Santiago Camarasa es un “tipista”, según denominación de algunos de sus contrarios, un partidario de la ciudad típica, de la “ciudad única”. Pero su compleja y variada vida no se puede resumir con una palabra. Industrial, toledanista romántico, profesor mercantil, impresor, restauracionista, editor, periodista o viajero con referencias de su ciudad, desarrolla una actividad marcada claramente por su pasión toledana, ciudad a la que considera única, plena de bellezas monumentales, cargada de historia y con importantes posibilidades turísticas. Ese amor apasionado hacia Toledo se manifiesta, sobre todo, hasta su traslado a Madrid en 1931. En buena lógica, dicha pasión le proporciona amistades y satisfacciones. Pero le lleva también a poner en peligro su patrimonio económico y a crearse una serie de importantes enemistades que terminan por empujarle fuera de la ciudad.
Desde el punto de vista ideológico, Camarasa se mueve en el ámbito del conservadurismo y sus posiciones políticas sirven para compendiar la evolución de España en la primera mitad del siglo pasado. En su juventud está cercano al maurismo y pasa después a ser partidario decidido del regionalismo castellanista, en nítida postura conservadora similar a los planteamientos de la derecha política, que se manifiesta regionalista pero dentro de un duro y, generalmente, excluyente nacionalismo español.
Cuando llega la dictadura de Primo de Rivera muestra públicamente su adhesión, pues aparece, según cree, para cerrar la sinrazón, propiciada por un régimen desprestigiado y corrupto que casi cincuenta años antes diseña y pone en práctica Cánovas del Castillo. Participa en la primera esperanza republicana tras las elecciones de abril de 1931, pero poco a poco se aparta de un régimen que pretende solucionar problemas tradicionales en España. El efecto no deseado en sus promotores aviva con sus políticas modernizadoras posturas contrarias de sectores conservadores y fascistas. Del rechazo de la época republicana a la aceptación de la dictadura franquista recorre un tramo que casi obligatoriamente hay que transitar durante aquellos años si se quiere mantener negocios y una amplia familia, como la suya.
La vida de Camarasa está cuajada de actuaciones periodísticas, tanto en su época toledana como en la madrileña. Sus principales realizaciones en el mundo de la prensa son las revistas Toledo y Castilla. Son un acompañamiento a una figura y a una trayectoria vital llena de cambios, de vaivenes, y también de entusiasmo por la prensa periódica y, sobre todo, por la propia ciudad del Tajo. Y esas pasiones las desarrolla contra viento y marea, venciendo obstáculos con perseverancia, y empeño, en una lucha sin tregua contra reales molinos de viento que encuentra en su trayectoria, convencido de estar en posesión de la verdad toledanista. Dicha tenacidad, dentro de un espíritu en principio idealista, lleva a Jesús Cobo Ávila, en un artículo biográfico, a compararle con Don Quijote, que lucha de forma denodada contra los molinos que halla en su vida de ficción.
Santiago Camarasa publica en 1928 un artículo titulado “Gloriosos testigos del pasado” (Letras Regionales, Córdoba, núm. 32, febrero de 1928), en el que se ocupa de los molinos de viento, tan característicos del paisaje manchego, y escribe: “No importa que por el abandono pasado fueran desmoronándose bastantes molinos; no importa que éstos fueran antes muchos; lo que importa ya, y grandemente, es que los que quedan, los pocos que subsisten aún, se conserven, se restauren; que los que son ruinas dejen de serlo; que empiece efectivamente la defensa del molino de viento, volviendo a ser, no la riqueza de antes, porque la mecánica hizo conquistas extraordinarias desde su época y sería ridículo su aprovechamiento como entonces, pero sí el ornato de las llanuras manchegas, como lo fue antaño”. Añade que la fuerza del aire que mueve las aspas de los molinos es el precedente de los caballos de vapor que impulsan las modernas fábricas que tanto hacen progresar al mundo. Es decir, expone idea de avance de la Humanidad, así como la necesaria conservación de los legados trasmitidos por el pasado.
