Ramos Plaza, Santiago

Galería

Santiago Ramos Plaza
Alcázar de san Juan (Ciudad Real).
1944 -
Madrid.
2021.
Poeta y escritor.

Santiago Ramos Plaza nació en Alcázar de san Juan en 1944, hijo de padre ferroviario, cuando la ciudad, «importante nudo», se abría al progreso de manos del ferrocarril.

Se educó tras las que él llamaba «paredes rosadas» de la Trinidad, al amparo de doña Acacia, el árbol al que dotó de personalidad humana, en el centro de enseñanza conocido como Academia Balmes.

Cuando el pequeño Santiago entró de monaguillo en el convento de los PP Trinitarios, pensaba que, en la distancia y revestido del hábito, los feligreses lo verían como uno más de los frailes, cuyas maneras y andares había ensayado en el patio de su casa, algo que no llegó a ocurrir, tal vez porque su estatura de niño de siete años difícilmente podía equipararse a la de un monje adulto. Aun así, siempre pensó que aquella ilusión infantil lo había preparado para habitar un mundo al que deseaba pertenecer. Su disposición en aquel espacio donde las imágenes pasaban toda la vida y las beatas algo menos, había sido una especie de arrebato lírico, y debió de ser tan apropiada que la poesía también lo aceptó como acólito. Pero fue despojarse de la sotanilla roja y la sobrepelliz y en la respiración notó que el chico poético que era se había quedado colgado de la percha en el convento.

Vestido ya con ropa casera y portando un cartapacio, pasó a ser alumno de la Academia Balmes. No sobresalía del montón en la clase ni en los juegos, excepto en las redacciones, ejercicios que el maestro le calificaba de ensoñaciones impropias de sus cualidades, creyéndolas copiadas de algún ejemplar de la biblioteca de su casa, desconociendo que los únicos libros que en ella había eran un misal, algunas vidas de santos, un Quijote del Tercer Centenario y un par de novelas de Ricardo León.

Nada parecía alterar la rutina de las jornadas lectivas, hasta el día en que don Teodoro Cruz Rodríguez, profesor de Literatura en la Academia Balmes, entró en el aula recitando unos versos de Zorrilla: Pasó un día y otro día, / un mes y otro mes pasó, / y un año pasado había; / más de Flandes no volvía / Diego, que a Flandes partió.

Al escucharlos la emoción le removió el sentimiento tan vivamente como los cánticos, himnos y salmos religiosos: Miserere mei, Pange Lingua, Tamtum Ergo, etcétera. El pálpito de su tiempo monacal volvió a él. El chico que, pensaba, se había quedado en el convento, permanecía en su interior y volvía a manifestarse. Santiago ni escribía poesía ni sabía qué era un poeta, pero las clases del profesor Cruz se lo irían enseñando con lírica maestría. Leer era lo que más le apetecía, las otras asignaturas las aprendía a medias. Pronto descubriría que la lectura se encarga de educarte en todo lo demás.

Empezó a escribir sobre lo cercano, la gente conocida, el tren, las estaciones del año, el amor ensoñado, la melancolía y algún acabamiento de personas queridas. Aún no era poeta. Los versos le salían a trompicones, sin ritmo ni medida, trastabillaban por llegar cuanto antes a la rima. Pero él había decidido que ese sería su oficio, costase lo que costase. No había vuelta atrás ni razonamiento familiar o ajeno que lo llevara a retroceder: «Pero, muchacho, ¿sabes dónde te metes?», «eso es muy difícil», «con la poesía no se come». Y mientras le hablaban, él pensando en la rima que no le salía.

Cuando hubo llenado una carpeta de versos ripiosos y manoseados sobre novias, cumpleaños, jubilaciones y santos, la cerró con un lazo de seda y aún debe estar guardada en algún rincón de su despacho, pues sabido es que Santiago no tiraba nada.

Había decidido pasar a la poesía verdadera. Buscó en el cauce del río general de los poetas para seguir su ejemplo y, sobre todo, el método. El método que Santiago seguiría de por vida: no escribir poemas a salto de mata para después amontonarlos en un libro, sino elegir un tema y tratarlo sin salirse del círculo imaginario de la idea elegida, manteniéndose enteramente a su disposición.

Y leía. Leía sin cesar tratando de engrosar su vocabulario. Libros que por encargo le conseguían los hermanos Granados o buscaba, paciente, en las casetas de viejo de la cuesta de Moyano. Lecturas de las que él mismo hace inventario en Calle Torres, 15.

En el prólogo a En el cuarto cerrado del amor José Corredor- Matheos escribe:

«… el poeta revela un amplio y seguro conocimiento de los clásicos españoles –Quevedo, Garcilaso, Lope…–. Los frutos de su lectura, el sonido grave de la poesía barroca, no como mero eco, sino por sentir auténtico y con la actualización del lenguaje, se funden con las impresiones de diversos elementos y circunstancias del presente, dando como resultado una poesía plenamente actual. De este modo se anulan las distancias y diferencias determinadas por el factor tiempo y se alcanza el nivel propio de la verdadera poesía. Se da muestras de sutil ingenio, de expresiones divertidas a versos profundos, como dando la vuelta a la visión de lo real.

