Santiago Jacinto Severino Melchor de todos los Santos Bernabéu nació el 8 de junio de 1895 en la localidad de Almansa (Albacete). A pesar de que algunas fuentes orales sitúan su nacimiento en la finca de La Cueva, dentro del también albacetense municipio de Montealegre del Castillo, documentos oficiales (partida de nacimiento y partida de bautismo) sitúan su venida al mundo en la calle San Sebastián de la población almanseña. Esta hipótesis es corroborada por los testimonios tanto del propio Santiago Bernabéu, en los cuales siempre manifestó que nació en Almansa, así como de la propia familia, la cual siempre ha mantenido no tener constancia del nacimiento de ninguno de sus miembros en dicha finca (José Luis Ródenas García, Santiago Bernabéu. The Best. Mito y realidad de una figura universal, Málaga, Ed. Seleer, 2023).
Hijo del abogado de Ontiyent, José Bernabéu, y de la cubana de Camanwey, Antonia de Yeste, quienes tuvieron siete hijos (dos de ellos no sobrevieron), Santiago fue el pequeño. Tras pasar sus primeros años de vida en Almansa, el joven Bernabéu, cuando contaba con cinco años de edad, se trasladó junto al resto de su familia a Madrid. En la capital española comenzó sus estudios en el Colegio Episcopal hasta los 15 años.
En 1910, el fallecimiento de su madre, Antonia Yeste, a la que el joven Bernabéu estuvo siempre muy unido, marcó su vida, pues entre sus planes figuraba un futuro traslado a Cuba junto a su progenitora. Seis años después, falleció su padre cuando el almanseño contaba con veinte años de edad. Según él mismo declaró, la muerte de su padre le empujó irremediablemente al fútbol (Martín Semprún, Santiago Bernabéu: “La causa”, Barcelona, Primer Plano, 1994, p. 51). La figura paterna influyó en los estudios que cursó Bernabéu, pues a pesar de que los deseos iniciales del joven iban encaminados a estudiar medicina, la recomendación de su padre fue que se decantara por derecho, ya que la abogacía era una de las profesiones que más salida al mundo laboral tenía en aquel tiempo. A ello, había que sumarle que uno de sus hermanos, ya estaba cursando medicina, por lo que optó por seguir las orientaciones de su padre.
Tras concluir sus estudios de Derecho, aprobó unas oposiciones de funcionario de Hacienda y obtuvo plaza en la ciudad de Oviedo. En la ciudad asturiana tuvo la oportunidad de jugar algunos partidos de fútbol en la temporada 1920-1921 con el Real Stadium Club Ovetense, germen del Real Oviedo (cuyo nacimiento data de 1926). Este equipo, junto con el Athletic Club de Madrid (jugó un partido en 1921 frente al Recreativo Español (Libro de Actas de la Real Federación Española de Fútbol, 19.2.1921), tras según algunas fuentes orales difusas, enfadarse con la directiva del Real Madrid, aunque el propio Bernabéu afirmó que “me lo pidieron unos amigos y no pude negarme (Martín Semprún, p. 56) y algunos partidos jugados con el Real Unión de Irún (“en 1918 ó 1919, no recuerdo bien…”, Martín Semprún, p. 56) constituyeron las únicas excepciones en las que el almanseño vistió una camiseta diferente a la de su Real Madrid.
Contrajo matrimonio a la edad de 40 años, con María Valenciano, la viuda de su mejor amigo y compañero de club, Valero Rivera, quien había muerto durante la Guerra Civil. Según narró la propia María, fue la madre de su difunto esposo la persona que le empujó a los brazos de Bernabéu, haciéndole ver que era demasiado joven para enviudar toda la vida, instándole a salir con él.
Su ingreso en el Real Madrid se produjo gracias a la intermediación de su hermano Marcelo, un defensa de gran calidad futbolística y mucha jerarquía en el equipo. El joven Santiago jugó su primer partido con el club blanco en el campo de La Pradera del Corregidor frente a una Colonia Inglesa y más tarde se produjo su debut oficial frente a la Vie au Grand Air, de, Medoe. El Madrid venció por tres tantos a uno y Bernabéu anotó tres goles. Durante su carrera futbolística, Santiago Bernabéu ocupó la posición de delantero centro y obtuvo unas cifras goleadoras notables, consiguiendo 68 goles en 79 partidos jugados, manteniéndose en activo hasta 1927.
