que se convirtió en la bandera oficial de la Región el 20 de octubre de 1980, fecha de la publicación del decreto.
La bandera de Almagro la diseñó en 1989 y se convirtió en el símbolo oficial de la ciudad el 11 de septiembre de 1991, fecha en que se aprobó por la Junta de Castilla–La Mancha (DOCM, número 69, p. 3179). La bandera es blanca por el color del hábito de los calatravos, que a su vez lo tomaron de la orden del Císter, e incorpora los elementos del escudo, la cruz de Calatrava de gules cargada de un castillo de oro aclarado en azul, con dos trabas de sable en sus cantones inferiores. Las proporciones son de 25/12.
También apoyó la idea de colocar una estatua de Diego de Almagro, luchó por la creación del Parador de Turismo y por la apertura del instituto nacional de Bachillerato.
Maldonado era miembro de la Real Academia de la Historia y de la de Bellas Artes de San Fernando, del Instituto Genealógico de Guayaquil (Ecuador), del Instituto Internacional de Genealogía y Heráldica de Guadalajara (Méjico), del Instituto Peruano de Investigaciones Genealógicas, del Instituto Genealógico de Brasileño, del Instituto Tachirense de Cultura Hispánica (Venezuela) y de la Comisión de Arte Sacro de Ciudad Real; académico de la de Toledo, de la de Santa Isabel de Hungría (Sevilla), del Instituto de Estudios Manchegos, del Instituto de Estudios Salmantinos, del Instituto Cubano de Genealogía y Heráldica, del Instituto de Genealogía y Heráldica de Costa Rica, del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas, del Instituto Genealógico Chileno; además, era cronista oficial de Almagro y estaba en posesión de la Cruz del Mérito Naval de primera clase, la Encomienda de la Orden de Cisneros, la del Mérito Civil, la Orden del Libertador O’Higgins de Chile y la medalla del IV Centenario de Lepanto; por último, era Caballero de la Orden del Libertador Simón Bolívar de Venezuela.
Entre sus publicaciones más importantes cabe destacar:
- El Solar de Valdeosera, Madrid, CSIC, 1948.
- La Casa de Sáez de Tejada, Madrid, 1951.
- D. Juan Maldonado y Ordóñez de Villaquirán fundador de la ciudad de San Cristóbal de Venezuela, Caracas, 1961.
- La Rioja. Libro de recuerdos y de peregrinación, Ciudad Real, Gráficas Europa, 1968.
- Almagro, Cabecera de la Orden y Campo de Calatrava, Ciudad Real, IEM, 1978.
- El Solar de Tejada, Ciudad Real, 1980
- El convento de San Francisco. Parador Nacional de Almagro, Ciudad Real, IEM, 1985.
Don Ramón Maldonado y Cocat falleció en Pamplona el 26 de febrero de 1990 víctima de un papiloma de vejiga.
Imagen: Ramón José Maldonado y Cocat. Años 30. Colección particular familia Maldonado Fernández de Tejada.
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1 Pedro Machío Pérez era hijo de José Machío, antiguo ayudante de cámara de Alfonso de Borbón y Borbón, infante de España, y huido al bando nacional. Pedro había pertenecido a las JONS y se le acusaba de haber realizado diversos disparos en la zona del Retiro en Madrid. Fue condenado a tres años de trabajos forzados y fue enviado, primero a la cárcel de Ventas, luego a Porlier y finalmente a Murcia, al campo de trabajo de Totana. AHN. FC–Causa General,337. Exp. 3.
2 V. de la Vega Almagro, Tesoro artístico y Guerra Civil. El caso de Cuenca, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2007, p. 174.
3 F. Asensio Rubio, «D. José Ramón Maldonado y Cocat», Mirador, nº 61, Almagro, abril, 1990, pp. 11–12.
4 Entrevista a don Luis Maldonado Fernández de Tejada, hijo de don Ramón Maldonado, 18 septiembre 2013.