tapia-y-vela
Tomás Tapia y Vela
Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
1832 -
Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
1873.
Filósofo.

Tomás Evaristo Tapia Vela nació en Alcázar de san Juan el 7 de marzo de 1832. Hijo de Santiago García Tapia y Paloma Vela. Entre 1858 y 1859 consigue su grado de Bachiller con la nota de aprobado. Comenzó los estudios de derecho en 1855 y filosofía y letras en la Universidad de Madrid, licenciándose en derecho civil y canónico en 1862, se doctora en filosofía en 1866 con una tesis titulada El genio y el gusto. Previamente y durante sus estudios, sabemos que trabajó como ayudante en despachos de negocios civiles y criminales desde el 1 de octubre de 1859 al 1 de junio de 1860; y del 1 de octubre de 1860 al 31 de mayo de 1861, como podemos constatar en su expediente académico, donde aparecen los certificados de prácticas. En su juventud padeció algunas enfermedades importantes, que pueden estar vinculadas con su prematura muerte, en esos casos su hermano Antonio Tapia le representaba ante las autoridades universitarias. Se incorporó con posterioridad a la actividad docente, como auxiliar gratuito de la cátedra de metafísica en la que impartió varios cursillos durante los cursos 1866-67 y 1867-68 en los que manifestó sin ambages su adhesión a las doctrinas krausistas de su maestro Julián Sanz del Río. El entonces director general de Instrucción Pública, el conquense Severo Catalina, le retiró la venia legendi, esto hizo que se precipitara su apostasía de la fe católica y su secularización.

En 1868 ingresó en el Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios al tiempo que reanudaba su actividad docente, en un primer momento en la cátedra de historia universal y después, a partir de 1871 en la de sistemas de filosofía a causa del fallecimiento de su titular Sanz del Río. También colaboró por aquellos años en la Revista de la Universidad de Madrid y en el Instituto para la Educación de la Mujer promovido por Fernando de Castro. En una de sus sesiones pronunció una importante conferencia definitoria de su actitud intelectual.

Algunos meses después, el 5 de junio de 1873, Tomás Tapia se incorpora a la política activa al obtener un acta de diputado en las elecciones del 10 de mayo de 1873, siendo electo en el distrito de Alcázar de san Juan, circunscripción de Ciudad Real para la legislatura 1873-74. Obtuvo 3.641 votos de 6.247 votantes. No tenemos constancia de ninguna intervención en el Congreso de los Diputados durante dicho periodo.

Falleció poco tiempo después, el 1 de noviembre del mismo año, seguramente debido a un continuo malestar que había mostrado ya a lo largo de su trayectoria académica, dejando un gran vacío, en el espacio académico del momento, lo que supuso que no pudiera culminar sus planteamientos. Esta cuestión es destacable, no sólo porque no pudo llegar a culminar sus trabajos y publicarlos, sino porque tampoco tuvo tiempo a acompañar y formar discípulos que pudieran haber seguido trabajando en su misma línea.

La figura del filósofo Tomás Tapia es realmente desconocida y poco estudiada en los ámbitos académicos del hispanismo filosófico, como ya hemos dicho más arriba, debido claramente a su temprana muerte. El hecho de que pueda llegar a este trabajo se debe al análisis que de su obra hace Roberto Albares Albares, profesor titular de filosofía en la Universidad de Salamanca, que a partir de su tesis doctoral sobre Julián Sanz del Río ha prestado especial importancia a la figura de Tomás Tapia como una pieza con la que puede entenderse mejor el devenir de la historia del pensamiento español y al mismo tiempo del krausismo.

Tomás Tapia, que a causa de su temprana muerte dejó poca obra escrita, se muestra en ella un enfervorizado y radical defensor de la religiosidad intimista y arraigada en el corazón de todos los hombres, esencia y sustrato previa a los particularismos de los diversos credos religiosos, aunque más próxima al cristianismo que a cualquiera otro. No en vano, Tomás Tapia, y es algo que destacan todos los estudiosos, fue en un primer momento sacerdote, aunque más tarde, renunció a la Iglesia católica, y fue muy nombrada su apostasía. En este sentido, en sus planteamientos conserva Tapia una religiosidad muy intricada y cercana al cristianismo.