Su mayor espina como futbolista de élite fue el no haber podido debutar nunca con la selección española. Su momento más incómodo en este aspecto se produjo cuando fue convocado para jugar un encuentro frente a Portugal el 17 de diciembre de 1922, partido en el que Bernabéu iba a ser titular, pero durante el calentamiento, el seleccionador Julián Ruete Munuesa le hizo quitarse la camiseta con el dorsal número 8 para dársela al jugador Francisco Pagazaurtundua quien disputó el encuentro en lugar del almanseño. Santiago Bernabéu tuvo siempre la teoría de que nunca llegó a vestir la camiseta de la selección nacional porque la Federación Española de Fútbol llamaba mayoritariamente a jugadores vascos o catalanes, hipótesis que puede resultar plausible, pues entre los años 1920 y 1927 el 60 por ciento de los seleccionadores fueron catalanes o vascos y el 75 por ciento de los jugadores convocados militaban en clubes catalanes o vascos.
Tras su retirada como futbolista, ocupó diferentes cargos dentro del organigrama del Real Madrid: asesor del entrenador, entrenador, delegado del equipo, directivo y secretario hasta su llegada a la presidencia en 1943 (75 años del Real Madrid. Ed. Prensa Española, 1977, p. 10). El acceso al sillón presidencial del club blanco se produjo tras la escandalosa eliminatoria de semifinales de Copa entre el Barcelona y Real Madrid. En el partido de ida el equipo catalán venció por tres goles a cero al madrileño en medio de un caldeado ambiente donde la afición azulgrana realizó manifestaciones públicas de carácter político (a pesar de que al Madrid todavía no se le había colgado al etiqueta del “equipo del régimen”). Para el encuentro de vuelta, la prensa y la afición blanca fueron calentando aún más la eliminatoria y los jugadores blaugranas fueron advertidos en el vestuario por las autoridades de que el régimen franquista no toleraría provocación alguna. El partido acabó con una goleada histórica del Real Madrid, derrotando al Barcelona once goles a uno en medio de un ambiente hostil entre ambas aficiones y jugadores, con lo que ambos clubes fueron sancionados económicamente. El club barcelonés se sintió humillado y como protesta, su presidente Enrique Pinyero, marqués de la Mesa de Asta y hombre de confianza de la dictadura, presentó su dimisión. Ante tal acontecimiento, el régimen, en su afán por repartir culpas de manera salomónica, forzó la dimisión del presidente del Real Madrid, Santos Peralba, surgió entonces en el club el nombre de Santiago Bernabéu, hombre discreto, de la casa y que conocía el club profundamente. Su primera medida al llegar a la presidencia fue tender la mano al FC Barcelona, organizando junto a la nueva directiva del club catalán los denominados “partidos de la paz”, con el fin de limar asperezas y hacer olvidar lo ocurrido en la eliminatoria copera.
Su primera gran gestión al frente del club dio como resultado la construcción de un nuevo estadio de fútbol, pues el viejo Chamartín ya se había quedado pequeño para la gran cantidad de público que acudía al campo. En este sentido, gracias a una política de bonos impulsada mediante una gran campaña entre los socios, consiguió la construcción del estadio que él llamaba “Nuevo Chamartín” y que los propios socios de la entidad decidieron bautizar como estadio “Santiago Bernabéu”, en honor al presidente almanseño. El partido inaugural del nuevo campo lo jugaron el Real Madrid frente al Os Belenenses portugués, con el resultado de tres goles a uno a favor del equipo español.
En 1953, el club fichó a Alfredo Di Stéfano y Francisco Gento, a los que siguieron Héctor Rial en 1954, Raymond Kopaszewski “Kopa” en 1956 y Ferenc Puskas en 1958 conformando uno de los mejores equipos de fútbol y del deporte de todos los tiempos. El 8 de septiembre el Real Madrid hizo su debut en la Copa de Europa, competición de la que el propio Bernabéu fue cofundador, viendo el almanseño cumplido el sueño que desde muchos años atrás tuvo: la creación de una Copa de Europa de Clubes. Bajo su mandato, el Real Madrid ganó consecutivamente las cinco primeras ediciones de esta competición y una sexta en 1966. El club se convirtió en un referente en el mundo del deporte y Santiago Bernabéu en el dirigente deportivo de mayor relevancia y reconocimiento del continente europeo. La importancia que en círculos deportivos, sociales y políticos adquirió la figura de Bernabéu quedó reflejada en que tanto él, como su mujer María Valenciano fueron invitados en 1965 a la boda que el por entonces príncipe Juan Carlos contrajo con Sofía de Grecia.