La poesía publicada hasta ahora por Santiago Ramos revela la existencia de tres líneas hasta cierto punto diferentes. Está la que recrea un modelo de poesía popular con motivos de su tierra manchega, con personajes y tipos, hechos y lugares característicos vinculados en general a sus recuerdos personales. Muestra de esta línea son sus libros De poeta por la feria y Navidad en la calle Torres en veinte estampas. Esta poesía es de una gran frescura y parte de una actitud consciente, deliberada, que contempla los temas con cierta distancia introducida por el humor y con una visión tierna del mundo tradicional, que advierte su desaparición y la canta con aceptación y nostalgia.

Está, por último, la línea representada en poemas dispersos en varias publicaciones, en verso libre, formal y conceptualmente dentro de los grandes parámetros de las corrientes poéticas del momento».

En 1973 publicó el libro Antología 1ª, al que seguirían: De poeta por la feria, La Navidad de, la calle Torres, En el cuarto cerrado del amor, Al aire de doña Acacia, Alcázar de mis cenizas, Canciones de mi patio, La luz de una casa que se apaga, Las veletas, Alcázar, al fin y al cabo, Las máscaras, De Nochebuena a Reyes, Témpora de Cuaresma, Alcázar de la vieja luz, Luna de miel en el tren, Seis cuentos de Carnaval, Veladas con mi muerte y con mi amor, Calle Torres, 15.

Santiago Ramos, que en 1975 recibió el título de Alcazareño ausente, es, más allá de reconocimientos oficiales, El poeta de Alcázar de San Juan, título que le conceden por derecho las muchas páginas, el mucho amor y la mucha atención que a su ciudad ha dedicado.

En contra de los malos augurios de quienes se oponían a su decisión de ser poeta por oficio, la poesía le hizo justicia. Así lo reconoce él mismo: «La poesía me ha hecho la vida fascinante… manteniendo constante su ejercicio, he ido apartando… las rosas que el azar me ofrecía de otros jardines… La poesía me liberó de… la búsqueda de un medio seguro de vida… facilitándome fuera de su ámbito empleos remunerados que me permitieron centrarme cotidianamente dedicado a lo mío en lo suyo. Que haya sido pura coincidencia, azar nada más, no prueba nada en contra de la Poesía”.

Aquel niño que quiso ser tomado por fraile trinitario acabó desarrollando un espíritu franciscano lleno de bondad y devoción por sus grandes amores: su esposa Etelvina, su hija María, su ciudad, el tren, los buenos amigos y la poesía. Entendió su pasión por la escritura como la llamada de una vocación similar a la que dicen recibir los aspirantes al sacerdocio, nada casual si tenemos en cuenta que Santiago era un hombre profundamente religioso. Consciente de la importancia de su oficio de poeta, no solo trabajó para adquirir la necesaria formación, también puso cuidado en mantener su imagen de juglar del siglo XX, desde la forma de caminar hasta la elegancia de su indumentaria, su decir y sus ademanes.

Santiago Ramos Plaza falleció en Madrid el 24 de enero de 2021, a consecuencia de un cáncer de pulmón.

Obra publicada:

  • Antología 1ª, con Antonio Moreno y Andrés Morillo, con ilustraciones de José Herreros y José Luis Samper y prólogo de Severino Barrio.
  • De poeta por la feria,con prólogo de Antonio Moreno González, acompañado de una carpeta de linograbados de Isidro Parra, ilustrador del libro.
  • La Navidad de la calle Torres en veinte estampas,carpeta de canciones cuya portada es una ilustración del autor.
  • En el cuarto cerrado del amor, seguido de Veladas con mi muerte y con mi amor,en la Editorial Seuba Ediciones, de Barcelona, con prólogo del poeta José Corredor-Matheos y cubierta del pintor Pepe Herreros.
  • Al aire de doña Acacia, dedicado a la acacia del huerto de los frailes que tiene enfrente de su ventana alcazareña. En él hace cuento la vida de la calle Torres a lo largo del año del calendario.
  • Alcázar de mis cenizas, callejero lírico, con portada del pintor Isidro Parra, en edición patrocinada por el Patronato Municipal de Cultura de Alcázar.
  • Canciones de mi patio,con dedicatoria a los cirujanos que le han operado.
  • La luz de una casa que se apaga, dedicado a los médicos radiólogos.
  • Las veletas.
  • Las máscaras.
  • De Nochebuena a Reyes.
  • Luna de miel en tren.
  • Calle Torres,15,recopilación de una parte variada y dispersa de su obra en prosa y verso que nunca había aparecido en libro.
  • En ese mismo año, Almud Ediciones de Castilla–La Mancha publicó Veladas con mi muerte y con mi amor, un conjunto de sonetos que había sido publicado, como libro independiente, dentro de En el cuarto cerrado del amor.

 

La Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha se enorgullece de presentar el Diccionario Biográfico de CLM, una iniciativa destinada a honrar y difundir la vida y obra de figuras destacadas de nuestra región en diversos ámbitos.

Nuestra misión es preservar el legado cultural, científico y humanístico de Castilla-La Mancha, proporcionando un recurso accesible y riguroso para investigadores, estudiantes y cualquier persona interesada en nuestra rica historia. A través de este esfuerzo colaborativo, buscamos fomentar el conocimiento, la inspiración y el orgullo en las contribuciones de nuestra comunidad a la sociedad global.

Buscador de biografías

Puedes realizar búsquedas por uno o varios campos.

Fecha de nacimiento
Fecha de nacimiento
Fecha de fallecimiento
Fecha de fallecimiento
Sexo