El pensamiento de Camarasa sirve para presentar dos características suyas: idea de progreso, sí, pero en lo material (tecnifica su industria y aumenta con diferentes innovaciones sus negocios) e idea de conservación a ultranza de los restos pretéritos existentes. Es decir, en su seno, en su actividad, en su trayectoria vital une figuras y simbologías de Don Quijote y Sancho, onírico y romántico por un lado, real y material por otro.
Breve biografía
Trazo sólo unas pinceladas biográficas con las que intento explicar la trayectoria de Santiago Camarasa, aunque es preciso recordar los acercamientos al personaje. Pilar Santillana estudia su figura y su obra en un trabajo de investigación elaborado a comienzos del siglo XXI en la Facultad de Humanidades de Toledo. Además, pueden recordarse por orden cronológico algunos retratos de Camarasa. Quizá el primero fue el de Eugenio Olavaria Huarte: “La obra de Santiago Camarasa” (Toledo, Toledo, nº 246, agosto de 1927, p. 1.732. Publicado también en el diario militar El Ejército Español). Carácter biográfico tiene una entrevista realizada a nuestro personaje para una revista madrileña: Fernando Castán Palomar, “La vida de Santiago Camarasa” (en Dígame, reproducida en Ayer y Hoy, Toledo, nº 47, mayo-junio de 1955, pp. 9-10). Unas breves notas biográficas, lugares comunes, traza Luis Moreno Nieto en su Diccionario enciclopédico de Toledo y su provincia (Madrid, Autor, 1974, p. 67), repetidas en la segunda edición aumentada de 1977. En 1982 Antonio López de Zuazo Algar publica la primera edición de su Catálogo de periodistas españoles del siglo XX (Madrid, Autor, p. 99), en el que aporta variados datos de su actividad periodística.
En 1983 aparece la obra de María del Pilar Cecilia Sanz García titulada Autores toledanos del siglo XX (1900-1980), con los datos del Diccionario de Moreno Nieto más una relación de las obras de Camarasa. En 1992, Jesús Cobo Ávila publica un breve retrato: “Un Quijote toledano: Santiago Camarasa”, en San Juan Ante Portam Latinam, Toledo, nº 9 (diciembre de 1992), pp. 9-12. Dos años más tarde Luis Moreno Nieto edita su libro Toledanos (Toledo, Autor, 1994, p. 16) en el que prácticamente repite los datos incluidos en sus obras anteriores. También hay que recordar la entrada correspondiente de la Enciclopedia de Castilla-La Mancha (Madrid, Edicsa 92, 1999, tomo 10, p. 30), trazada por Sira Laguna Fernández. Y, finalmente, la biografía realizada por Juan José Fernández Delgado titulada Santiago Camarasa. Pasión por el periodismo y por Toledo (Toledo, Ledoria, 2016).
Nace en Toledo el día 15 de mayo de 1893, en el seno de una familia que vive en la calle del Correo. Por aquellos años se cambia su denominación por Núñez de Arce, en honor del poeta, periodista y político de ideas liberales. Un negocio de ultramarinos y coloniales (de comestibles empiezan a llamarse tras la pérdida de las últimas colonias), a nombre de Hijos de Juan Camarasa sustenta a sus componentes.
Con el paso del tiempo se suma al comercio una sala de máquinas en donde funciona un “hermoso y modernísimo tostador marca Siroco construido en la casa G. W. Barth (Alemania), movido por fuerza motriz” y en el que se torrefacta el café marca “Toledo”, del que tan importante consumo, se asegura en la información, se hace por aquellos años en Madrid, Barcelona, Valencia y otras ciudades importantes (“Industrias toledanas. Santiago Camarasa”, El Eco Toledano”, Toledo, nº 100, 10-4-1911, p. 2.).
Su espíritu inquieto se muestra pronto ya que a los dieciséis años, según manifiesta él mismo en una declaraciones sobre su vida relatadas a un periodista de la citada revista Dígame, crea una fábrica de mazapán que gana la partida poco a poco al café. En 1918 todavía se anuncia la fábrica de torrefacción de café que vende sus productos en toda España, sobre todo el de “mezcla superior, de Puerto Rico, caracolillo y moka, de 6 pesetas el kilo” (Anuncio en la revista Castilla, Toledo, nº 2, 10-4-1918). Pero en los años siguientes es el mazapán el producto más fabricado y más anunciado, como el denominado queso de mazapán, “el postre más exquisito”, producto patentado que se presenta como novedad en 1926 en cajitas de cuarto, medio y un kilo, a dos, cuatro y ocho pesetas (Anuncio en la revista Toledo, Toledo, nº 233, julio de 1926).