Tapia se considera admirador del krausista belga G. Tiberghien, del que en una recensión a La science de l´âme dans les limites de l´observation, se siente muy cercano. En la antes mencionada conferencia en el Instituto para la Educación de la Mujer, expone con claridad y concisión los rasgos fundamentales de su actividad intelectual: “la forma y práctica religiosa dicen en sí misma muy poco, dan poco de que hablar pero el fondo es infinito e inagotable” (La religión en la conciencia y en la vida. Conferencia dada en la Universidad Central el 9 de mayo de 1869. Madrid, Ribadeneyra, 1869, p. 6); y más adelante: “La religión es, pues, la relación personal, constante e inmediata de Dios con nuestra conciencia, y de nuestra conciencia con Dios; relación de todo acto y movimiento de nuestra vida, en lo cual estriba el carácter racionalmente consolador de la religión”   (Ibidem, p. 9).

Tomás Tapia aparece entre los 500 suscriptores a las obras completas de Platón traducidas por Patricio de Azcárate, lo que pone de manifiesto su interés por la filosofía en su tiempo. Hacía el año 1860 se celebran encuentros en el “Círculo Filosófico”, en el que se reúne el núcleo del futuro movimiento krausista español; estos son: Nicolás Salmerón, Ruiz de Quevedo, Francisco de Canalejas, Giner de los Ríos y el propio Tomás Tapia.

Sanz del Río, su maestro, que donó a la Universidad su biblioteca (ya en 1865 le había dado otros libros) y con su patrimonio, obtenido en aquella vida tan simple, varonil y austera, fundaba en su Facultad una cátedra libre para la enseñanza de la Filosofía. La Cátedra había sido dispuesta por Sanz del Río, y según lo dispuesto en su testamento, se redactaron los Estatutos de la cátedra de Sistema de Filosofía.  La fecha de su firma es el 15 de octubre de 1870, y los autoriza el Rector de la Universidad D. Fernando de Castro, el Decano de la Facultad de Filosofía, Antonio García Blanco y los fideicomisarios   (AZCÁRATE, Pablo de: Sanz del Río (1814-1869), Madrid, Tecnos, 1969, p. 59).

Conforme a los estatutos, que fueron insertados en el número del “Boletín-Revista de la Universidad de Madrid” de 25 de octubre de 1870, y el día 12 del mismo mes también se publicó en la Gaceta de Madrid la convocatoria para proveer por oposición la cátedra, cuyo tribunal estuvo formado por Fernando de Castro, Antonio María García Blanco, Patricio de Azcárate, José Moreno Nieto, Nicolás Salmerón, Manuel A. Berzosa, Federico de Castro y Francisco Giner de los Ríos (Ibidem, pp. 70-71).

Se presentaron dos aspirantes, Tomás Tapia y Ricardo Macías Picavea, y cuando se retiró Macías, se presentó Tapia ante el tribunal, que celebró seis sesiones, en la última fue donde por unanimidad se concedió la cátedra a Tomás Tapia.

Por lo tanto, el primero en ocupar esta clase fue Tomás Tapia, uno de sus más importantes discípulos, cuya labor quedó truncada por su temprana muerte. El 12 de octubre de 1871 toma posesión de la Cátedra de Sistema de Filosofía y el día 1 de noviembre comenzaron las clases, pronunciando el profesor su lección inaugural. La obra más importante que se conserva, fruto de esas clases, son las Lecciones sobre el “Sistema de Filosofía” que se disponía a publicar y donde se concentra el pensamiento fundamental de Tapia. 

Cuando Tapia murió, justo dos años después de comenzar a ocupar la cátedra, no se sacó nuevamente a oposición la cátedra hasta que fueran satisfechos los intereses de la Deuda por el Estado, situación por la cual fue designado Giner de los Ríos para ocuparla interina y gratuitamente.

Dentro de su testamento Julian Sanz del Río incluyó a Tapia, como uno de sus más fieles e íntimos colaboradores, en una nota autógrafa escribe Sanz del Río lo siguiente:

Adiciones a mi testamento (18 de febrero 1867). 

A los señores Quevedo, Salmerón, Castro, Tapia, Hermida, Losada o sus representantes. Sobre el inmediato tiempo antes de mi fallecimiento (si hubiere lugar).

– Deseo que de la agravación de mi enfermedad se avise sólo al médico y a mis íntimos (los fideicomisarios y si hubiere algún discípulo o íntimo). Porque en esos días solemnes de la vida necesito del recogimiento en medio de mi familia y del amor de mis íntimos. Prohíbo, pues, que se haga asunto de noticia pública mi agravación. Y prohíbo toda otra visita personal que la de los sobredichos que hayan vivido en comercio de años conmigo.

– Deseo que si no he escogido médico se llame un médico de toda confianza moral (más homeópata que alópata, aunque no excluyo éste si tiene la 1ª condición) con quien yo pueda entenderme en toda intimidad.

