Serafín-Tomás Benito Trujillo nació en Miguelturra (Ciudad Real), el 12 de mayo de 1912 y falleció en Ciudad Real a los 99 años. Debido a su azarosa vida, le gustaba destacar que nació en la calle Peligros, el año en que se hundió el Titanic y cuando el anarquista Pardiñas mató al presidente del Gobierno José Canalejas.
De su padre, veterinario de talante republicano, heredó unas fuertes convicciones de ayuda hacia los más desfavorecidos de la sociedad. Concluida la enseñanza primaria, ingresó en la Escuela de Magisterio de Ciudad Real, donde cursó los estudios del Plan de 1914, obteniendo el título de Maestro Nacional.
Pronto tomó conciencia de la vida mísera que llevaban los gañanes, viendo a los que fueron con él a la escuela primaria andando con alpargatas rotas o descalzos, que faltaban a clase en la primavera realizando tareas del campo para ayudar a la familia y que a los 16 años ya eran zagales que dormían en el poyo de la cuadra con las mulas y se levantaban por la noche a poner en los pesebres más pienso. Algunas lecturas le sensibilizaron aún más sobre la injusticia social que sufrían los muchachos de familias pobres por lo que hizo una colecta para comprar alpargatas para los niños que iban descalzos a la escuela donde hacía prácticas de enseñanza.
Después de terminar los estudios de Magisterio, estuvo trabajando en un banco y posteriormente, en 1932, se matriculó en Filosofía y Letras, Sección de Pedagogía, en la Universidad Central de Madrid. Allí recibió clases de prestigiosos profesores como Xavier Zubiri, Pío Zabala o Luis Morales Oliver. Dadas las dificultades económicas de su familia solo permaneció en Madrid una parte del curso académico, pero fueron meses de una vida intensa y alegre en los que frecuentaba bibliotecas, salas de baile, museos, teatros, e incluso el campo de fútbol Stadium Metropolitano gracias a su amistad con el portero Salvador Pacheco.
Con la llegada de la Segunda República, se trató de dignificar la profesión de maestro en todos los aspectos: formativo (Plan Profesional de 1931), de condiciones de trabajo (creación de escuelas), y retributivo (aumento del sueldo de los maestros). Una novedad respecto al Plan de 1914 es que para ingresar en el Plan Profesional se necesitaba el título de bachiller o, en su defecto, el título de maestro del Plan de 1914. Otra es que no había un examen-oposición al acabar los estudios, sino para ingresar en ellos.
En 1933 Serafín, finalizada su estancia en Madrid, preparó intensamente el examen de ingreso a la Escuela Normal de Ciudad Real, obteniendo el puesto 9 de las 50 plazas ofertadas. Los nuevos estudios de Magisterio duraban 3 años, seguidos de una reválida y un año completo de prácticas. Durante este periodo republicano, Serafín asistió también a la Semana Cultural Manchega (Semana Pedagógica) que organizó la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT de Ciudad Real, en mayo de 1933, en la que se dieron conferencias por parte de altas personalidades de la cultura y la educación, lecciones prácticas, etc., continuando con su formación académica y pedagógica.
Superados con buenas notas los 3 años y el examen final de conjunto, en septiembre de 1936 debía iniciar el año de prácticas en el que ganaría 3.000 pesetas anuales. Pero todo cambió con la sublevación de una parte del ejército en el mes de julio, que desencadenaría la Guerra Civil.
Cuando estalló la guerra estaba terminando las Prácticas del Plan Profesional, pero como su quinta fue movilizada no pudo concluirlas. Dado que pertenecía a la Federación Universitaria Escolar (FUE) se incorporó al Batallón FUE de Ciudad Real, el cual, a primeros de agosto, se integró en la 2ª Brigada Mixta. No obstante, en 1937, gracias a un permiso del jefe de la Brigada, pudo realizar las prácticas en la Escuela del Hogar Provincial de Ciudad Real.
A los estudiantes movilizados en la Brigada se les dio a elegir entre morteros, ametralladoras y transmisiones. Él optó por transmisiones donde permaneció toda la guerra. Participó en el frente del Hospital Clínico y en la terrible batalla de Brunete, tirando líneas y portando el material necesario con el que se facilitaban las comunicaciones telefónicas. Estudió en la Escuela Popular de Guerra de Godella (Valencia), saliendo con la graduación de teniente de ingenieros con la especialidad de transmisiones en 1938. Destinado a tender líneas telefónicas hasta la cumbre de Javalambre, en la batalla de Teruel, pasó momentos de frío indescriptible. Sin embargo, a pesar de las duras experiencias vividas en la guerra, lo peor estaba por llegar.
Cuando se enteró de la derrota definitiva de la República intentó salir al extranjero junto con un compañero, pero cerca de Valencia les avisaron que todos los barcos habían partido ya, por lo que decidieron emprender regreso a casa buscando un salvoconducto para poder volver a su domicilio.
