Ha conseguido este autor permanecer en el recuerdo de sus paisanos y del mundo científico, por un tema que estuvo en boga en la segunda mitad del siglo XIX, cual fue la recogida de flores y plantas para su estudio y clasificación, en ámbitos muy locales. Tanto Fernando Sepúlveda y Lucio, como su hermano José fueron destacados estudiosos de la botánica alcarreña, dejando un libro ejemplar por muchos conceptos.
Nacido en la alcarreña localidad de Brihuega, estudió el bachillerato en el recién abierto Instituto de Enseñanza Media de Guadalajara, cursando la carrera y obteniendo la licenciatura en Farmacia en 1849. Ejerció la profesión algunos años en Guadalajara, donde también fue ayudante de la clase de Física y Química de la Academia de Ingenieros Militares.
Ejerció luego en Humanes, en la misma provincia, trasladándose finalmente, en 1858, a Brihuega, donde quedó de por vida. Junto a su hermano José estuvo dedicado largas temporadas a la formación de herbarios, a la recolección de plantas silvestres y aromáticas, y a su cultivo. De sus actividades resultó una obra espléndida, la Flora de la provincia de Guadalajara, que junto a una colección de 750 plantas vivas presentó en la Exposición Farmacéutica Nacional de 1882, donde obtuvo la Gran Medalla de Honor, y luego en la Sociedad Económica Matritense, donde le fue concedida la Medalla de Oro. A la muerte del autor, el trabajo quedó manuscrito, pero fue editado más adelante.
En la referida Exposición Farmacéutica Nacional de 1882 presentó junto a su hermano una colección de plantas silvestres que causó auténtica sensación en su época. Las ofrecían en cuatro grandes armarios que conformaban una especie de templete o altar en cuyo centro aparecían en tiestos numerosas plantas y aún más al centro ofrecían una mesa en la que se colocaba el manuscrito de su Flora de la provincia de Guadalajara.
En esta obra hacían un estudio geográfico de la provincia, con su orografía, su hidrografía, su climatología, etc. todo ello a base de recoger datos exhaustivos en observatorios. En cuanto a la flora, presentaban un total de 110 familias, con 620 géneros y 1890 especies, estableciendo comparaciones a través de estas plantas con las de otras provincias, ofreciendo la mayoría de ellas recogidas y en exposición. Todos los comentaristas se esforzaron en pregonar el trabajo de los hermanos Sepúlveda, no sólo como el mejor de aquella Exposición, sino como lo más riguroso hecho hasta entonces en España acerca de la flora nacional, y en concreto de la de Guadalajara.
De sus trabajos de toda la vida, resultó también en 1857 una Memoria junto con una gran colección de plantas medicinales, y otra de curtientes y colorantes, que presentó a la Exposición Agrícola de Madrid y obtuvo en ella la Medalla de Bronce. Por entonces obtuvo de la Asociación de Ganaderos del Reino (antigua “Mesta”) un premio de diez mil reales por haber descubierto un medicamento para combatir el sanguiñuelo o “mal del bazo” del ganado lanar. Sus trabajos los presentó también en la Exposición Provincial de Guadalajara de 1876, en la que obtuvo la Medalla de Plata por el primer bosquejo de su trabajo sobre la Flora provincial, y tres medallas de bronce por otras tantas colecciones de tintas químicas, fósiles y objetos históricos.
La polifacética actividad de Fernando Sepúlveda se dirigió también al estudio de la arqueología y la historia de su villa natal. El Archivo Municipal de Brihuega fue meticulosamente revisado por él, anotado cuanto de importancia aparecía en sus documentos, y redactados amplios informes y memorias que le procuraron el nombramiento de Cronista oficial de la Villa. En el ámbito de la excavación y prospección arqueológica, descubrió una necrópolis en Valderrebollo cuyos materiales fueron a parar al Museo Arqueológico Nacional. Sus estudios y apuntes en el campo de la historia briocense se dan por perdidos.
Fue durante muchos años alcalde de la localidad donde nació y murió. Perteneció a la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona desde 1873.
Fuentes Impresas
- Flora de la provincia de Guadalajara, Guadalajara, 1872.
Bibliografía
- FERNANDEZ IZQUIERDO, P.: La Exposición Farmacéutica Nacional de 1882 comentada a la vez que descrita. Madrid, 1883, págs. 16, 276283.