La dictadura franquista no permaneció impasible ante la notoriedad que tanto el Madrid como Bernabéu adquirieron. Por ello, instrumentalizaron al club con el fin de vender las “bondades” del Régimen al exterior. En este sentido, ante las acusaciones de franquista que el propio Santiago Bernabéu recibía y la denominación de “equipo del Régimen”, molestaban mucho al almanseño, quien llegó a afirmar que “yo solo me limité a ponerle buena cara a quien había que ponérsela”. Si bien es cierto que no se puede obviar que el almanseño se alistó como voluntario durante dos años en el bando nacional durante la Guerra Civil española que según el propio Bernabéu fue “un error del que me arrepentiré toda mi vida” y que eso dio consistencia a la leyenda del Real Madrid franquista, tampoco se debe dejar a un lado hechos como que al término de la contienda española, en la primera parte de la dictadura, el club sufrió las represalias del régimen: jugadores y miembros de la entidad exiliados, encarcelados y ejecutados. Además, el almanseño tuvo dos serios enfrentamientos con dos hombres fuertes de la Dictadura: Millán Astray, fundador de la Legión, (quien retó a Bernabéu a un duelo a pistola) y Rafael Cavestany, ministro de Agricultura del Régimen. Ambos conflictos fueron solventados gracias a la intervención del general Muñoz Grandes, quien lideró el batallón en el que Santiago Bernabéu combatió en la Guerra Civil. Además, el 8 de febrero de 1973, durante un encuentro europeo de baloncesto entre el Real Madrid y el Maccabi de Tel Aviv, el almanseño puso en evidencia a la dictadura franquista otorgando la Medalla de Oro del club al general israelí, Moshè Dayan, llegando casi a provocar una crisis internacional entre el régimen y los países árabes aliados de España. Las habilidades comunicativas y diplomáticas del vicepresidente blanco, Raimundo Saporta, se pusieron de manifiesto cuando fue enviado por el club al palacio de El Pardo para dar las explicaciones pertinentes sobre lo sucedido y evitando así una posible represalia de la dictadura. Por último, tampoco puede ser menospreciado el cerrojazo que el régimen franquista otorgó al proyecto de la Torre Blanca en 1973, no permitiendo al Real Madrid llevar a cabo la construcción de un nuevo estadio de fútbol. Esa negativa de la dictadura colmó la paciencia del presidente blanco que llegó a declarar: “hoy en día no dudaría en girar mi mosquetón contra los que un día fueron mis compañeros en la Guerra”.
Durante sus tres décadas y media al frente de la presidencia del Real Madrid, Santiago Bernabéu supo rodearse de hombres de confianza y enorme valía para desempeñar puestos de suma relevancia en el club. En este sentido, Raimundo Saporta como vicepresidente y mano derecha del almanseño, Francisco Muñoz Lusarreta como mecenas, Antonio Calderón como tesorero y gerente y Agustín Domínguez como secretario general, fueron fundamentales en la gestión de la entidad. La fidelidad laboral y personal de estos cuatro personajes quedó demostrada con la ligadura que mantuvieron con la figura de Bernabéu hasta el mismo día de su fallecimiento. Además, es necesario resaltar que gracias a la llegada de Saporta al club, la sección de baloncesto blanca comenzó también un despegue deportivo mayúsculo a la altura de la del fútbol.
En la década de los años sesenta, Santiago Bernabéu descubrió su pasión por el mar, que llegó a fascinarle, hasta el punto de adquirir un chalet en la localidad alicantina de Santa Pola y pasar largas temporadas allí, gestionando el club desde esa población y recibiendo a prensa y amigos en el que fue prácticamente su lugar de residencia durante los últimos años de su vida. A finales del mes de agosto de 1977 tras unos fuertes dolores abdominales, fue trasladado a Madrid, donde los médicos le detectaron un cáncer irreversible. El 2 de junio de 1978, a las 6:15 horas de la mañana falleció en su domicilio familiar de la calle Jericó en Madrid. Más de cien mil personas accedieron a su capilla ardiente instalada en el estadio que lleva su nombre y el 4 de junio recibió sepultura en el cementerio de su Almansa natal. La noticia de su muerte conmocionó al mundo del fútbol hasta el punto de detenerse todos los partidos que se estaban disputando durante el Mundial de Fútbol de Argentina para guardar un minuto silencio. La Federación Internacional de Fútbol en 2002, le concedió a título póstumo la Orden del Mérito de la FIFA. El Real Madrid exitoso y mundialmente conocido, es lo que es gracias a la figura de Santiago Bernabéu, que sentó las bases de gestión deportiva que otros dirigentes retomaron décadas más tarde.