Camarasa quiere estudiar arquitectura dada su afición a las Bellas Artes, pero el deseo del padre de ligarlo al negocio familiar hace que incluso tenga que interrumpir sus estudios de bachillerato. Sin embargo, no llega a la resignación y se esfuerza por conseguir el título de profesor mercantil, que obtiene, pero que no llega a utilizar salvo en la presentación de su curriculum.
En 1912, con el semanario Patria Chica, al calor del maurismo, emprende sus afanes periodísticos, pasión que desarrolla a lo largo de su vida y que tiene en sus propios negocios la fuente económica necesaria para subsistir. Durante su época toledana, simultanea dicha actividad con ultramarinos, café y mazapán. Y siguen las revistas Toledo (1915-1931), muy importante en la el primer tercio del siglo XX, la regionalista Castilla (1918-1919) y El Zoco (1923). Incluso, ya en Madrid, da vida a la revista semanal Mujer, que dirige el mismo Camarasa, con el subtítulo “dedicada exclusivamente a la mujer”. Se defiende el derecho al sufragio de la mujer y se coloca al lado de Clara Campoamor en el enfrentamiento dialéctico con Victoria Kent, partidaria de retrasar este derecho.
Su otra pasión, la ciudad de Toledo. Interviene en muy diversas comisiones y promueve iniciativas diferentes. Sólo tres ejemplos. En 1922 emprende una campaña para lograr que a las hijas de Rafael Ramírez de Arellano, colaborador de la revista Toledo fallecido a fines de 1921, se les dote de sendas plazas en el Colegio de Doncellas Nobles de Toledo (Santiago Camarasa, “Deber de gratitud. Dolorosas realidades”, Toledo, nº 179, enero de 1922, p. 253).
En 1925 participa en la conmemoración del VII Centenario de la catedral de Toledo, incluso editando la revista titulada, precisamente, La Catedral de Toledo (1925-1926). O, finalmente, forma parte como secretario en 1929 del comité organizador de la Exposición Regional de Bellas Artes e Industrias Artísticas (una especie de precedente de la actual Feria de Artesanía), organizada por el Patronato Nacional de Turismo e instalada en Santa María la Blanca (Toledo, nº 269, julio de 1929).
Además, como ocurre con el del doctor Marañón, son relativamente frecuentes las visitas de personalidades a su cigarral para contemplar la visión de la ciudad, con lo que Camarasa se convierte, en cierto modo, en cicerone importante mediante la utilización de su casa como la sala desde la que se divisaba el espléndido escenario de la ciudad bordeada por el Tajo. Se puede ver, por ejemplo, la revista La Provincia, órgano provincial de la Unión Patriótica, concretamente los números 15 (31-3-1928) y 18 (21-4-1928). Allí es posible encontrar fotografías del cigarral de Santiago Camarasa, lo que puede ser una muestra de las buenas relaciones del industrial y periodista con el régimen dictatorial.
Desde las sucesivas publicaciones periódicas creadas por Camarasa hizo una defensa a ultranza del Toledo monumental lo que le enfrentó a demasiadas personas y a variados intereses. Por eso, entre otras motivos, además de los económicos, tuvo que abandonar la ciudad para trasladarse a Madrid con su numerosa familia (padres, mujer y siete hijos) en abril de 1931, poco antes de proclamarse la Segunda República, donde vive en la calle Lambía número 3, con el número telefónico 58.123. Así figura en dos guías telefónicas (Lista de abonados al teléfono. Diciembre 1931. Madrid, Madrid, CTNE, 1932 y Lista de abonados al teléfono. Mayo 1932, Madrid. Madrid, CTNE, 1932). En las guías siguientes no aparece Camarasa como abonado hasta que ya, tras la guerra, vive en el Paseo del Prado. Ver, por ejemplo, Guía telefónica. Madrid y provincia. Julio 1936 (Madrid, CTNE, 1936) o Guía telefónica. Madrid y provincia. Diciembre 1939 (Madrid, CTNE, 1940).