[…]

Una Cátedra de Sistema de la Filosofía incorporada a alguna Asociación literaria libre establecida –mediante un Reglamento especial para su oposición a ella (tomando en ello el espíritu y todas las disposiciones útiles de mi testamento relativas a los premios) – Y un Reglamento de inscripción, enseñanza y asistencia que haga de esta cátedra una verdadera enseñanza gradual y científica para aquellos que bajo cierta preparación –probada del mejor modo posible para ser admitidos a la inscripción- se consagren al ejercicio o profesión de esta ciencia. No de ninguna manera una cátedra para cualquier público, ni para discursos retóricos de pura propaganda. A este principio se atendrá el Reglamento en las disposiciones sobre inscripción y condiciones para ella, sobre asistencia y enseñanza, sobre conferencias, ejercicios o escritos que entran o resultan naturalmente de la profesión de la Filosofía y del filósofo […]” (Ibidem, pp. 70-71).

Tapia fue uno de los impulsores y suscriptores, para erigir un monumento a Julián Sanz del Río. Se publican las listas en los periódicos “La Reforma” y “La República Ibérica”, el 16, 17 y 21 de diciembre de 1869 y el 12 de diciembre del mismo año, respectivamente. Las cuatro listas comprenden 156 suscriptores y la suma total recaudada fueron 6.023 pesetas. Al final de las listas hay una nota autógrafa de don Tomás Tapia que dice: “Hay que añadir a esta suma: Nicolás Salmerón: 200; Tomás Tapia: 200; Benjamín Graus, 40, Total: 440; Cuyas cantidades entregué yo al administrador del periódico el cuál me expidió recibo de ellas que extravié; dicho administrador me dijo que cuando se recibieran otras tres o cuatro partidas se publicarían todas juntas, en cuyo tiempo murió el periódico y no se llegaron a publicar. Tomás Tapia (Ibidem, pp.107-108.

Publicaciones

Libros

  • Sistema de Filosofía. Apuntes de Cátedra reelaborados para su impresión por J. Lledó Fernández y J. Ontañón. Se conservan tan solo unas pruebas de imprenta de 1891 (Deben ser elaborados mientras ostenta la cátedra de Sistema de Filosofía en el año 1871-72).
  • La religión en la conciencia y en la vida. Conferencia dada en la Universidad Central el 9 de mayo de 1869. Madrid, Ribadeneyra, 1869.

Recensiones, críticas y reseñas

  • La Sciencie de L`ame dans les limites de l´observation, 
  • Jaime Balmes. Filosofía Fundamental, Boletín Revisa de la Universidad de Madrid (BRUM), 1 (1869). 
  • Sócrates, Revista Universitaria, Madrid, 2(1873) pp. 245-255.

Trabajos académicos inéditos

  • El genio y el gusto. Discurso de Tesis Doctoral en 1866, Expediente personal Tomás Tapia nº 11, Legajo 6850, Sección Universidades, Archivo Histórico Nacional, Alcalá de Henares, 1861

Expediente personales

  • Expediente personal de Tomás Tapia nº 11, Legajo 6850, Sección Universidades, Archivo Histórico Nacional, Alcalá de Henares, 1861. Tesis doctoral titulada El Genio y el Gusto. 
  • Expediente personal de Tomás Tapia nº 5 Legajo 4791-1, Sección Universidades, Archivo Histórico Nacional, ano 1855-1862.
  • Expediente del Congreso de los Diputados, Serie de Documentación electoral: 74 nº 14.

BIBLIOGRAFÍA

  • ALBARES ALBARES, R.: “Las Lecciones del ‘Sistema de la Filosofía’ de Tomás Tapia” en A. JIMÉNEZ GARCÍA (Ed.), Estudios sobre historia del pensamiento español. Actas de las III Jornadas de Hispanismo Filosófico.
  • El “Sistema de Filosofía” de Tomás Tapia, en P. GARCÍA CASTILLO (Ed.), Trabajos y días salmantinos. Homenaje a Miguel Cruz Hernández, Anthema Ediciones-Universidad de Salamanca, Salamanca, 1998.
  • ARROYO SERRANO, S.: Tomás Tapia: un krausista manchego, Almud Ediciones de Castilla-La Mancha y Centro de Estudios de Castilla-La Mancha UCLM, 2009.
  • MAZUECOS, Rafael, de “Hombres, Lugares y Cosas de la Mancha”, fascículos 32 y 33, Patronato Municipal de Cultura, Alcázar de san Juan, 2006.

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