Nació en La Solana (Ciudad Real) el 15 de enero de 1889. De familia humilde dedicada a la agricultura, asistió a la escuela primaria de su barrio hasta los nueve años, ya que tuvo que ayudar a sus padres en las tareas agrícolas o con pequeños trabajos para aportar algo de dinero a la economía familiar. La residencia de Joaquín Costa en la población y un discurso que escuchó del abogado en la plaza del pueblo, el 10 de julio de 1904, marcó notablemente su concepción de la sociedad. 

Su afición por aprender no encontró suficientes fondos en la escasa biblioteca del Casino local, ni los elementos necesarios para lanzar su vocación pictórica. Empezó a formarse durante los años 1907-1908 en Ciudad Real, con el pintor Ángel Andrade, e intentó acceder a la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de San Fernando en diciembre de 1908 y febrero de 1909. En este año comenzó su dilatada trayectoria de articulista en diferentes publicaciones periódicas. Finalmente aprobó el ingreso en la citada Escuela en la convocatoria de septiembre de 1909 y se matriculó en pintura para el curso siguiente. Su situación económica le obligó a compaginar los estudios con otros trabajos para poder vivir en Madrid, por lo que pidió una pensión a la Diputación provincial que no fue concedida.

Tras su breve paso por la Escuela de Pintura participó en la Exposición Nacional de Bellas de 1910 y logró el premio de una bolsa de viaje cuya dotación económica no apareció en el presupuesto. Finalmente pudo realizarlo por Italia, Francia, Bélgica y Holanda, debido a la generosidad de varios donantes entre los que tuvo especial relevancia Alejandro Saint-Aubin. Su experiencia por estos países quedó plasmada en su primer libro Del jardín del arte. Joyas esmaltadas por el pintor Gabriel Garcia Maroto (1911). 

El 6 de febrero de 1912 firmó desde su pueblo natal la primera petición a la JAE de una ayuda para estudiar durante seis meses en París la obra de los pintores modernos en Francia y sus nuevas tendencias. Se presentaba como pintor y crítico de arte e indicaba que tenía dominio de la lengua francesa. En este año comenzaron sus colaboraciones en el diario madrileño El País y en la revista ilustrada de Ciudad Real Vida Manchega. En 1913 se desplazó a Salamanca a conocer a Miguel de Unamuno, con el que estableció una intensa amistad, que le recomendó la visita al Monasterio de Silos, donde se instaló durante veinte días en 1914. Ese año publicó el libro Teoría de las Arte Nobles. Elementos de Filosofía e Historia del Arte español.

En 1915 volvió a pedir a la JAE una beca para pasar un año en Ginebra, Friburgo, Berna, Lucerna, Milán y Turín. Pretendía estudiar “la organización de las Escuelas Normales en lo que al arte se refiere así como el arte decorativo y de aplicación cuya enseñanza pueda derivarse hacia las escuelas primarias” e indicaba que sabia italiano y francés. La petición, como la anterior, no fue atendida. En noviembre se casó en Barcelona con Amelia Narezo, donde se instalaron los primeros años del matrimonio, lo que le permitió establecer fuertes vínculos con algunos de los pintores y literatos del ámbito catalán. Posiblemente fue en esta época cuando se introdujo en el mundo editorial, aunque se había iniciado con un impresor de su población natal.

La primera exposición importante de sus obras se celebró en 1919, en el Ateneo de Madrid, con 32 obras y catálogo, en el que definió claramente su concepción estética. A partir de la década de los años veinte inició de forma clara su impronta en el mundo del arte nacional, en conexión con los artistas que pretendían renovar la cultura española y en especial la plástica. Sus obras reflejan en este período sus múltiples intereses con importantes ilustraciones para revistas (La Esfera, La Gaceta Literaria, Mi Revista, Nuevo Mundo, Revista de las Españas, Revista de Occidente…), carteles (Circulo de Bellas Artes…), obras literarias y colaboraciones (La Gaceta Literaria, El País, Revista de las Españas, Revista de Occidente, La Tribuna…) o publicaciones en su imprenta como la edición príncipe de El libro de poemas de Federico García Lorca (1921). De especial significación fue su participación en diferentes exposiciones individuales o colectivas, entre las que se debe destacar por su importancia para la plástica española la Exposición de Artistas Ibéricos de 1925, en la que presentó cinco óleos y varios dibujos.

El interés por ampliar su conocimiento de las corrientes artísticas europeas le impulsó el 12 de febrero de 1925 a pedir nuevamente a la JAE una beca para una estancia de un año en París, donde quería profundizar el conocimiento de las corrientes impresionistas y postimpresionistas para divulgarlas en España entre los artistas jóvenes mediante publicaciones y conferencias. Fue la última vez que pidió, infructuosamente, una pensión.