En la entrevista ya citada, realizada por Castán, habla de su espíritu viajero, que le lleva a recorrer toda Europa, con la excepción de Rusia, lo que destaca con cierto tono ufano, y el recuerdo de un viaje le proporciona la idea con la que sale adelante en Madrid. Cuenta con un trabajo como periodista en ABC, del que es corresponsal en Toledo durante algún tiempo, pero no consigue tal propósito. Entonces, recordando la utilización que se hace en Londres de los billetes de tranvía para la inserción publicitaria, implanta un sistema parecido que cuenta de la siguiente forma: “Yo doy regalos a los coleccionistas de billetes tranviarios en combinación con las casas comerciales. Con aquel negocio gano mucho dinero, tanto más cuanto que lo extiendo a numerosas capitales de provincia. Llega a tener ese negocio en diecinueve ciudades”.
Aparte de otras ocupaciones diversas, adquiere una imprenta situada en la calle San Mateo, que traslada después a la de Alcántara (en Toledo cuenta también con una imprenta a finales de la década de los años diez). Pero la guerra corta sus negocios y tras ella, a los cuarenta y tres años y como muchos españoles, tiene que empezar de nuevo.
En 1942 publica una novela con un título en el que juega significativamente con dos palabras que en ese momento de su vida sirven para hacer un replanteamiento y un resumen vital: derrota o triunfo (Santiago Camarasa, Derrota… o triunfo, Madrid, Editorial Camarasa, 1942). Gracias a la sección “Bibliografía de crítica de libros” de la revista Bibliografía Hispánica, editada en Madrid, puede seguirse la reacción de la prensa a la novela de Camarasa. Ver los números 1 (enero 1943), p. 40; 2 (febrero 1943), p. 44; 3 (marzo 1943), p. 48; 4 (abril 1943), p. 58; y 5 (mayo 1943), p. 69. Al menos se publicaron las siguientes críticas: C.: El Alcázar (Madrid, 9-12-1942); Anónimo: Dígame (Madrid, 22-12-1942); Mediterráneo (Castellón, 22-12-1942); Anónimo: Amanecer (Zaragoza, 10-1-1943); Un mirón: El Diario Vasco (San Sebastián, 22-1-1943); Anónimo: El Diario Montañés (Santander, 28-1-1943); Diario Regional (Valladolid, 30-1-1943); El Diario de León (León, 13-2-1943); y Las Provincias (Valencia, 13-2-1943).
Es un momento de duda, de vacilación, muy influido por la situación de España en esos años. Pero la vida sigue y su actividad también. Igualmente como resultado de sus viajes, conoce en Suiza el funcionamiento de una agencia de recortes de prensa, lo que le lleva a poner en marcha en Madrid un negocio similar: la Agencia Internacional Camarasa, a la que dedica esfuerzos y trabajos hasta su muerte, ocurrida en 1957. Además pone en marcha la Editorial Camarasa, con domicilio, como la Agencia, en el número 16 del Paseo del Prado, en la que se publican algunos libros durante los años 1941 y 1943.
En 1957 muere un gran amante y defensor de Toledo, que pasa de pequeño industrial toledano a formar parte de la “alta sociedad de España”. Así se indica en una publicación de la época dedicada a realzar y ensalzar a la “flor y nata” del régimen, con el dictador a la cabeza (Figura en diversas ediciones. Ver, por ejemplo, Anuario español del gran mundo. Madrid, Gráficas Espejo, 1952, p. 403). En la información suministrada, tras recordar onomástica (25 de julio) y cumpleaños (15 de mayo), se hace referencia a su actividad profesional: profesor mercantil, periodista y director de la Agencia Internacional Camarasa. Asimismo se presenta su pertenencia a diversas instituciones: correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y de The Hispanic de Bellas Artes de Nueva York (parece ser una referencia a la Hispanic Society of America). En 1952 vive en el número dieciséis del Paseo del Prado y ya es viudo de doña Antolina Alonso Barajas. Finalmente se relaciona el nombre de sus siete hijos: Antolina, María del Valle, Sagrario, Luisa, Antonio, Francisco y Manolita, descendencia en la que se puede apreciar, además de apelativos familiares, dos nombres referidos a vírgenes toledanas.