Al llegar a Miguelturra fue detenido y encarcelado, el 19 de abril de 1939, en la prisión de Ciudad Real y después trasladado con unos quinientos presos al Penal de Ocaña en un viaje de 24 horas en tren, dentro de vagones para ganado donde no recibieron agua ni comida y donde tuvieron que hacer sus necesidades, ya que los vagones iban precintados. El recorrido por las cárceles siguió con Las Comendadoras y el Campo de Concentración de Unamuno, ambos en Madrid. Las condiciones que sufrían los presos eran de hacinamiento, vejaciones, hambre y miseria, donde las torturas, las condenas a muerte sin pruebas y los fusilamientos estaban a la orden del día. Aun así, Serafín no sucumbió y ayudó a otros presos en la medida de sus posibilidades. El 11 de junio de 1940, salió en libertad por no tener acusaciones de ninguna clase.
Tras ser depurado como maestro-alumno del Plan Profesional, le mandaron volver a realizar las prácticas, pero solo un mes y medio después, el 29 de octubre de 1941, sería detenido y torturado por los falangistas de su pueblo acusándole, junto a otros trece compañeros, de que sabiendo que Alfonso Ramos estaba organizando un Comité de Izquierdas en la localidad, no lo habían dicho a las autoridades.
En enero de 1942 fueron sometidos a juicio, acusados de “auxilio a la rebelión”, pidiéndoles el fiscal Aroca pena de muerte. La defensa de cada acusado consistía en un oficial del Ejército que apenas sabía leer y que se limitó a pedir clemencia para sus defendidos.
En los días que tardaron en comunicarle la sentencia padeció el miedo, la angustia, la ansiedad y el pánico de las madrugadas, cuando en el silencio de la noche, sentía los pasos de militares y guardianes que se aproximaban, abrían la celda y decían: Fulano de Tal, que se vista. A los cinco minutos se volvían a oír los pasos retirándose hacia la capilla. Repitiéndose esto una y otra vez hasta completar los que serían fusilados al amanecer.
Una vez comunicada la sentencia, que fue de 30 años, lo llevaron, en marzo de 1942, al Fuerte de San Cristóbal, donde las condiciones eran muy duras. En junio de ese mismo año, volvió a Ciudad Real a revisión del juicio, por las muchas irregularidades cometidas. En el trayecto, pasaría antes por la Prisión de Yeserías (Madrid) donde pudo conversar largos ratos con Cipriano Rivas Cherif, cuñado de Manuel Azaña. El juicio de revisión se celebró en noviembre y aunque el fiscal no modificó la petición de pena del juicio anterior, esta quedó reducida a 15 años.
En la Prisión Provincial de Ciudad Real, Serafín hizo de maestro-preso ayudante del maestro titular de la cárcel, D. Ángel Rojas, dedicándose a enseñar a leer y escribir a gran número de presos analfabetos; así redimía la pena por el trabajo, descontando por cada dos años tres redimidos.
La libertad le llegó por indulto en abril de 1947. Puso entonces una escuela privada en su domicilio, que se llenó de alumnos, pero al poco tiempo el alcalde le mandó un oficio obligando a su cierre. El indulto no afectaba a las penas accesorias, por lo que tampoco podía optar a una plaza como maestro en una Escuela Nacional.
Para ganarse la vida entre los años 1947 y 1959 en los que no se le permitió ejercer la docencia, se dedicó a actividades tan diversas como poner una granja de gallinas, la venta y reparación de aparatos de radio o la representación de la Compañía de Seguros “La Preventiva”.
En 1954 casó con Isabel Santos con quien tendría dos hijos. Dos años más tarde, un amigo le explicó que haciendo los Cursillos de Cristiandad podría reingresar en el Magisterio. Al conocer esas explicaciones, tanto su esposa como su madre y hermanos le recomendaron hacerlos. Y, en efecto, tras realizar los cursillos, obtuvo los certificados de buena conducta que le posibilitaron solicitar el reingreso. Sin embargo, a pesar de cumplir todos los requisitos, la tramitación se dilataba indefinidamente por lo que, para agilizarla, regaló un pollo (en aquella época muy estimado) al secretario del Juzgado de Miguelturra, otro al alcalde, otro al párroco, otro al secretario del inspector-jefe, otro a la directora de la Escuela Normal, etcétera, sin olvidar a D. Darío Zori, inspector de Escuelas Normales, que le anunciaría poco después la pronta resolución de su petición.
La Escuela de Magisterio de Ciudad Real, por orden del director general de Enseñanza Primaria, le autorizó, en diciembre de 1958, a poder finalizar sus estudios haciendo, una vez más, las prácticas. Fue destinado primero a Carrión de Calatrava y después a Pozuelo de Calatrava, como maestro-alumno en prácticas, donde en visita del inspector Carballeira, al ver el “Cuaderno de Preparación de Lecciones”, le dijo que daría un informe muy favorable.