En el año 1927 publicó dos libros especialmente importantes para la plástica española de vanguardia: Almanaque de las artes y las letras para 1928, en el que colaboraron los literatos y artistas más significativos del momento, y La Nueva España, 1930, en el que planteó el nuevo rumbo que debería llevar el mundo del arte español tras la Dictadura de Primo de Rivera, convirtiéndose en una obra casi visionaria de lo que ocurrió durante la II República.

Al año siguiente fue a México con intereses pedagógicos. Estableció rápidamente contactos con los principales intelectuales, con los que participó en todo tipo actividades, prestó especial interés a las actividades de los muralistas y pintores de las Escuelas al aire libre, tal y como presentó en sus colaboraciones en la Revista Mexicana de Cultura Contemporánea. Desde el país azteca se dirigió en 1929 a Nueva York, donde estuvo con Federico García Lorca, para posteriormente viajar en 1930 a Cuba donde expuso su obra, estableció un importante número de contactos y actividades culturales, fundó una Escuela de Pintura para niños a imitación de las mexicanas en Caimito de Guayabal, y posteriormente en Remedios, Caibarién y Cienfuegos. La impronta de Maroto en la zona fue de gran importancia.

Desde 1931 a 1933 residió en México. Las actividades que realizó fueron exposiciones, conferencias, publicaciones y sobre todo el desarrollo de sus escuelas, para las que contaba con el apoyo del presidente Lázaro Cárdenas al que le unía una estrecha amistad. En 1934 volvió a España y se instaló en Madrid. Pronto quedó desencantado pues no percibió los cambios en las artes que consideraba que se debían haber producido con la llegada de la República. Tras una recepción muy entusiasta por los artistas e intelectuales se dedicó a la creación de una Escuela para sordomudos IMAGEN. Era un tema que le preocupaba de forma directa pues dos de sus hijos lo eran y había colaborado con algunas escuelas especializadas en México. El proyecto quedo frustrado y destruido con el estallido de la guerra civil. 

Militante comunista, en los primeros días de la guerra fue nombrado Comisario político y resultó herido en la Casa de Campo de Madrid. Tras su recuperación paso a ser subcomisario general de Propaganda, puesto que ocupó durante el conflicto con intensas actividades: conferencias, publicaciones, y, desde 1938, búsqueda de ayuda externa en México, Cuba o Nueva York.

Desde 1939 se instaló en México, donde se integró con facilidad por su residencia anterior. Continuó con su amplitud de intereses: pedagógicos, literarios y plásticos, aunque ya no volvió a pintar. Sus afanes quedaron perfectamente reflejados en la publicación de 1945 Acción plástica popular, en la que presentaba de nuevo una propuesta para la organización de las artes como había hecho en La Nueva España. 

El año 1954 fue singular en su trayectoria pues realizó una exposición con catálogo titulada Arquitectura Popular de México. Presentaba trescientas cincuenta y ocho fotografías que había hecho Maroto en sus periplos por el país. La edición, entre otras particularidades, tiene la particularidad de que el diseño y la maqueta fueron de otro artista manchego exiliado en México, Miguel Prieto.

Tras el triunfo de la revolución cubana en 1961 Maroto viajó a Cuba para volver a visitar Caimito. En 1969 falleció en Temixco. 

Bibliografía (selección)

• Del jardín del arte. Joyas esmaltadas por el pintor Gabriel Garcia Maroto (1911) 
• El año artístico: Relación de sucesos acaecidos al arte español. Corregidos y comentados por Gabriel García Maroto, 1913
• Pro arte: El prestigio de un cuadro por Gabriel García Maroto, 1913
• La canción interior, 1914 
• Teoría de las Arte Nobles. Elementos de Filosofía e Historia del Arte español, 1914
• Los senderos: poemas, 1916
• Madrid visto por un pintor, 1925
• Toledo visto por un pintor, 1925
• La España mágica, Madrid, 1927
• Andalucía vista por el pintor Maroto, 1927 
• 65 dibujos, grabados y pinturas: con una autocrítica y diferentes opiniones de este autor, Madrid, 1927 
• La Nueva España.1930, 1927
• Almanaque de las artes y las letras ordenado por Gabriel García Maroto, 1928
• Los caricaturistas y la guerra española, 1937
• Un jefe del Ejército Popular: Teniente Coronel Joaquín Pérez Salas, 1937 
• Acción plástica popular, 1945.
• Arquitectura Popular de México, 1954.