En 1957 fallece un industrial, en fin, que difunde con sus productos el nombre de Toledo, la “ciudad única”. Fenece un periodista, con ROP (Registro oficial de periodistas) número 2.003, que desarrolla múltiples y variadas iniciativas, tanto en Madrid como en Toledo, y colabora con un buen número de publicaciones periódicas. Desaparece un apasionado soñador, un romántico incorregible con vetas importantes de materialismo, un radical defensor de la ciudad del Tajo.
Aproximación a una bibliografía de Santiago Camarasa
La obra periodística de Camarasa es inmensa. Sólo se presenta una primera aproximación que, necesariamente, habrá que completarse con múltiples aportaciones. No se incluyen los artículos firmados con seudónimos ni los editoriales de las revistas Toledo y Castilla, muchos de los cuales fueron escritos también por él.
- “La crisis toledana”, en Patria Chica, Toledo, núm. 5 (9-2-1912), págs. I-II.
- “Luis Manrique”, en Patria Chica, Toledo, núm. 48 (6-12-1912) pág. V-VI.
- “Arturo Garcés”, en Patria Chica, Toledo, núm. 48 (6-12-1912), pág. VI.
- “Toledo y el Centenario del Greco”, en Ilustración Financiera, Madrid, núm. 210-211 (1914).
- “Paisajes de Castilla. Paisaje de Toledo”, en Castilla, Toledo, núm. 3 (Abril de 1918), pág. 42.
- “Cuentos castellanos. El dolor de la derrota”, en Castilla, Toledo, núm. 22 (10-2-1919), pág. 189.
- “Un monumento más de Toledo. La nueva estación férrea”, en Toledo, Toledo, núm. 145 (1920), págs. 65-72.
- Guía breve de Toledo (con ilustraciones). Toledo, Editorial Arte, s.a. (1920). Edición miniatura.
- El asombro del mundo. Toledo, Editorial Arte, s. a. (¿1921?).
- “Visiones de antaño”, en Toledo, Toledo, núm. 173 (Julio de 1921), pág. 112.
- “Del Toledo romántico. La calma de claustro”, en Toledo, Toledo, núm. 174 (Agosto de 1921), pág. 137.
- “Doña Beatriz de Silva. Relato de Sor María Filomena de la Sagrada Familia, religiosa concepcionista de la Casa Matriz de la Orden”, en Toledo, Toledo, núm. 175 (Septiembre de 1921), págs. 163-166.
- “Visiones de antaño”, en Toledo, Toledo, núm. 176 (Octubre de 1921), pág. 19
- “Visiones de antaño”, en Toledo, Toledo, núm. 177 (Noviembre de 1921), pág. 215.
- “Visiones de antaño”, en Toledo, Toledo, núm. 178 (Diciembre de 1921), pág. 238.
- “Deber de gratitud. Dolorosas realidades”, en Toledo, Toledo, núm. 179 (Enero de 1922), pág. 253.
- “Visiones de antaño”, en Toledo, Toledo, núm. 180 (Febrero de 1922), pág. 290.
- “Visiones de antaño”, en Toledo, Toledo, núm. 181 (Marzo de 1922), pág. 315.
- “Del Toledo romántico. El patio del convento”, en Toledo, Toledo, núm. 182 (Abril de 1922), pág. 334.
- “Del Toledo romántico. Los maitines de las monjitas de Santo Domingo El Real”, en Toledo, Toledo, núm. 183 (Mayo de 1922), págs. 348-349.
- “Visiones de antaño”, en Toledo, Toledo, núm. 184 (Junio de 1922), pág. 374.
- “Del Toledo romántico. La calma del claustro”, en La Esfera, Madrid, núm. 442 (24-6-1922).
- “Del Toledo romántico. El alma de las piedras”, en Toledo, Toledo, núm. 181 (Julio de 1922), pág. 399.
- “Las torres de la Reina”, en La Esfera, Madrid, núm. 453 (9-9-1922).
- “Del Toledo romántico. La procesión de Bargas”, en Toledo, Toledo, núm. 188 (Octubre de 1922), pág. 477.