Por fin, el curso 1959-1960 consiguió el reingreso, siendo destinado, como maestro propietario provisional, a una escuela de Almagro con la obligación de solicitar vacante en el próximo concurso de traslados. Como resultado de la solicitud obtuvo destino definitivo en Fuente el Fresno.
Durante los 13 años que estuvo en esta localidad, completó su sueldo con diversas actividades: llevando la contabilidad de una bodega y unos talleres, dando clases a jóvenes agricultores como colaborador de Extensión Agraria, clases de alfabetización de adultos, impartiendo clases particulares a los hijos de los trabajadores de una finca cercana a la que se desplazaba en una Vespa, o preparando a los que pretendían ingresar en Correos, Telefónica, etcétera. También formó junto con otros maestros una especie de academia, para preparación de diversas asignaturas de Bachillerato. De esta manera pudo dar estudios a sus hijos en Toledo, así como comprar un pequeño automóvil y un piso en Ciudad Real.
El año 1973, por Concurso Especial de Diezmilistas, consiguió plaza en Ciudad Real incorporándose al Colegio Público de un barrio marginal (El Pilar), como profesor de Matemáticas y Ciencias de la Naturaleza, para los Cursos 7º y 8º de la 2ª etapa de EGB. Allí permaneció hasta su jubilación al cumplir 70 años, con el reconocimiento de 46 años de servicios.
Debido a la buena consideración que tuvo como docente, fue nombrado miembro de varios tribunales: para la obtención del título de Graduado Escolar, para el Concurso-Oposición al Cuerpo de Profesores de EGB, para el Tribunal Mixto de Oposiciones al Cuerpo de Profesores de EGB por el área de Matemáticas y Ciencias de la Naturaleza.
Su actividad profesional le llevó a reivindicar los derechos laborales de los maestros, militando en FETE-UGT y participando en las huelgas de docentes. En 1993 la Comisión Ejecutiva Provincial de FETE-UGT constituyó la Asociación Cultural Serafín Benito, que organizó las Jornadas Educativas Provinciales. En 1997 fue homenajeado en su localidad natal en unas jornadas de recuerdo a antiguos militantes de FETE con exposición de material escolar de la época. El congreso nacional de FETE celebrado en Granada en 1998 le reconoció su compromiso y dedicación. Una vez jubilado, pasó a formar parte de la Federación Provincial de Jubilados y Pensionistas de UGT, donde organizó la Asociación para la Cultura y el Ocio de la Tercera Edad y llegó a ser secretario general de la federación provincial.
Habiéndose relacionado clandestinamente con personas de ideología izquierdista, a la muerte del dictador, decidió afiliarse al PSP (Partido Socialista Popular) de Tierno Galván, formando parte del Comité Local de Ciudad Real junto a Javier Paulino.
Tras la integración del PSP en el PSOE siguió formando parte del Comité Local del PSOE en Ciudad Real desempeñando diversos cargos: vocal, secretario de Cultura, secretario general, presidente. En las primeras elecciones locales de la democracia, en 1979, fue incluido en las listas de concejales, desempeñando el cargo de concejal en la oposición durante el mandato del alcalde Lorenzo Selas, formando parte de las comisiones de Cultura y Hacienda. En las elecciones generales de 1982 fue nombrado coordinador de las actividades electorales de la zona de Ciudad Real, participando en mítines, reorganizando agrupaciones locales, etc. En 1991 fue candidato en las elecciones a las Cortes de Castilla-La Mancha. En las municipales de 2003 también fue incluido en las listas de candidatos. En 2006, por su avanzada edad, declinó ocupar ningún cargo para dejar paso a las nuevas generaciones, siendo también homenajeado por Juventudes Socialistas de la provincia.
Por Orden 27-01-2003 de la Consejería de Educación y Cultura, por la que se distingue con el reconocimiento de la Comunidad Educativa de Castilla-La Mancha a determinadas personas, centros educativos, colectivos e instituciones, fue premiado como maestro jubilado del C. P. “El Pilar” de Ciudad Real, por toda una vida entregada a los demás en su labor docente, como ejemplo de profesionalidad, esfuerzo y dedicación, además de transmitir y hacer de la educación un verdadero motor de progreso social y desarrollo personal.
Su vida fue una lucha marcada por los ideales de libertad, igualdad, justicia y solidaridad. Siempre consideró que el respeto y el diálogo son la esencia desde donde se comienza a cimentar el aprendizaje. Su humildad, después de una vida en la que tuvo que superar tantas dificultades, le hizo considerar que su mayor mérito era haber llegado a ser nonagenario.
Bibliografía:
- Serafín-T. Benito Trujillo, Historia de mi vida. Escrita para recrearme en mis recuerdos, Morrisville (Carolina del Norte), Lulu, 2011. Autoedición.