- “Del Toledo romántico. Las torres de la reina”, en Toledo, Toledo, núm. 189 (Noviembre de 1922), pág. 496.
- “Del Toledo romántico. Sublime meditación”, en Toledo, Toledo, núm. 190 (Diciembre de 1922), pág. 521.
- “Toledo romántico. Ruinas venerables”, en La Esfera, Madrid, núm. 467 (16-12-1922).
- Del Toledo típico. El santuario del Valle. Algo de su historia y unas fotografías interesantes del santuario. Toledo, Arte, 1923.
- “Del Toledo romántico. Ruinas venerables”, en Toledo, Toledo, núm. 191 (Enero de 1923), pág. 537.
- “Del Toledo típico. Santuarios toledanos”, en Toledo, Toledo, núm. 193 (Marzo de 1923), págs. 590-594.
- “Paisajes toledanos”, en Toledo, Toledo, núm. 200 (Octubre de 1923), pág. 772.
- Toledo. La antigua ronda y la nueva ronda o carretera de circunvalación. Madrid, 1924.
- “Del Toledo romántico. Del mirador de las monjitas”, en Toledo, Toledo, núm. 209 (Julio de 1924), pág. 961.
- “Paisajes toledanos”, en Toledo, Toledo, núm. 210 (Agosto de 1924), pág. 983.
- “Del Toledo romántico. El testamento del poeta”, en Toledo, Toledo, núm. 213 (Noviembre de 1924), pág. 1.051.
- “Del Toledo romántico. Dulce sueño”, en Toledo, Toledo, núm. 217 (Marzo de 1925), pág. 1.131.
- “La capilla de Tenorio”, en La Esfera, Madrid, núm. 590 (25-4-1925).
- “El Cristo de la Luz”, en Toledo, Toledo, núm. 218 (Abril de 1925), pág. 1.135.
- “Del Toledo romántico. El poder de lo viejo”, en Toledo, Toledo, núm. 219 (Mayo de 1925), pág. 1.157.
- “Toledo monumento nacional: la hermosa moción de la Academia de San Fernando y el municipio de Toledo”, Toledo, Toledo, núm. 225 (Noviembre de 1925), pág. 1.254.
- “Cómo se destroza a Toledo haciéndole perder sus más pintorescos aspectos”, en Toledo, Toledo, núm. 226 (Diciembre de 1925), págs. 1.286-1.288.
- “El mesón de ayer y el mesón de hoy”, en La Esfera, Madrid, núm. 625 (26-12-1925).
- Toledo. Guía breve histórico-artística de la Ciudad Única. Toledo, Ediciones Menor, 1926 (ediciones también en francés e inglés).
- “Prólogo”, en Ángel Cantos Tendero: Toledo. Apuntes para un viaje a la imperial ciudad. Prólogo de Santiago Camarasa. Toledo, Tipografía Rafael Gómez-Menor, [1926?].
- El turismo en Toledo. Toledo, Imp. A. Medina, 1927, 46 p.
- “Turismo”, en Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, Toledo, núm. 30 (Marzo de 1927), págs. 3-28.
- “Del Toledo romántico. Las luces de la Catedral”, en Toledo, Toledo, núm. 245 (Julio de 1927), pág. 1.711.
- “El gran éxito de la iniciativa regia. Las nuevas sedas toledanas, o una riqueza imponderable que resurge”, en Toledo, Toledo, núm. 246 (Agosto de 1927), págs. 1.724-1.728 (Publicado también en ABC).
- “Del Toledo romántico. La plazuela de noche”, en Toledo, Toledo, núm. 250 (Diciembre de 1927), pág. 1.811.
- “Gloriosos testigos del pasado”, en Letras Regionales, Córdoba, núm. 32 (Febrero de 1928).
- “De la actualidad española. Después de las santas solemnidades”, en Letras Regionales, Córdoba, núm. 34 (Abril de 1928), págs. 1-3.
- “Tipos castellanos. El zapatero remendón”, en Letras Regionales, Córdoba, núm. 39 (Septiembre de 1928), págs. 6-7.
- “El monumento más grande y más rico del mundo”, en Toledo, Toledo, núm. 254 (Abril de 1928), págs. 1.887-1.891.
- “La fiesta del Toledo romántico”, Blanco y Negro, Madrid, núm. 1.924 (1-4-1928).
- “La casa de los artistas, en Toledo”, en Blanco y Negro, Madrid, núm. 1.936 (24-6-1928).
- “Un eminente peligro de la Catedral Primada y un ejemplo para la conservación de los monumentos”, en Toledo, Toledo, núm. 253 (Marzo de 1928), págs. 1.867-1.870.
- “La hospedería y residencia para artistas en Toledo”, en Toledo, Toledo, núm. 256 (Junio de 1928), págs. 1.924-1.928.
- “Toledo de noche o Toledo del Greco”, en Toledo, Toledo, núm. 257 (Julio de 1928), págs. 1.942-1.946.
- “Los amigos de Garcilaso”, en Toledo, Toledo, núm. 259 (Septiembre de 1928), págs. 1.975-1.978.
- “La vieja botica del hospital de Tavera”, en Toledo, Toledo, núm. 260 (Octubre de 1928), págs. 1.992-1.995.
- “Una interesante iniciativa: la Biblioteca y el Museo Cervantino en El Toboso”, en Mundo Gráfico, Madrid, núm. 891 (28-11-1928).
- “Realidades del Toledo actual”, en Toledo, Toledo, núm. 261 (Noviembre de 1928), págs. 2.007-2.009.
- “La sinagoga de Santa María la Blanca debe ser declarada monumento nacional”, en Toledo, Toledo, núm. 262 (Diciembre de 1928), págs. 2.022-2.027.
- “Una interesante torre toledana, felizmente salvada: cabecera del puente de San Martín”, en Toledo, Toledo, núm. 263 (Enero de 1929), págs. 2.041-2.044 (Publicado también en ABC).
- “El museo parroquial de San Vicente”, en Toledo, Toledo, núm. 268 (Junio de 1929), págs. 2.118-2.120.
- “Una iniciativa plausible. El gran museo del Ejército que se va a instalar en Toledo”, en Toledo, Toledo, núm. 272 (Octubre de 1929), págs. 2.174-2.179.
- “La obra de cerámica artística más grandiosa del mundo”, en Toledo, Toledo, núm. 279 (Mayo de 1930), págs. 2.288-2.290.
- “Un nuevo e interesante descubrimiento en Toledo”, en Toledo, Toledo, núm. 283-284 (Septiembre-octubre de 1930), págs. 2.326-2.327.
- La dama contrabandista. Narración novelesca. Madrid, Castro, 1931 (Colección Vidas de bandidos célebres, número 5. Dibujos de Miguel de Palacios).
- “El rey cadete (Estampas viejas)”, Blanco y Negro, núm. 2.082 (12-4-1931).
- “Una fundación del Cardenal Cisneros (Andanzas románticas”, Blanco y Negro, núm. 2.086 (10-5-1931);
- “La incógnita de una clausura fundada por Cisneros”, Blanco y Negro, núm. 2.103 (13-9-1931).
- Derrota… o triunfo. Madrid, Editorial Camarasa, 1942.
- “Los recortes de prensa para los periódicos”, en Gaceta de la Prensa Española, Madrid, núm. 51 (Mayo de 1952), págs. 75-76.
- “La publicidad, señora del mundo”, en Gaceta de la Prensa Española, Madrid, núm. 54 (Agosto de 1952), págs. 9-10.
- “La publicidad en la prensa”, en Gaceta de la Prensa Española, Madrid, núm. 66 (Agosto de 1953), págs. 7-9.
- OTRAS Referencias incompletas o no confirmadas
- En el folleto titulado El turismo en Toledo (Toledo, Imp. Medina, 1927) figuran otras obras del mismo autor cuya existencia no se ha podido confirmar.
- La catedral (anunciada en 1927 como “en prensa”).
- Cuando las rosas caen. Novela dialogada que se anunciaba como editada y agotada pero de la que no se han encontrado ejemplares.
- Estampas de Toledo. Guía espiritual (anunciada en 1927 como “en prensa”).
- Toledo. Guía completa histórico-artística tradicional, en español, francés e inglés, con multitud de ilustraciones y planos (anunciada en 1927 como “en prensa”).
- Toledo de noche (anunciada en 1927 como “en prensa”).